Háblame de tus alas, capítulo 5. La caja del sufrimiento.

By @jeannelok

Capítulo 5. La caja del sufrimiento.

A veces le sorprendía su mala suerte. Todo era fenomenal, por primera vez en mucho tiempo estaba encontrándole sentido a la vida, porque él había regresado a ella. No significaba que tener a su hermana a su lado no fuera suficiente, ni mucho menos. Agradecía tenerla más que el sediento en el desierto un simple trago de agua, pues si ella no hubiera estado, si también ella la hubiera abandonado en el mundo… nada habría tenido sentido. Sola, sin nadie en quien apoyarse o confiar… Y los días eran monótonos, todos iguales dentro del sufrimiento que intentaba minimizar… entonces, llegó él, volvió a sus vidas y el aire olía diferente. Un soplo de vida fresca entre tanta muerte del alma.

Y sus sentimientos volvían a surgir, esta vez sentimientos de mujer y no de joven entrando en la adolescencia. Le recordaban que le encantaba estar al lado de Leeteuk, su bonito rostro y el brillo de la luz sobre su cabello ora rubio. Pero también se había dado cuenta de que no tenía por qué ser la única que viera sus sentimientos reforzados y que cabía la posibilidad de que sucediera lo que acababa de ver. Se detuvo de repente, dándose cuenta de que se había puesto a caminar sin rumbo después de ver aquello cuando iba a avisarles para comer. Miró alrededor, a la oscuridad que la rodeaba. Los árboles se cernían sobre el camino y…sobre ella. La soledad era una mano férrea que se metía en sus entrañas y se aferraba con fiereza a su corazón, estrujándoselo sin piedad e intentando arrancárselo del pecho, recordándole que no era nadie, y que si esos dos volvían a estar juntos…ya no tendría a nadie. Porque querrían recuperar el tiempo perdido, y no tendrían tiempo para ella. Porque a pesar de todo el amor que sentía por él, no sería capaz de entrometerse en esa relación, dado que los quería demasiado a ambos como para desear que sufrieran.

Cayó de rodillas al suelo, agarrándose el pecho mientras aquella mano invisible seguía tirando de él y sintió que comenzaba a faltarle el aire. La oscuridad, la soledad, la pena, la tristeza…la caja del sufrimiento quería tragársela y dejarla sin vida, lo sentía, porque el aire entraba por su nariz y boca pero no llegaba a sus pulmones. Las lágrimas caían sin cesar de sus ojos, y se preguntaba por qué, ¿por qué la felicidad de dos de las personas que más quería podía atormentarla de esa manera?

-¡Yu Jin!-una voz llamó su atención y quiso voltearse a ver quién era, necesitaba dejar de llorar y volver a respirar, no podía dejar que nadie la viera en aquella situación, no. Porque les preocuparía, y sobre todo preocuparía a Yu Sun y su hermana no necesitaba más sufrimientos de los que ya había padecido. Una sombra se acercó a ella y aquello le provocó otro escalofrío, porque todo lo que veía era de color negro, quizá gris, pero nada más. Quiso gritar, pedir ayuda, porque necesitaba que alguien la sacara de la caja, la liberase. Intentó centrarse en las fotos que tenía alrededor de las paredes de su cuarto, los miles de rostros sonrientes desconocidos, la felicidad de aquellas personas que intentaba adaptar como propia.

Sintió unas manos aferrarse en sus hombros y gritó, al fin gritó. Gritó con desesperación, sollozó y golpeó el pecho que se echó sobre ella, deshacerse de los brazos que la rodeaban tierna pero fuertemente. Al fin pudo ver algo entre las lágrimas y la oscuridad, y distinguió un rostro conocido, y notó otra mano sobre la espalda, frotándosela, calmándola.

-Yu Jin…Yu Jin…-la voz de Ryewook detrás de ella era suave, y repetía una y otra vez su nombre intentando traerla consigo a la realidad. Kyuhyun aflojó el abrazo con el cual intentaba calmarla y finalmente, la soltó- Ya está, estamos aquí, contigo. Relájate, no pasa nada… ¿ves? Ya está, somos nosotros.

-Tenía miedo…-sollozó, a duras penas podía hablar- Estaba sola…no quiero…otra vez no…

-Ya ha pasado. -Kyuhyun le acarició la cabeza. Kyuhyun, quien siempre vivía en su mundo y sólo había visto hacer bromas de vez en cuando, aquel que cuando no eran del todo cercanos había ido a buscarla bajo la lluvia sin importarle el empaparse, aquel que poco a poco había comenzado a acercarse a ella…

-No quiero que…me vean…no así.

-Tenemos que volver pronto, se habrán asustado por los gritos-Ryewook se inclinó delante de ella y le tendió un pañuelo para que le sacara las lágrimas-, pero ya me adelanto yo, y les distraigo. Tú cálmate y límpiate bien, pero no tardéis mucho en regresar.- Ryewook, quien a pesar del poco tiempo que tenían en cuanto la veía hablaba con ella de recetas, le daba golpecitos de ánimo en la espalda cuando se desesperaba por una mancha, le daba consejos y que, antes de que pudiera darse cuenta, pues no estaba acostumbrada a ello desde hacía tiempo…se había convertido en su fiel aliado, en su mejor amigo.

Se maldijo.

Se odió.

¿Por qué se había dejado llevar de aquella manera y había sido tan estúpida? Desde que los había conocido, no estaba sola. Aquellos que durante tanto tiempo había admirado desde lejos, centrada en uno pero viéndolos a todos, ahora poco a poco formaban parte de su vida diaria. Quizá les veía poco, compartían pocas palabras…pero un simple saludo era muchísimo mejor que la nada.

Tenía que comprender eso. Y comprender que pasara lo que pasara, otra vez debía esconder sus sentimientos, amar desde lejos y apoyarles, porque ellos dos se merecían la felicidad y estar juntos y ella lo sabía mejor que nadie.

 

-¿Quieres que le pegue?-fue lo primero que preguntó Eunhyuk cuando aparecieron- Kyu, ¿cómo se te ocurre asustarla de esa manera? Si se había perdido, la pobre debía estar asustadísima…

-¿Estás bien?-dijo a su vez Yu Sun, abalanzándose sobre ella y abrazándola. Yu Jin le devolvió el abrazo con fuerza y asintió con la cabeza.

-Sólo estaba jugando, pero me ha pillado tan por sorpresa que no he podido evitar chillar.-mintió, dándose cuenta de que lo que Ryewook les había contado era simplemente que Kyuhyun le había gastado una broma, asustándola y que quizá él se había acercado antes para calmarles el susto, lo cual sí era cierto.

-Esas bromas no están bien.-le recriminó Ji Sang al muchacho, acercándose a ella también.

-Lo siento…

-No, no ha pasado nada, en serio. No te disculpes, y vosotros no os enfadéis-no se veía con fuerzas de desmantelar toda la artimaña, dejarlos como mentirosos y tener que contar la razón por la cual había chillado, si ni ella misma estaba segura de ello. Pero tampoco podía permitir que arremetieran contra Kyuhyun- Tengo hambre y es muy tarde, ¿comenzamos la barbacoa y cenamos?

 

La noche terminó sin más incidentes. Yu Sun no dejaba de mirar de soslayo a Leeteuk, rememorando en su mente todo lo que había acontecido un par de horas antes. Se habían besado, sí. Una y otra vez, hasta que ella se había apartado de él, le había mirado fijamente y se había disculpado, alegando que no podía hacer eso, que no podían regresar a lo que tuvieron. Él la había estrechado entre sus brazo con fuerza, impidiéndole escapar tal y como ella quería hacer.

-No te he pedido regresar a nada-le había dicho él-. Pero sí te pido que estés conmigo, en mi vida, desde ahora y mirando hacia adelante.-no podía resistirse, no a él. Debería ser lo suficientemente inteligente como para darse cuenta. Finalmente ella le había devuelto el abrazo, primero insegura y después con fuerza. Sólo había una cosa que le chirriaba y que le hacía dudar, una cosa que no dejaba de cruzar su mente y la hacía sentir muy cruel. Pero en aquellos momentos no podía pensar con claridad, y una voz en su cabeza le dijo que por una vez que pensara en sí misma antes que en los demás, por un momento que deseara su propia felicidad solamente, no iba a hacer daño a nadie… ¿Cuando el embrujo de la noche se rompiera, se vería capaz de disculparse con su hermana, ya que sentía en su ser, aunque no estaba segura de por qué, que aquella relación iba a herirla?

Finalmente se habían separado, dado que se había hecho tarde y deberían ir a comer, justo cuando escucharon un grito que enseguida reconocieron como proveniente de Yu Jin y al correr hacia el lugar del que venían se encontraron con todos los demás, sorprendidos también, y finalmente con Ryewook que les pidió que se calmaran con aquella sonrisa suya. Pero ella no podía calmarse, no podía después de haber escuchado el grito desgarrador de su hermana y no pudo hacerlo hasta que la vio aparecer, sana y salvo pero…extraña. Sombría, quizá. Diferente. Pero ella dijo que estaba bien…y Yu Jin no le mentiría… ¿verdad?

Después de aquello, habían ido a cenar y se había mantenido todo el rato junto a su hermana aunque en su campo de visión sólo entraba Leeteuk. Estúpida e idiota, así era como se sentía por depender tanto de un chico. Era extraño, no parecía ella y sin embargo…no le importaba del todo comportarse así, le gustaba la emoción que se acumulaba en su pecho cuando estaba con él.

Y ahora volvían a ser… ¿pareja? En realidad no estaba segura de lo que eran, pero tampoco le importaba. Él sólo le había pedido que se quedara a su lado, que le acompañara en el trayecto de la vida. Juntos, juntos, juntos, juntos… sólo eso era importante, ¿novios, pareja? ¿Abrazos, besos? Todo daba igual, si podía estar a su lado.

Idiota, idiota, idiota. Era una idiota enamorada. Como nunca lo había estado.

 

Unas dos semanas más tarde, Eunhyuk y Donghae todavía rememoraban momentos vividos en la cena que hicieran todos juntos. Era normal que la felicidad les embriagase, dado que en muy pocas ocasiones tenían tiempo de estar todos juntos para descansar (aunque como eran puro nervio, hacían de todo menos eso). Y al día siguiente, 14 de agosto, les tocaba comenzar el Super Show III y a partir de entonces, un concierto tras otro, viajando día sí y día también. En realidad no distanciaba mucho de su vida diaria, pero sí que resultaba más agotador porque los conciertos solían ser muy largos y estar llenos de adrenalina, por lo cual era una de las épocas en las que menos dormían a pesar de ser días en los que más necesitaban descansar.

Pero, obviamente, ellos no iban a hablar a nadie de cuán agotados se encontraban, ni siquiera con su pareja. Ni Shindong con su futura esposa, ni Leeteuk con Yu Sun, para no preocuparlas. Aunque Leeteuk no lo había dicho directamente, sí que había ido dejando caer ciertas expresiones y comentarios que dejaron claro que entre ellos dos existía una relación. Cuando lo hizo obvio del todo, el día antes de la gira, Yu Jin acababa de volver de comer en un súper cercano y se encontraba fregando los platos, por poco no volvió a romper uno al igual que el primer día. Estaban ellos animadamente hablando, aunque Ryewook se había quedado con ella para ayudarla pues era al único que le dejaba hacerlo aunque los otros de vez en cuando también insistieran. En medio de la conversación, como si fuera lo más normal del mundo, Leeteuk suspiró alegando que echaría en falta los besos de Yu Sun, haciendo que sus amigos saltaran en vítores y gritos emocionados porque al fin lo hacía totalmente público.

Yu Jin lo sabía desde el principio, al fin y al cabo los había visto. Y durante dos semanas, lo había podido llevar mejor de lo que creía, aferrándose al rescate que el muchacho que se encontraba a su vera y el joven del grupo le ofrecieron. Pero escuchar a Leeteuk decir con sus propios labios, totalmente enamorado y con tanta emoción, aquello… Dejó el objeto a un lado y suspiró con fuerza, aferrándose a la pica del agua.

-¿Os importa si hoy me voy antes?-preguntó la chica, interrumpiendo la animada conversación. Todos se volvieron a verla.

-¿No te quedarás un rato más hoy? Mañana nos iremos tempranísimo para ensayar y no pasaremos por casa casi para nada más que dormir en unos días.-lloriqueó Eunhyuk.

-Vendré a veros antes de que os vayáis.

-Salimos de aquí antes de las seis.-le recordó Siwon.

-Pues estaré aquí a las cinco, pero ahora tengo que irme. Acabo de recordar que tengo algo que hacer. Algo importante.-remarcó. No pudieron negarse, al fin y al cabo era la primera vez que la chica les pedía marcharse antes de tiempo y tampoco tenía por qué enterarse ninguno de los managers y rebajarle el sueldo (ya sabían todos que uno de ellos lo haría sin pestañear). Echarla, por supuesto, nunca entraría en sus planes después de lo difícil que había sido encontrar a alguien de confianza y competente.

-Te acompañaré-dijo Ryewook, secándose las manos con un trapo-, así aprovecho para comprar una cosa…-y fue a ponerse una gorra y una mascarilla. Hacía mucho calor, pero no podían arriesgarse a ser vistos con una chica o la única que lo pasaría mal, al final, sería ella.

Fueron hasta el ascensor en silencio, después de que ella se despidiera y prometiese regresar por la madrugada al día siguiente. Le habían dicho, al final, que se despidiera entonces y que no hacía falta que madrugase y fuera a las cinco de la mañana, pero ella había dicho que ya entraba en sus planes hacerlo. Llevaba varios días preparándoles un regalo de ánimo y todavía no había terminado, así que tendría que hacerlo aquella noche. Por eso llevaba los dedos llenos de tiritas, porque si había algo que a ella no se le daba bien de casa era coser, y les había mentido diciéndoles que le salía alergia en las manos y que así no le picaba tanto. Últimamente parecía mentir mucho.

-¿Te encuentras bien?-preguntó al fin el chico cuando estuvieron a solas en el ascensor, sin poder resistirlo más- No contestes si no quieres, pero en serio…no hace falta que vengas tan temprano mañana, al fin y al cabo ni siquiera nos vamos aún al extranjero y Eunhyunk hyung ha exagerado, nos veremos de nuevo tan pronto que ni te darás cuenta.

-Quiero venir, en serio.

-… De acuerdo. Pero sólo te pediré una cosa, que los demás no han pensado en decirte… no hagas planes mañana. -y disimuladamente, él volvió a meter en el bolsillo del pantalón algo que estaba sacando para darle en nombre de todos-Sabes que puedes confiar en mí.-volvió a romper el silencio, todavía preocupado por la extraña reacción de la muchacha, aunque intuía por qué había sido.

-Preguntas, pero lo sabes, ¿verdad? No soy buena disimulando, y me doy cuenta de que tú enseguida has descubierto cómo soy…y lo que me gusta. Una vez me dijiste que le quiero, te referías a como amigo. Pero ahora ya sabes la realidad.

– Debe de ser…difícil.

-Difícil, doloroso. Un amor inútil.

-El amor nunca es inútil.-puntualizó él.

-Permíteme dudarlo-respondió ella-. Creo que por aquí nuestros caminos se separan-comentó, señalando con la cabeza el mismo súper donde ella solía comer ramen-. Mañana os veo.

-Estoy aquí para lo que sea, de verdad. No son palabras vacías.

-Lo sé, y te lo agradezco. Pero al fin y al cabo, es algo que debo soportar sola-como siempre, sola. Quizá iba a ser más difícil de lo que pensaba acostumbrarse a tener personas de confianza a su lado-, ¡¡nos vemos!!-y antes de que el chico pudiera decir algo más para detenerla, le dio la espalda y se puso a caminar sin freno. Tenía que hacer algo. Algo importante. Tenía que aclarar las ideas, y escuchar la voz de Leeteuk no la ayudaba.

 

Llegó la noche y se dio cuenta de que debía regresar a casa. Además, ya estaban cerrando el lugar. El cementerio cerraba sus puertas más tarde en verano dado que el sol también tardaba más en marcharse, pero eran muy puntuales en echar a la gente y cerrar. Se daba cuenta de que últimamente casi no acudía allí, cuando al principio había ido cada día… ¿y desde cuándo se había convertido para ella un lugar en el cual calmarse y aclararse? Al principio, lo único que sabía hacer cuando llegaba ante aquellas tumbas era sollozar desesperadamente, preguntar por qué, por qué las habían abandonado… y curiosamente, ahora acudía a aquellas frías y grises tumbas pidiendo consuelo.

-Os echo de menos…-musitó, dejando que las palabras se llevaran el aire al cielo, para que les llegase, las escucharan e hicieran algo con ella, y lo miserable que estaba siendo su vida desde que no estaban- ¡Yu Jin!-pronunció su propio nombre en voz alta- No tengas esos pensamientos. No, recuerda que a una persona…la condicionan las palabras. Da gracias por las cosas que tienes… da las…gracias…-e intentando convencerse a sí misma de sus propias palabras, les dio la espalda a las tumbas y se marchó del lugar, regresando a casa para preparar la comida a su hermana.

Antes de que se diera cuenta, dieron las cinco y se encontraba, sin haber dormido prácticamente nada, llamando a la puerta de casa de los chicos. Le abrió Leeteuk, con cara de somnoliento y poco le faltó a la chica para caerse al suelo dado que en aquellos momentos, era el último que deseaba que le abriera la puerta.

Vale, en realidad, así mejor. Enfrentarse al dolor de frente, eso es lo que tenía que hacer.

-¡Oppa, no me digas que aún dormías!-entró en la casa haciéndole a un lado- ¡Pero si os dije que iba a venir a las cinco! ¡¡Buenas!!-le gritó al oído a Donghae, quien se había quedado dormido en una mala postura en la silla. El chico prácticamente se cayó al escucharla y la maldijo por ello, a lo que la muchacha respondió sacándole la lengua- He supuesto que no tendrías ganas de desayunar a estas horas, pero igualmente os he traído unos sándwiches porque debéis presentaros a los ensayos con fuerza, que luego sabemos lo que pasa: enfermáis y os desmayáis.

-¡¡Eh, pequeñaja!!-fue Leeteuk quien se quejó, sabiendo que se refería a ella- Ven, relájate, tenemos algo que darte.

-¿A mí?

-Te dije que no hicieras planes-la cabeza de Ryewook apareció repentinamente por el pasillo-, porque los tienes hechos con nosotros.

-¿A qué te refieres?

-A que tu hermana y tú vais a venir a vernos al concierto.-le dijo, tendiéndole un par de entradas para el Super Show de aquella tarde. Yu Jin se quedó muda, observando la mano que se las tendía, después al dueño, volviendo a mirarlas y así un par de veces hasta que Kyuhyun, recién salido de la ducha y con el cabello goteando, al verla se acercó, le agarró el brazo y le obligó a cogerlas.

– Mi hermana trabaja.-fue lo único que atinó a decir, frenando las lágrimas de emoción que pugnaban por salir de sus ojos.

-Ya nos hemos encargado de eso. Un ídolo tiene sus trucos bajo la manga.-comentó Shindong, sonriendo misterioso.

-Me dais miedo.

-¿No nos vas a dar las gracias?-preguntó Eunhyuk, emocionado también mientras Sungmin tenía la cabeza apoyada en su hombro.

-…No puedo…-reconoció ella, tapándose la boca mientras sin poder evitarlo ya, las lágrimas corrían por sus ojos. No sólo mentía mucho: también lloraba sin cesar.

-Oooh…-Leeteuk se acercó a ella, rodeándola con un brazo para reconfortarla sin saber que por un lado, lo único que hacía era herirla más- Pequeñaja, no llores, está bien. Nos hace mucha ilusión que vengáis.

-Ji Sang irá con vosotras-comentó Heechul-, le hemos dicho dónde vivís así que irá a buscaros.

-Para tu hermana también es una sorpresa, así que por más que se niegue, oblígala a venir.

-Leeteuk Oppa, sabes que ella es muy cabezota.

-Igual que sé que ante la única persona que deja de serlo, eres tú.-tenía que responder algo rápido, apartar la mirada de aquella resplandeciente sonrisa que la cegaba y embobaba si no quería que se dieran cuenta todos de que bebía los vientos por el chico que la aferraba con tanta fuerza.

-A parte de los bocadillos…también tengo otra cosa para vosotros.

 

Aquella tarde, mientras las tres chicas observaban a Super Junior actuar en el escenario sentadas en las gradas, Ji Sang disfrazada para no ser descubierta, en un momento dado Leeteuk se sacó del bolsillo una bolsita con la palabra “ánimo” cosido en él y lo besó enseñándoselo al público antes de volver a guardárselo con cuidado. Una bolsita llena de buenos pensamientos y deseos por parte de Yu Jin, quien en aquellos momentos, de nuevo entre lágrimas de emoción, se preguntaba si sería capaz de dejar de amar algún día a aquel ángel de blancas y puras alas, que bailaba, cantaba y jugaba sobre el escenario, aquel ser tan cercano…y a la vez lejano a ella.

Háblame de tus alas, índice de capítulos.

 

11 respuestas a Háblame de tus alas, capítulo 5. La caja del sufrimiento.

  1. Jeannelok dijo:

    Aprovecho para deciros que…aunque no responda los comentarios, los leo todos. Varias veces. Pero no sé qué deciros a parte de gracias, mil gracias, muchísimas gracias.

  2. claudia.l dijo:

    guauuuuu, que bello capítulo!!!!

    Me ha encantado tu fic… tu manera de narrar… algo tan dificil de expresar como el dolor, la angustia… el desamor.. el amor… me ha llegado al kokoro sumbae 😀

    Espero ANSIOSA el próximo jejeje

    saludos!!

  3. ale dijo:

    Que hermoso escribes de verdad!
    *.*
    simplemente me ENCANTO el cap!
    ojalas la sigas pronto!
    😀

  4. miaac24 dijo:

    Escribes de maravilla , la verdad es que me emocionas, espero que en el proximo cap aparezca algo mas Yu Sun pq su historia me parece preciosa.

  5. claudia.l dijo:

    auchhh… olvidé algo importante!!!!

    Me muero de ganas por saber que le deparas a Kyuhyun en este fic 😀

    Este niño hermoso que apenas ayer cumplía 23 añitos (occidentales, aclaro).. es mi suju favorito.. su voz me conmociona y su rostro bello, sus ojos tiernos, esa expresión de amabilidad y tranquilidad que tiene.. kyaaaaaaaaaaaa me mata ese precioso…

    Gracias, gracias y gracias mil.. no quiero decir con ello que Kyuhyun es mi motivo para leerte …noooooooo.. si ya te dije que escribes de maravilla… solo que la inclusión de este Dunseng hermoso ayuda mucho 😉

    Fighting!!!

  6. ARI8 dijo:

    Dios, pero qué triste y a la vez hermoso. Me alegré por Yu Sun pero Yu Jin me da mucha pena.
    Te quedó genial, como siempre, pero sólo te pido un favor, haz que ambas hermanas tengan un final bonito y redondo porque es lo que se merecen, no las hagas sufrir más, jebal (modo ojitos, ON).
    Sé que esta vez llego tarde para comentar pero es anduve con otras cosas. Espero la próxima parte con muchas ganas.

  7. tomodachi005 dijo:

    buuu en este capitulo me emocione mas, casi lloro me apeno mucho lo de la pequeña hermana, pobrecita debe ser dificil amar a la persona y ni siquiera poder luchar por ese amor ya que es la felicidad de tu hermana a quien amas y se lo merece, wuauuu que emocion espero el siguiente capitulo.. felicidades, exitosss

  8. MaDDy dijo:

    De verdad q escribes muy bien…pude sentir q los personajes q hasta lágrimas me salieron al final…me transporté en este capítulo completamente……
    Felicitaciones…ya ahora voy por el otro…

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