“거짓말” kojitmal – Mentira. Capítulo nº14

@by Jeannelok y Nuna

– ¡Basta de murmuraciones! – la voz de Ares tronó por todo el plató. No hubo una sola alma que no se volviera a mirarlo con cierto temor. La propia Sun Rae no estaba menos asustada, más sabiendo quién era y percibiendo claramente su furia contenida -. Somos todos compañeros de trabajo, entablamos lazos de amistad, salimos juntos, comemos juntos, ¡no quiero volver a escuchar nada relacionado con esto! ¡A trabajar! ¡Todos! ¡Ahora mismo y en silencio!

El rodaje estuvo rodeado de una calma muy tensa. Nadie osó pronunciar una palabra que no estuviera relacionada con su trabajo, y todos los móviles desaparecieron de repente, como si nunca hubieran existido.

Cuando terminaron, Jang Keun Suk se marchó de inmediato, como si quisiera salir de allí cuanto antes.

– Te espero en mi camerino – murmuró cuando pasó junto a Sun Rae, con un tono de voz que se asimilaría demasiado al de un general cuando da una orden.

A los pocos minutos, una asustada y desconcertada Sun Rae entraba en el camerino, donde él la esperaba sentado frente al tocador, tamborileando los dedos sobre la superficie.

Keun Suk levantó la vista y la miró a través del espejo.

– Cuéntame exactamente qué pasó. Qué hacías con Joon, y por qué vuestra foto está en todos los medios.

Sun Rae abrió los ojos como platos.

– ¿¿Qué?? – preguntó, asombrada.

Así que eso era lo que había ocurrido… esa foto que ahora rodaba de móvil en móvil, mostrando a Lee Joon y a ella sonriéndose mutuamente… ¿había sido publicada?

– De verdad… no es lo que parece… yo…

– Quiero que me expliques dónde estábais y qué hacíais exactamente, sobre todo quiero saber a qué hora se tomó esta foto – la interrumpió él, sin prestar atención a la clase de explicación que quería darle ella -. De otra manera, no podré solucionarlo.

Sun Rae le contó lo que él quería saber. Pero viendo cómo esquivaba sus intentos de desviar el tema hacia el plano personal, se sintió muy inquieta. Ares no estaba interesado en saber el tipo de relación que tuviera o no con Lee Joon, sólo le importaban los hechos.

Lo miró disimuladamente. Él estaba pensativo… ¿qué tramaba su cabeza? ¿Por qué estaba siendo tan frío y distante? Habían intimado tanto la última vez… ¿y de golpe él se convertía en el hombre de hielo? ¿Le guardaba rencor? Algunos hombres detestaban que se les dejara con la miel en los labios… ¿sería Ares así también? ¿Había perdido todo interés en ella?

Le hubiera gustado decirle que lo lamentaba, pero entonces habría tenido que explicarle todo, y seguía sin confiar en él hasta ese extremo. Por su imprudencia, Ares estaba enfadado, y Joon… ¡Dios mío, Joon! ¿Qué estaría ocurriendo con él?

Sun Rae sabía que no había hecho nada por lo que tuviera que disculparse, pero sin embargo se sintió tremendamente triste y frustrada… tanto, que hasta ese momento ni siquiera había pensado en las consecuencias de aquel jaleo para Joon…

Abrió los ojos como platos ante este pensamiento, y sacó su móvil buscando algún mensaje o llamada suya. No había nada.

Dudó si debía o no llamarle a la agencia. Era un fastidio que él no tuviera móvil… ¿le causaría más problemas si lo hacía?

Salió de su estado de sopor cuando Ares se levantó, pasó junto a ella como una bala, y se marchó dejándola sola sin decirle adiós siquiera.

***

Salió al exterior del edificio y se dirigió al parking, para respirar aire fresco y pensar con calma en lo que tenía que hacer. Estaba furioso, y en ese momento era demasiado peligroso como para permanecer delante de la chica. Miró a ambos lados y vio que el parking estaba desierto.

Con movimientos firmes, sacó su teléfono móvil y marcó un número. Una voz jovial le respondió después de varios tonos.

– Hola, hermano. Encantado de escucharte.

Keun Suk, sin embargo, también percibió cierta tensión en el saludo.

– Sabes por qué te llamo, ¿verdad Hyung?

Le llegó un suspiro por el auricular.

– Tengo la agencia tomada por la prensa. Es obvio por qué me llamas – la voz de Bi ahora era seria – ¿quieres que acordemos estrategia conjunta? Te diré cuál es la mejor: despídela.

Ares frunció el ceño.

– No pienso hacer eso, hyung, ella es eficiente y muy buena en su trabajo, la necesito.

– Aunque no lo creas, es por ella por quien lo digo. La prensa se la va a merendar con patatas como no hagamos algo para frenarlo.

Ahora fue Keun Suk quien suspiró.

– ¿Has hecho declaraciones?

– No, no he podido hablar con Joon, sólo le he pedido que permanezca en su dormitorio, iba a encontrarme con él en este momento. ¿Deberíamos hacer un comunicado?

Ares sacudió la cabeza.

– Eso sólo sería darle importancia a algo que no la tiene…

– Lo afirmas con demasiada seguridad. ¿Sabes algo sobre ello?

– No son más que amigos, Ji Hoon. Dos amigos que quedaron para hablar de sus cosas.

– ¿Tú lo sabías? – preguntó Bi, con incredulidad.

– ¿Que se conocían? Por supuesto – su tono de voz era indiferente, pero en el fondo se sentía tan celoso de esa amistad que pensaba que no podría soportarlo.

– En definitiva, Keun Suk, a la prensa le importa un rábano si sólo son amigos, han visto noticia, y es posible que quieran explotarla. Haz algo con la chica. Si no quieres despedirla… quítala de en medio una temporada.

A Ares le hubiera gustado hacer eso, sólo por protegerla de los medios, pero sabía que no era la mejor opción.

– Esa es la mejor manera de insinuar su culpabilidad. No. Que la chica se esconda no es una buena idea – sonrió con cierto grado de malicia – además… dime que no te viene bien un poco de publicidad.

La risa clara y potente de Rain le hizo sonreír también.

– Está bien, ¿qué propones?

– Tomarlo como algo tan sumamente ridículo, como para no ser digno ni de desmentido – dijo él.

– Bueno, dado que tienes aprecio por tu asistente, intentaré hacer lo que dices. Voy a hablar con Joon, pero si las cosas no funcionan a tu manera, lo haremos a la mía.

– Entendido, hyung. Muchas gracias.

– Nos vemos. Te llamaré para tomar algo.

Ares miró al frente con la vista perdida y suspiró profundamente… esperaba que funcionase. Tenía que funcionar.

De repente, su rostro se ensombreció. Guardó el móvil y miró a ambos lados para volverse a asegurar de que el parking estaba desierto. Frució el ceño de nuevo y sus ojos brillaron de fría cólera cuando pronunció un nombre en sus pensamientos:

– ¡Atenea!

Esperó unos segundos, hasta que finalmente la voz resonó en su cabeza.

¿Qué ocurre, Ares? ¿Problemas en el paraíso?

La jornada había sido demasiado tensa como para tener que soportar ahora las ironías de su hermana, mucho menos cuando ésta se empeñaba en ese tipo de comunicación tan molesta.

– Quiero hablar contigo.

Estamos hablando, hermano.

– No, no así. ¡Ven!

¿Ahora?

– Ahora mismo.

En cuanto terminó de pronunciar las últimas palabras, el cuerpo de su hermana se materializó delante suya. Ella, con sus ojos inteligentes, miró a ambos lados, como queriendo asegurarse de que nadie la hubiera visto. Estaban solos.

Dirigió sus ojos a su hermano, con una mirada un tanto escrutadora que él le aguantó impasible.

– ¿Qué te ocurre? – dijo, por fin -. Hace demasiado que no me veo obligada a bajar… me siento un tanto incómoda.

– Te lo diré sin rodeos, y espero, hermana, que no abuses de mi paciencia, porque te aseguro que poco me queda de ella: necesito saber de Sun Rae.

La diosa de la Sabiduría abrió levemente los ojos, dejando así entrever sus emociones. Estaba sorprendida por esa petición.

– ¿Saber qué tipo de cosas? – preguntó. Quería asefurarse si en realidad Ares le estaba preguntando lo que ella intuía.

– Me lo dijiste hace tiempo, me insinuaste que algo ocurría con ella, que había cosas… cosas de su pasado… incluso te ofreciste a contármelas…

– Pero no me escuchaste, como siempre.

– No te escuché – aceptó él -. No era relevante para mí… entonces. Pero ahora las cosas han cambiado, y estoy dispuesto a escucharte.

– No puedo hacer eso, Ares…

El dios de la Guerra la enfrentó con ojos coléricos.

– ¿No puedes hacerlo o no quieres? – espetó.

– No puedo. Cuando quise, mi intención era que te alejases de ella. Nada habría pasado si hubieras conocido la historia de una muchacha cualquiera. Ahora es distinto. Eres parte implicada en ello, y va contra mi sentido de la justicia violar la intimidad de Sun Rae de esta manera… no sería justo. Estás inmerso emocionalmente con ella. No lo niegues.

– No lo he negado en ningún momento – afirmó él, dejándola un tanto sorprendida.

– Entonces ya sabes a qué atenerte… sólo ella puede contártelo.

Sus palabras habían sido directas, sinceras y seguras. Ares intuyó en el mismo instante en que ella las pronunciaba, que no habría nada que hiciera cambiar de opinión a Atenea. Era la diosa de la Sabiduría, pero tenía un sentido de la justicia tan desarrollado como el de la mismísima Temis.

– ¿Y cómo es que tú lo sabes? – preguntó, dándose por vencido – ¿Cómo tú puedes conocer los detalles? ¿Hablaste con las Tejedoras?

Atenea sacudió la cabeza con vigor.

– No. Y te aconsejo que tú tampoco lo hagas, sé que eres impulsivo – afirmó ella, anticipándose a los pensamientos que sabía que vagaban por la mente de su hermano -. Recuerda que no querías llamar la atención de los dioses sobre la chica, y que las Tejedoras no hablan si no es por un motivo importante… La historia de Sun Rae me la contó Artemis hace un tiempo…

Ahora fue Ares el sorprendido. Abrió unos ojos como platos, y de la molesta impotencia que sentía, pasó a la incredulidad pura. Artemis… ella era la diosa de la Caza, de todo lo que tuviera que ver con la Naturaleza… pero también era la protectora de las jóvenes vírgenes.

– ¿Cómo? ¿Sun Rae es…?

– Eso tampoco puedo decírtelo… – interrumpió la diosa de la justicia, levantando una mano para indicar que no aceptaría protestas -. Sólo puedo decirte que Artemis estaba tan conmovida por ella, que me contó su historia. Es sólo coincidencia que hayas ido a fijarte precisamente en la misma persona… y sabes que traté de impedirlo.

Ares bajó la cabeza… ahora se sentía derrotado. Había puesto todas sus esperanzas en lo que Atenea pudiera decirle. No sabía cómo actuar con Sun Rae desde que había salido de su apartamento, o mejor dicho, desde que ella lo echara de la manera en que lo hizo… Por primera vez en todos los siglos de su existencia, no sabía lo que hacer con una mujer.

Bajó los hombros y la cabeza, mirando al suelo mientras intentaba buscar una salida a su problema… ¿qué haría con Sun Rae?

No pudo evitar manifestar parte de su desesperación.

– ¿Qué voy a hacer, Atenea? ¿Qué voy a hacer con Sun Rae?

***

Sentada en el mismo lugar en que había estado él, Sun Rae pensaba en lo ocurrido y se sentía cada vez más desconcertada. Se estaba haciendo demasiadas preguntas respecto a Ares, y ya que él se había dedicado a perseguirla como un sabueso hasta hacía no mucho, no estaba dispuesta a dejar que él la tratara de la manera fría e indiferente en que lo había hecho.

Por lo menos, si estaba pensando lo peor de ella, le debía dar la oportunidad de explicarse.

Recordó que era un dios… que era poderoso y que podía terminar con su vida con el chasquido de sus dedos si quería, pero no le importó.

Keun Suk le debía eso por lo menos.

Salió dispuesta a cobrar esa deuda.

Lo buscó por todo el edificio pero no lo encontró. La gente seguía mirándola de forma extraña cuando avanzaba por los pasillos, pero se encontró con que ya no cuchicheaban a sus espaldas. Las palabras coléricas de Keun Suk habían surgido efecto. Era tan relevante para el futuro y el funcionamiento de la agencia, que nadie se planteaba desafiar sus órdenes. Sun Rae se dijo que algún día debía agradecerle esto.

Se encontró con su mánager, que también la miró con curiosidad mal disimulada, pero no hizo ningún comentario cuando ella le preguntó por Keun Suk, sino que se limitó a indicarle que le había visto abandonar el edificio y dirigirse al parking.

Siguiendo sus indicaciones, Sun Rae salió por la puerta principal y rodeó el edificio hasta la zona vigilada donde los famosos aparcaban. Atravesó la zona de seguridad y se dirigió exactamente al lugar donde Keun Suk solía dejar su audi azul. Si el coche seguía allí, se quedaría esperando hasta que él fuera a buscarlo.

Andaba con la determinación propia de alguien que tiene muy claro su objetivo, cuando de repente los vio… vio a Ares, vio su gesto contrariado, y después vio a la persona que estaba hablando con él… ¡la señora!

Se quedó paralizada. Jamás habría esperado verles juntos, y mucho menos hablando. Pegó su cuerpo contra una de las vans, y los observó con la boca abierta. No hizo caso a la voz de su conciencia, que le recordaba que espiar no estaba bien. La situación era lo suficientemente inesperada como para que eso no le importaba.

¿Se conocían? ¿De verdad se conocían?

Los miró intentando encontrar signos de que así fuera. Por la forma en que hablaban, a Sun Rae no le cupo la menor duda.

Se acercó sin hacer ruido. No quería acechar, ni siquiera sabía que lo estaba haciendo, pero su cuerpo se movía solo… acertó a escuchar la última frase de Keun Suk cuando estuvo más cerca:

¿Qué voy a hacer, Atenea? ¿Qué voy a hacer con Sun Rae?

El grito contenido que se le escapó hizo que los dos repararan en su presencia.

Ares se irguió para mirarla, sorprendido y después alarmado. Ella, la señora, la traspasó con su mirada inteligente. Estaba igualmente sorprendida, pero apenas lo mostró. Ambos la miraron, vieron por su reacción que les había escuchado, y después se miraron entre ellos.

Sun Rae, viendo esto, disipó totalmente las dudas que pudieran quedarle. Se conocían… por dios, ¡eran hermanos! ¡Atenea! ¡La señora era la Atenea de la que tanto había leído!

Ella… se había metido en su vida, había escuchado sus confesiones, sus problemas e inquietudes… ella… estaba compinchada con Keun Suk…

¡La habían engañado entre los dos!

Cuando él hizo ademán de acercarse a ella y murmuró su nombre, Sun Rae salió corriendo.

No quería escucharles… no quería escuchar nada. Había estado a punto de confiar en ellos y de abrir su corazón, y la habían engañado.

Listado de capítulos.

12 respuestas a “거짓말” kojitmal – Mentira. Capítulo nº14

  1. melysa24 dijo:

    Al fin que mis escritoras estrellas me dan lo que tanto pedía (que el empiece a interesarse por la historia personal de ella) justo la trama se complica……….. Más!!!
    Ahora si que no puedo ni pensar en que puede ocurrir, seguramente ella se va a cerrar como una ostra……….
    La foto del inicio……………. Casi me desmayo……… Gracias por el capi chicas!!!!! me alegran los miercoles…………

  2. La PeTii dijo:

    Ainsss tengo una ENORME DUDA! .. la señora que había hablado con Sun Rae, no era Eris??? .. porque ahora dice que es Atenea? 😐 .. lo sé, yo me debo haber hecho un lío en la cabeza!!! si alguien se compadece expliqueme porfisss siii? ^^, .. Ainsss este capitulo me ha encantado igual.. BIIIIIIII, aparecio Biiiiiiiii ! xD .. jejeje Gracias chicas como siempre por el fanfic!!!! 🙂

  3. zhio dijo:

    buen capitulo .. me quedo cortisímo! =( esperaré con ansias el otro miércoles … que le pudo haber pasado a Sun Rae porqué nos dejan así T______T!! y esas fotos que ponen n.n (babas) xD genial el capítulo chicas! =) buenas fiestas =) !!!

  4. Alusiana dijo:

    Wuuuaaaaaa me teneís con el alma en vilo!!!^^

  5. ARI8 dijo:

    LA MADRE QUE OS PAN CON QUESO CABRITAS ¿es que queréis verme acabar en cardiología? Porque a este paso es lo que estáis logrando, que acabe tan atacada que mi corazón no lo aguante.

    Madre mía, ahora el que aparece en la historia es Rain, la leche, lo que faltaba, pero eso de Hyung ¿acabará siendo otro dios o simplemente el mortal que es? Venga por favor, despejad mis dudas.

    Pobre Sun Rae, no encuentra a nadie en quién confiar, porque quería abrirse a ambos pero se siente traicionada y dolida, cree que es sólo una muñeca con la que juegan ambos dioses. Uf, temo las consecuencias que se puedan derivar de este descubrimiento, sobre todo para Sun Rae, que decida mandarlo todo a freír espárragos y dejar aquello que más ama, pero claro, tiene fuerza, así que seguirá adelante, pero volverá a ser la persona fría y desconfiada que era antes, lo que hará que sufra todavía más, porque con Joon, estamos en las mismas, es inmortal y no creo que tarde mucho en descubrirlo, por lo cual su decepción será mayor y creo que nada pueda ayudarla ya a recuperarse. Ay madre, los Doce Trabajos de Heracles no serán nada comparado a la tarea que Ares tiene por delante con ella y me pregunto si haréis que Artemisa entre en la historia. Dios, qué de dolores de cabeza con tantas elucubraciones, madre mía.

    Nenas, GENIAL, MARAVILLOSO, SEGUID ASÍ *____*

  6. larosae dijo:

    Chicas de verdad que me quito el sombrero con ustedes, primera vez que escribo y es que me comí los 13 capítulos ayer y hoy el 14, estoy como fan enamorada con la historia termino de leerlo y me provoca leerlo otra vez, la personalidad de cada uno de integrantes de la historia es atrapadora ahora las semanas van a ser eternas para esperar cada miércoles los capítulos

    Ahhhhh por cierto tengo la misma duda que (La PeTii) yo también pensé que era Eris la señora que se acerco a Sun Rae o hay algo más!!!! Ahhhhhhhh que duda ya quiero el otro Lol…. Chicas gracias por la historia!

  7. Ivet dijo:

    Chicas me va a matar de tanta emoción. Gracias por esta historia tan maravillosa. Estaré al borde de un ataque de nervios esperando el siguiente capítulo y sólo les pido que no me hagan sufrir mucho a mi hermoso y orgulloso Ares.

    Les deseo una muy Feliz Navidad. Mis mejores deseos para ustedes y sus familias así como para todas sus lectoras.Dios les bendiga.

  8. La' Vete dijo:

    Muy bueno el capi, ya cuando ibamos bien que aparece piedra en el camino, pero bueno asi es la vida de los dioses ^^ Aunque yo tambien lo senti algo corto. Esperare tranquilamente a la siguiente semana. Gracias chicas por este maravilloso fic que alegra mis miercoles.

  9. Agra dijo:

    *Frotandose las manos de lo interesantón que se pone el tema.
    La aparición de Bi me ha encantado, (esperando que se cuiden mucho él y todos los demás que estan en el ejército, y sobretodo que no pase nada con Corea del Norte).
    Y me ha encantado que Atenea fuera «la señora», sinceramente creo que Ares y Sun Rae van a necesitar bastante mediación de ella para arreglar las cosas.
    Vale, éste capítulo me ha parecido sencillamente perfecto.

  10. Tamaragua dijo:

    Cachis!!! Por qué sois tan «cabritas» como diría la chingu ARI??
    Llevo semana d mierda y ya ni sé en el día q vivo, así q me acuerdo minutos antes d acostarme q hoy es miércoles, and that means…KOJITMAAAAAAL day!! ^^ Así q me he venido a leer la nueva entrega semanal d mi fic favorito!! ♥♥ Y me dejáis….patinando ¿?? oO
    Me dejáis en babia, as usual, joer!! ¬¬ A ver si ahora q Sukkie empieza a interesarse x la historia personal de Sun Rae de paso nos enteramos las lectoras más incondicionales del bomba d q webs le ha pasado en la vida a esta chiquilla para q se halla cerrado tanto en banda con los maromos, incluído el maromo mayor, uri ARES del AmoR HermosO (hermosísimo, XD)
    Ná el día q acabe comiendo muñones en lugar de uñas y padrastros os mandaré selca d ello para q tengáis documento gráfico d lo mal q nos lo hacéis pasar cada vez q finalizamos un nuevo capi de ste fic!! =P
    FIGHTING, Sonia & Mi Amuleto de La Suerte ♥♥
    Ná de akí al año q viene Kojitmal verá un final!! XD Y vtras dejaréis de estrujaros el cerebro pa seguir sacando semnalmnt un cap nuevo!! XD

  11. OMG! Hasta que apareció mi marido en la historia…
    Este capítulo se me ha hecho muy cortito, pero igualmente me encanta. Siempre ocurre algo que no me esperaba, ¿cómo puede ser posible, con tanto dorama a amis espaldas?, jajaja.
    ¡Seguid en ello! 😉

  12. rosaday dijo:

    FOTAZO total del papasote gracias chicas , otra semana en ascuas .

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