When the dark night passes, capítulo 3

Por @autoresinvitados @Jeannelok

Jimin 3 BTS Bangtan Boys
Capítulo 3:

Aquella noche, Ji Min despertó envuelto en sudor y rompiendo el silencio con un grito. Se incorporó, jadeante y tardó unos minutos en recuperarse. Pensaba que no volvería a soñar con aquel día, pero estaba claro que no era así. Se levantó de la cama e intentando hacer el menor ruido posible, se metió en el cuarto de baño y se examinó las piernas. Sabía que no encontraría nada en ellas, que todo había sido una pesadilla, sin embargo tenía la urgencia de asegurarse. Al comprobar que no tenía nada, suspiró y se sentó en la bañera, sujetándose la cabeza con las manos.

Habían pasado diez años, pero todavía le asustaba ese recuerdo. Y cuando volvía a su memoria esa vez en que mientras se bañaba en la playa, una medusa se había enredado en sus pies y casi lo había ahogado. También le venía a la memoria que había sido Tae Hyung quien, sin dudarlo, le había socorrido y por eso estaba respirando todavía.

Apretó la palma de las manos contra la frente hasta que se clavó los dedos en la zona occipital. Necesitaba alejar esos recuerdos de él, porque recuperar a Tae Hyung era, prácticamente, imposible.

Cuando Ye Gi llegó al instituto, se encontró nada más entrar a Sun Young. Al verla, la otra chica le dio alcance y le pasó un brazo por el cuello, acercándola hacia ella y revolviéndole el cabello sin importarle despeinarla. La menor de las chicas aguantó aquella muestra de afectividad, aunque no se lo hubiera permitido hacer a ninguna otra persona.

—Sí que llegas pronto.

—Me he levantado antes—respondió Ye Gi, encogiéndose de hombros—. Pensaba que vendrías con Yoon Gi.

—Tienes que aprender a llamarle Yoon Gi oppa, sería gracioso—comentó, aunque ella misma no lo hacía—. Aunque no entiendo por qué tendría que haber venido con él.

—Las parejas suelen venir juntas a clase.—cuando dijo esto, Sun Young se apartó de ella para mirarla con seriedad intentando asegurarse de que había escuchado lo que creía que había oído, y al hacerlo, se echó a reír.

—¡¿Se puede saber de dónde sacas algo tan divertido?!

—…¿No sois pareja? Entonces, ha sido culpa mía por sacar conclusiones precipitadas, lo siento…

—Bien, espera. Esto es muy divertido. Pero, ¿sabes? Tampoco vas del todo desencaminada. Te voy a contar un secreto, pero no lo sabe nadie, ni siquiera Ji Min… ¿me prometes que lo guardarás?

—Claro.

—Yoon Gi y yo estuvimos saliendo. El año pasado, antes de que se pusiera enfermo. Duramos alrededor de una semana.—y tras decir eso, sonrió divertida, aunque Ye Gi no encontraba qué era tan divertido en todo aquel asunto.

—Vaya. Qué lástima. Hacéis buena pareja.—aunque fue tan escueta como era normalmente, su voz denotaba que no mentía.

—¿No vas a preguntarme qué pasó?—Ye Gi asintió con la cabeza, pero en realidad no planeaba preguntarlo— Al cabo de una semana, Yoon Gi vino y me dijo que creía que había sido una mala idea y que sólo me veía como una amiga. Se disculpó, y me pidió que siguiéramos como siempre. No me dio opción ni a sentirme mal—dijo, poniéndose un mechón de cabello negro corto detrás de la oreja—. Aunque en realidad, no había mucha diferencia entre esos días de novios y el resto como amigos, por eso nadie notó nada.

—¿Y por qué no quieres que se lo cuente a nadie?

—Mmm…—antes de que pudiera responder, alguien las llamó a lo lejos y al volverse, se encontraron con que Ji Min se acercaba a la carrera. Sun Young abrió los brazos y lo atrapó entre ellos, estrujándolo— ¡¡Ji Minnieeeee, buenos días!!

—¡¡Noona!!—se quejó éste, logrando soltarse al fin— Cada día eres más efusiva.

—Pues ya verás cuando vea a Jung Kook, ése me deja apachurrarlo hasta que me canso—al principio no había sido así, desde luego. Ahora, lo único que hacía era quedarse estático sin saber cómo responder al abrazo—. Yoon Gi la última vez me empujó. Qué desconsiderado—hizo un mohín de mentira como queja. Ji Min sonrió. Sun Young era bastante única—, ¡ah, hablando de Suga, aquí viene!—gritó más que habló.

—No me llames así, encima a grito pelado de buena mañana.—bostezó él. Sun Young le agarró de las mejillas y se las estiró, aunque tal y como todos se imaginaban se ganó un manotazo suave para apartarla.

—Nuestra Bella Durmiente siempre de tan buen humor.—rió, dándose la vuelta y encaminándose a clase. Los demás le siguieron, ya despiertos del todo gracias a su vitalidad de buena mañana.

Ji Min se estaba lavando las manos en el baño cuando Tae Hyung entró. Al principio, los dos se quedaron estáticos, dirigiéndose una mirada a través del espejo. Se fijó en que el otro chico seguía creciendo, ¿cuánto mediría ya? Detrás de él, entraron Ho Seok y Nam Joon. Éstos últimos le saludaron con un movimiento de cabeza, mientras los tres pasaban por detrás de él y se iban a hacer sus necesidades en los retretes. Sin decirles nada, salió de allí.

—Dentro de dos semanas, tenemos otra competición de baile—comentó Ho Seok, subiéndose la cremallera y yendo también a lavarse las manos. Los otros dos le imitaron—. Ji Min también participará.

—De todos modos, lo más seguro es que ganes tú.—señaló Nam Joon, secándose las manos en la chaqueta de Ho Seok para molestarlo.

—¡Eh, para!—se quejó— Bueno, no es tan seguro.

—Ji Min es muy buen bailarín—dijo Tae Hyung, mientras salían del baño. No era usual escucharle hablar del que había sido su amigo, pero cada vez que lo hacía su voz se apagaba un poco. No parecía el chico feliz y alegre que todo el mundo conocía—. Así que es mejor que no se confíe.—no añadió nada más, y mientras caminaban por el pasillo se encontraron con otras personas, así que su actitud volvió a ser la de siempre.

Nam Joon y Ho Seok se dirigieron una rápida mirada. A pesar de que hacía ya tiempo que eran amigos del más joven, nunca habían logrado que les contase qué había sucedido. Y Yoon Gi, que iba a su misma clase tras haber repetido, parecía no saberlo tampoco por parte de Ji Min. Eso aumentaba la preocupación que sentían al ver cómo dos personas tan alegres y buenas, no podían estar en el mismo lugar juntas sin que el ambiente se volviera tenso. Sin embargo, sabían que no debían inmiscuirse y que, pasara lo que pasase, era algo que los dos chicos tenían que solucionar… ¿pero llegarían a hacerlo?

Era 1 de Octubre cuando Ye Gi faltó a clase. Durante el descanso, se lo dijo a Yoon Gi y Sun Young, así que ésta decidió escribirle un mensaje preguntando si se encontraba bien. Recibió una rápida respuesta diciendo que ya estaba de camino al instituto y que no se preocupara. Ante ello, los tres decidieron salir a recibirla a la entrada.

Mientras esperaban, frente a las puertas de entrada se detuvo un automóvil que a Ji Min no le costó reconocer. No era porque supiera gran cosa de coches, sino más bien porque le intrigó el dueño y qué relación podía tener con Ye Gi. Además, fue ella la que bajó del vehículo segundos después de que éste aparcase. También lo hizo el mismo hombre de las gafas de sol que la había incordiado un mes antes. Al verlo, Ji Min se puso en alerta y su gesto no pasó desapercibido para los otros dos. Sin embargo, ninguno se movió, atentos a la escena.

Desde donde se encontraban, no podían escuchar la conversación, pero sí ver los gestos y actitud de la chica y el adulto. Ella estaba más taciturna que de costumbre y su entrecejo estaba fruncido. Él quiso ponerle una mano sobre el hombro, pero ella se apartó. A medida que alzaban sus voces, ellos fueron capaces de captar algunas palabras.

—¡No tenías que venir a buscarme!—se estaba colocando la mochila a la espalda, y parecía dispuesta a no dejar que él se acercase a más de tres metros.

—Sabes que no puedo dejar que te saltes clases—en realidad, no lo escucharon del todo, pero al tenerlo casi de frente era fácil deducir que había dicho eso leyéndole los labios—, ¡venga, Ye Gi!

—¡Hoy no es un día cualquiera! ¡Hace un año de…!—se calló. Por primera vez, les dio la sensación de que iba a ponerse a llorar delante de alguien. No obstante, cuando volvió a hablar y aunque les costó más escucharla, parecía tranquila— Me voy a clase.

Al darse la vuelta, se dio cuenta de que estaban los tres en la puerta de entrada, mirándolos. Apretó los puños, furiosa. No con ellos por haber estado espiándoles, más bien consigo misma porque hubieran tenido que presenciar la escena. De todos modos, hizo tripas corazón y avanzó hasta ellos, saludándolos al llegar.

—¿Has comido algo? ¿Tienes hambre?—preguntó la otra chica, mientras caminaba. Aunque no pretendía hacerlo, su tono de voz fue más suave y tranquilo que de costumbre.

—No he comido, pero no tengo hambre… Sun Young… no hace falta que me hables con tanto cuidado. No te voy a morder. No tengas miedo, a pesar de mis antecedentes.—le dedicó una sonrisa torcida. La aludida se mordió el labio inferior y levantó la mano. La poso sobre la cabeza de su amiga y la acarició con ternura.

—No te tengo miedo. Y no te hablo con cuidado porque crea que me vas a hacer nada. Es porque estoy… estamos preocupados por ti. Parece que vayas a echar a correr en cualquier momento.—Ye Gi recibió las palabras como un mazazo. Estaba acostumbrada a que nadie supiera en qué estaba pensando, y mucho menos que se diera cuenta de sus debilidades. Por eso, al escuchar a la otra chica decir aquello y mirar a los otros dos, sintió que se le escapaba el aire. Se estaba encariñando demasiado deprisa de ellos, les estaba mostrando el lado oculto de sí misma… y, aunque sabía que estaba bien hacerlo, eso la aterraba.

La campana sonó, indicándoles que era hora de regresar a clase. Mientras los dos mayores se marchaban, ella se quedó allí, pasándose la mano por la cabeza, justo por donde Sun Young lo había hecho.

—Me dijiste que estábamos ayudándote a confiar en las personas—le dijo Ji Min, agarrándola con suavidad del brazo para hacerla caminar—. Sería mejor si dejases de ignorar cómo te estamos haciendo sentir, y comenzases a tenernos en cuenta.—Ye Gi sabía que el chico lo decía de buena fe, pero no le respondió. Porque ella quería intentarlo, y sabía que no podía estar toda la vida huyendo de los demás. Pero tenía miedo de confiar y salir herida de nuevo. De confiar en alguien y perderlo.

Una respuesta a When the dark night passes, capítulo 3

  1. Heennytha dijo:

    ¿Por qué tan corto?

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