“거짓말” kojitmal – Mentira. Capítulo 7

by @Jeannelok y Nuna

Capítulo 7

Sun Rae no tenía por costumbre confiar en cualquiera, sin embargo en aquellos días se había sentido tan indefensa y necesitada que se encontraba en un barrio que no era el suyo, en una cafetería, llorando frente a una desconocida y explicándole lo mal que se lo estaba haciendo pasar un chico.

Le contó que la perseguía, la acosaba, que ella no quería saber nada de él, que estaba loco, que la tenía atemorizada…

La desconocida escuchó amablemente. Era una mujer sobre la cincuentena, pero que igualmente se mantenía en un estado de hermosura impresionante. Sus ojos eran amables, todavía más pacificados por las leves arrugas que los rodeaban. Sus labios eran pequeños y siempre formando una leve sonrisa del color de la cereza. Vestía elegantemente, pero sin joyas. Sencilla, pero llamativa…

Allí se encontraba, aquella distinguida señora escuchándola atentamente e instándola a que se tomara el té caliente que les acababan de servir. Sun Rae lo hizo, sintiendo que el agua caliente al pasar por dentro le abría los pulmones y tranquilizaba sus lágrimas.

-Lo siento, es tarde y yo…-dijo con voz ahogada.

-No te preocupes, pequeña. Nadie me espera en casa.-la muchacha se sentía confusa. Aunque solo hacía unas horas que se conocían, sentía que aquella extraña mujer sabía de ella desde mucho antes. La manera de hablarle, como si la conociera…intentó borrar aquella idea de su mente. No, no podía ser, era simplemente una sensación.

-No sé qué hacer…-suspiró finalmente, con el pecho cargado de dolor. La mujer alargó una mano de largos dedos blancos y finos para posarla sobre la suya, que ante tanta majestuosidad se le antojó pequeña y chabacana.

-¿Puedo serte sincera?

-Por favor…

-Aléjate de él. Da igual lo difícil que sea, pero no te mantengas más tiempo a su lado. Lo único que te hace es…daño.

-Pero yo…

-No te mereces todo esto…

-No puedo, ¡no puedo! Para hacer eso debería dejar mi trabajo, ¡no puedo hacer eso!

-¿Estás segura de que esa es la única razón?-por un instante, la sonrisa dulce se le antojó más sombría, antigua y sabia. Apartó la mano de un gesto, temblando. ¿Últimamente parecía que todo el mundo escondía dentro de sí mucho más de lo que mostraba?

-¿Cuál otra puede haber?-el silencio las envolvió. Se sintió analizada, y se dio cuenta de que ambas sabían algo sobre sus palabras. La respuesta estaba bien clara y delante de ella, pero la muchacha no quería ni verla, pensarla ni valorarla. No, porque significaría renunciar a sí misma y sus ideales.

Está loco…está rematadamente loco…y yo, yo estoy loca si llego a pensar que él, aunque sea un poco…puede…atraerme.”

A pesar de aquellos labios que la habían atrapado casi haciéndole olvidar que las piernas debían sostenerla, y de aquel aroma masculino, y su rostro andrógino que se le antojaba especial…no podía caer ante sus encantos. No era la primera vez que conocía a alguien así, al fin y al cabo trabajaba con actores desde hacía tiempo… ¿No?

-No hay nada-terminó por decir, acabándose el té humeante-. No hay nada, simplemente que me importa demasiado…mi trabajo.

La mujer no respondió. Simplemente, se dedicó a clavar unos fieros e inteligentes ojos sobre ella, atravesándola. Quiso pedirle que dejase de hacer aquello, no obstante sabía que iba a ser un ruego echada al viento y quemado en el fuego.

Ella y él…tenían algún parecido. Mas quiso obviarlo, porque aquella mujer era la primera persona a la que lograba abrirse y no quería verse de nuevo sola, abandonada y débil.

***

El agua lamía suavemente su piel, llevándose todo rastro de suciedad en su cuerpo, pero dejando su alma intacta.

¿Por qué debía sentirse mal? Simplemente había atacado a su presa, ¿no?

Las gotas, cayendo una por una por el cabello ligeramente largo, acariciando con suavidad la nuez de su cuello y dibujando la trayectoria hacia abajo, pasando desde el pecho, por las caderas hasta los dedos de los pies.

Fría, totalmente congelada, como bloques de hielo clavándose en cada poro de su piel, jugando con las partes más blancas y volviéndolas rojas. No podía notarlo, ¿iba a hacerle daño aquello? ¡Obviamente que no! Pero sí a su cuerpo, su carne humana sufriría las consecuencias por arrastrarlo a usar los instintos que más odiaba y que más parecían predominar en él últimamente.

Cuando creyó que era suficiente, cerró el grifo y se quedó en él apoyado, con la cabeza gacha. Las gotas resbalando por sus labios… Se pasó la mano, para llevárselas.

¿Cómo podían ser los labios de una simple humana tan sabrosos y apetecibles? Necesitaba devorarlos, devorarlos completamente. Devorar a su dueña, le pertenecía, ¡obviamente!

Debía ser para él, por más que se resistiera.

Salió de la ducha, cubriéndose con el albornoz que pacientemente le esperaba pero sin abrocharlo, abriéndose en la cocina una botella de vino y sirviéndose en una copa. Se sentó en el sofá del comedor, saboreando la bebida.

¿Qué era lo que hacía a la chica dudar? No había nada malo en él, así que el problema debía estar en ella. Algo fallaba.

-No voy a rendirme –dijo al reflejo de su copa-, ¿de verdad cree esa chiquilla que puede lograr hacer que me retire?

Él podía echarse hacia atrás y darle tiempo, sin embargo su paciencia no era eterna. Estaba hasta las narices de jugar a algo que él no podía dominar, pero que ella no llevaba tampoco.

Apretó un poco la copa entre sus dedos, y el líquido en el interior tembló ligeramente.

-¿Cuánto tiempo más debería darte, pequeña Sun Rae? Sería mejor para ti…que dejases de resistirte a lo inevitable.

El cristal cedió ante su poder y la copa estalló en miles de pedazos, cubriéndole de vino y empapando el sofá y el suelo. Lo observó como si nada hubiera sucedido. Minucias. Se sacudió los cristales de la mano y se levantó.

El Dios de la guerra no era dado a jugar a las muñecas.

                                                                                    ***

Aunque al día siguiente Sun Rae rezó sobre todas las cosas no encontrárselo nunca de nuevo, sabía que iba a ser difícil. Él siempre lograba encontrarla…y no era porque siguiera asustada, el miedo podía dominarlo. Era la vergüenza y la humillación de que él pudiera ver las bolsas cargadas de sus ojos que delataban las lágrimas que claramente, había derramado por culpa de aquella bestia sin corazón.

Se las ingenió para escabullirse lejos del plató de rodaje, llevando ropa desde una tienda hasta una camioneta, escogiendo y descartando.

Los gritos de las fans histéricas viendo la sesión de fotografía se escuchaban con intensidad, pero ella hizo caso omiso, preguntándose si ellas le seguirían adorando de esa manera si supieran cómo era en realidad.

Quiso escupir sobre la ropa que estaba llevando, pues era la que él tendría que ponerse en un rato. Romperla, destruirla…quería que ella sufriera por él.

-Sun Rae -levantó la cabeza sorprendida, y más lo estuvo al ver a la persona que se encontraba frente a ella-. Sabía que eras tú, pequeña.-la mujer sonrió.

Ella no pudo evitar devolverle el gesto.

-¿Qué hace por aquí?

-Simplemente…paseaba. Tienes un aspecto horrible…-hizo notar. Sun Rae quiso echarse a llorar de nuevo.

-Si me ve así, será mi destrucción.

-Deberías hablar con él. Dejarle las cosas claras, para que no vuelva a hacerte nada semejante.

-Debería, ¿verdad? Debería…

Sun Rae terminó su tarea con la ropa y pidió un descanso para tomar algo con la mujer. Le preparó un café cerca del plató, pero lo suficientemente lejos a su vez, y se sentaron en un banco. Charlaron animadamente, intentando alejar la conversación de temas escamosos para la joven.

De repente, la mujer se puso tensa y alzó la vista hasta un punto no definido.

-Viene…será mejor que no me vea aquí-musitó, sin que Sun Rae pudiera escuchar más que un murmullo sinsentido. Sin volvió esta vez hacia ella para hablarle-. Pequeña, debo marcharme. Lo siento.-antes de que pudiera responder a la despedida, dejó el vaso vacío donde había estado sentada y se marchó. Su espalda desapareció rápidamente entre la multitud.

Sun Rae suspiró profundamente, agradeciendo que al menos la hubiera distraído durante un rato. Y al hacerlo, escuchó unos gritos acercándose. No le hizo falta levantar el rostro para saber con lo que iba a encontrarse y deseó estar en medio de un volcán en erupción.
Pasó por su lado, dirigiéndole una leve mirada que paso inadvertida para todo el mundo, menos para ella.

Estaba disimulando, porque las fans estaban delante. Y pensó, erróneamente por su parte, que iba a pasar de largo.

-¿Tomando un descanso? Yo también iba a…tomar algo.-mentira, mentiroso, de algún modo sabía que ella estaría allí y por eso deliberadamente decidió pasar por ese sitio.

-Pues que te siente bien.

-Venga, ¿no deberías portarte bien conmigo ante tanta gente?- el muy cabronazo sabía que ella se vería obligada a ser dulce y amable con él a causa de las fans que le perseguían. Sobre todo para protegerse a sí misma, pues una simple estilista no debía darse demasiadas confianzas con alguien como él.

Debía terminar con aquello. Quizá la mujer tenía razón, y ella…ella debía hacer trizas corazón, olvidar su orgullo y trabajo y enfrentarse a él. Mandarlo a donde se merecía estar.

Delante de la puerta del camerino, Sun Rae inspiró profundamente.

Tenía que intentarlo. Si aquel hombre tenía algo de corazón, debía encontrar qué fibra exacta era necesario tocar para hacerle entrar en razón. ¿Pero existía tal cosa? Llamó un par de veces, y escuchó su carismática voz del otro lado.

– ¡Adelante!

Entró, sintiéndose de repente muy pequeña, muy asustada y cohibida. Tenía algunos mensajes que darle y un par de citas que confirmar en la agenda que le había pasado el mánager.

Le tendió los papeles, que él examinó con desgana, y que le devolvió después.

– Mmmmm… por lo que veo, tenemos la tarde libre – comentó, con una sonrisa maliciosa.

– Tú, tienes la tarde libre, yo tengo trabajo – respondió ella, totalmente a la defensiva, y maldiciéndose en el mismo momento en que se dio cuenta de que su impulsiva respuesta no casaba con las intenciones que tenía al entrar allí.

Jang Keun Suk le dirigió una rápida mirada colérica.

– Sí… tienes trabajo… conmigo.

Muy a su pesar, Sun Rae no pudo negarse al plan que él le proponía. Según le explicó, no le había gustado el vestuario que le habían propuesto para una de las tomas del drama, y fiel a su particular y a veces estrafalario sentido de la moda, había pensado en elegir algo por sí mismo. Y a ella la necesitaba para que se hiciera cargo de las prendas una vez las hubiera escogido.

Anochecía cuando llegaron a una especie de almacén. Sun Rae, incapaz de caminar a su lado, lo seguía un par de pasos más atrás, pensando en la manera de iniciar la conversación que venía repitiendo en su cabeza desde la mañana. Se mostraba correcta e incluso se esforzaba por mantener una expresión tranquila. Había observado que si se comportaba así, él parecía también más contento, y quizás, más receptivo.

Keun Suk se dirigió al candado que mantenía la puerta protegida y lo abrió con unas llaves que sacó de su bolsillo.

– No te asustes, está algo polvoriento – dijo -. Este sitio es una verdadera mina. Abandonan aquí muchas cosas que deshechan de los rodajes, y si sabes buscar, puedes encontrar algunas verdaderamente interesantes.

Segundos después, Sun Rae lo siguió al interior, en penumbra. No veía nada, y chocó contra él, que se detuvo de repente. Escuchó su risa alegre justo antes de que las luces se encendieran.

El almacén era muy grande, y estaba lleno de todo tipo de cosas. Atrezzo, decorados, muebles… Él tenía razón, había cosas realmente interesantes.

Sun Rae se dirigió con entusiasmo hacia una zona donde habían apilados algunos muebles. Eran réplicas de mobiliario antiguo. Pasó la mano por la polvorienta ropa que vestía una cama antigua, mientras su mente soñadora se la imaginaba totalmente nueva y brillante.

– ¿Te gustan los dramas históricos? – preguntó él.

Sun Rae asintió, dejando escapar sin querer una tímida sonrisa.

– ¿Has visto Hong Gil Dong? ¿Qué te pareció el príncipe Lee Chang Hwui? – volvió a preguntar él con tono jovial.

La sonrisa de ella se hizo más grande. Su vanidad era tan cómica… Toda conversación, todo comentario, lo dirigía siempre hacia su propia persona. Así era Jang Keun Suk.

– Un personaje muy interesante. Me gustó su evolución – respondió sin mirarle, atrapada ahora por unos sombreros femeninos.

Él se acercó, le quitó el sombrero que tenía en la mano, y se lo colocó en la cabeza.

– Mmmmmm… te queda bien – dijo, mirándola a los ojos.

La cercanía del hombre le recordó sus propósitos. Tenía que hablar con él. Era un muy buen momento para hacerlo. Estaba de buen humor. Sun Rae se quitó el sombrero y lo dejó a un lado.

– Keun Suk-sshi… yo… quería… hablar de algo… – dijo, casi tartamudeando.

Jang Keun Suk frunció el ceño y la miró con interés.

– Adelante.

– Yo… esperaba que pudiéramos llegar a una especie de acuerdo, a una tregua.

– Una tregua… -. Él sopesó las palabras de la chica. Una tregua… la palabra en sí despertaba sus sentidos dormidos. Las treguas implicaban negociación, un acuerdo entre las partes en el que ambas ganaban algo a la vez que cedían algo. ¿Qué clase de tregua quería proponerle? Y lo más importante, ¿a qué estaba dispuesta a ceder? – Te escucho.

Sun Rae se armó de valor. Sí. Estaba receptivo.

– Bueno, yo… – no sabía cómo empezar. ¿Por qué las palabras que había estado ensayando se habían borrado de su cabeza? -. Estos días han sido difíciles. El ambiente de trabajo no es bueno, y las continuas discusiones crean una tensión innecesaria…

Se interrumpió para atisbar su expresión. Seguía escuchándola con interés.

– Yo… he pensado que… si tú quisieras olvidar… Es decir… si te limitaras a tratarme como a una asistente sin más, quizás…

– Ve al grano.

Su voz masculina la interrumpió. Notó cierto atisbo de impaciencia… ¿o era cólera? Daba igual, tenía que continuar…

– Está bien. Lo que quiero decir es que me gustaría que detuvieras este juego de una vez.

– ¿Juego?

– Sí, y sabes perfectamente a lo que me refiero.

– ¿De dónde sacas la idea de que sea un juego?

No era la respuesta que Sun Rae esperaba.

– ¿Cómo?

– ¿Crees que estoy jugando contigo? He sido bastante explícito y directo a cerca de lo que espero de ti – dijo él con voz melosa, dando un paso hacia ella.

Sun Rae retrocedió casi instantáneamente.

– No me refiero a eso… se trata de tus intenciones… para ti es un juego.

Keun Suk torció ligeramente el cuello mientras sus ojos la examinaban en profundidad.

– ¿Me estás diciendo que quieres algo serio? – Estalló en carcajadas.

Sun Rae se sintió humillada. ¿Cómo podía ser tan rematadamente egocéntrico?

– ¡No es eso! – replicó -. Para tí, las mujeres, yo… somos un juego. Te divierte hasta el momento en que consigues lo que quieres. ¿Pero por qué tengo que ser yo? Hay miles ahí afuera que se prestarían a ello.

– No serían tan divertidas – confesó él, todavía riendo.

– ¿Lo ves? Todo para ti es un juego. Sólo buscas diversión. ¿Por qué no eliges a otra?

Su risa se detuvo en seco, y su alegre expresión cambió bruscamente, transformándose en la del animal amenazante que vio el día de la pelea.

– Porque he decidido que tienes que ser tú.

Exasperante, era total y absolutamente exasperante. ¿Por qué siempre la hacía enfadar?

– ¡Ni siquiera tienes en cuenta lo que yo pienso! ¡Tú decides todo, y todo tiene que ser a tu manera!- gritó.

Él se acercó de nuevo, pero esta vez Sun Rae, al intentar retroceder, tropezó con la cama que antes estaba admirando y cayó sobre ella.

– Sí… pero lo que yo quiero no difiere mucho de lo que tú deseas, ¿no es cierto? Sólo tienes que asumirlo. Ya lo ves, el destino me lo pone en bandeja.

En un instante, lo tuvo sobre ella. Pero Sun Rae se escabulló rápidamente, con la completa seguridad de que él se lo había permitido.

Keun Suk estaba disfrutando. Disfrutaba sabiendo que la victoria estaba cerca. Ella estaba a punto de claudicar. Sus sentidos no podían engañarle. Lo sentía en cada poro de su cuerpo. No quería forzarla, pero tampoco quería que se le escapara. La chica quería alejarlo, probablemente porque lo intuía tan claramente como él, y quería evitarlo a toda costa. ¿De qué tenía miedo? Él era un hombre rico, poderoso, guapo…

Ahora saltaba como un cervatillo entre los muebles, intentando alejarse de él…

– Sun Rae… vamos, eres tú la que está jugando. Déjalo ya – le dijo, mientras lentamente la seguía.

– ¡No!

Su grito era desesperado. Sí… estaba a punto de claudicar.

– ¿Me lo estás negando a mí o te estás intentando convencer a ti misma?

Por fin la muchacha lo miró de frente de nuevo. Ahí estaba, ese gesto… había conseguido provocarla hasta el punto de ver en su expresión ese matiz desafiante que tanto le gustaba.

– Estás loco. Realmente. Keun Suk estás total y absolutamente fuera de tus cabales. La fama te ha trastocado…

– Llevo siglos conviviendo con mi fama- afirmó él, divertido por su propio comentario – y sabes que sería un placer compartirla conmigo, aunque fuera en secreto… mis fans no pueden enterarse, por supuesto.

Mientras hablaba, avanzaba hacia ella, y Sun Rae intentaba alejarse de él sin parecer desesperada.

– Vamos, Sun Rae… acéptalo de una vez.

– No…

Dio un paso más hacia la chica, que miró a los lados instintivamente, buscando una vía de escape. Pequeño ratón atrapado…

– Sun Rae… ¡Me exasperas! Me haces perder la paciencia – era cierto, demasiado cierto -. No luches contra mí…

– Maldito… eres como todos… no… eres el peor de todos…

Ahí estaba ella otra vez, comparándolo con los demás. Poniéndolo a la altura de los limitados mortales y mirándolo con odio. No podía tolerarlo… Sintió cómo la ira creciente le subía por el estómago hasta la garganta.

¡Ares! ¡Contrólate!

La voz en su cabeza fue el detonante. Sun Rae debió verlo en su cara, porque puso los ojos como platos, y sin mediar palabra salió corriendo hacia la puerta.

Huía de él. Miedo, repulsión, desesperación… Los sentimientos de ella eran tan fuertes que le golpearon sin piedad. Sun Rae quería escapar. ¿Por qué? ¡¿POR QUÉ?!

¡ARES!

No escuchó a su hermana. No podía. Sólo acertaba ver la espalda de la chica alejándose y sentir una profunda impotencia. Todo le había fallado. No había conseguido nada persuadiéndola amablemente…

Gritó. Y al mismo tiempo que gritaba, la carrera de Sun Rae quedó interrumpida al chocar contra la puerta que acababa de cerrarse sola. Ella retrocedió asustada, todavía sin comprender lo que estaba pasando. Se dio la vuelta y lo buscó con la mirada. Comenzó a caminar hacia ella.

¡Ares no! ¡Te estás revelando!

Siguió sin escuchar. Sólo pudo volver a gritar, y con su segundo grito, los cristales de las ventanas estallaron en mil pedazos. Pudo verla mirar alrededor, aterrorizada, y volver a mirarlo a él, y correr de nuevo, esta vez hacia las cajas llenas de utensilios, buscando quizás un escondite, o quizás algo con lo que defenderse. Él avanzaba lentamente, no tenía prisa. Sun Rae no podía escapar.

Desapareció de su campo de visión, así que gritó de nuevo, y las cajas volaron por todo el almacén, derramando su contenido en el aire o al estamparse contra el suelo.

Volvió a verla. Su insitinto la guiaba buscando refugio en cualquier cosa que hiciera bulto. Ahora fueron percheros enteros los que saltaron por los aires hasta que pudo encontrarla de nuevo.

Esta vez no corrió. Estaba atrapada y lo sabía. Lo miró muerta de miedo, sin comprender lo que estaba pasando, aturdida y muy atemorizada. Mientras el dios Ares se acercaba a ella, Sun Rae fue retrocediendo pasos pequeños, jadeando exageradamente y mirándolo como si fuera la primera vez que lo veía; y de alguna manera así era. Se apoyó contra la pared que la detuvo, y bajó los ojos cerrándolos fuertemente, incapaz de racionalizar lo que estaba sucediendo.

Ares dio un grito de júbilo al ver que ella se rendía. Ya no iba a huir más.

Ares, ¿qué vas a hacer? Hermano, ¿qué vas a hacer?

Sintió la desesperación de Atenea, pero no pudo contener su avance. Saltó sobre la chica y la acorraló con sus brazos.

¡Ares, reacciona! Mírala… está muerta de miedo.

– ¡Lo merece!- gritó él, y entonces las bombillas estallaron, dejándolos en penumbra.

¡No, no lo merece! Ella no merece esto y lo sabes. Ares… tú la amas… no le hagas daño.

¿Daño? No… no quería hacerle daño. Jamás había pretendido eso… sólo quería que dejara de huír de él.

Comenzó a contener su furia y la miró. Los últimos rayos de sol iluminaban con toda claridad su extrema palidez. Los jadeos de Sun Rae ahora eran gemidos lastimeros. El corazón de la chica latía tan rápido, que dudaba que ella pudiera soportar ese ritmo mucho más tiempo.

La vas a matar de miedo.

Tampoco quería eso… miedo… no, no quería eso.

– Sun Rae… – rozó su mejilla con una ternura que nunca pensó que pudiera tener -. Sun Rae… sabes que yo nunca te haría daño, ¿verdad? ¿Lo sabes? Mírame Sun Rae. No tengas miedo. Mírame.

Ella levantó la cabeza, temblando como una hoja, y le miró.

– Soy un animal, pierdo el control, me enfado… pero nunca te haría daño, lo sabes, ¿verdad?

Después de lo que había pasado, era muy difícil que ella le creyera, lo sabía, pero consiguió dominar la situación, controlarse, y ahora tenía que conseguir calmarla.

Sun Rae lo miraba con los ojos desorbitados, intentando entender a la vez que dominaba su miedo. Estaba siendo muy valiente.

Por fin sus labios se movieron:

¿Qui… quién eres? ¿¡Qué eres?!

Listado de capítulos.

22 respuestas a “거짓말” kojitmal – Mentira. Capítulo 7

  1. ARI8 dijo:

    Madre mía, menudo final, de infarto. No nos podéis dejar así leñes, que ahora queremos saber qué pasa, si él se confiesa, si Atenea aparece, cómo reacciona ella ante ese hecho de que sea un dios.
    Quedan muchas respuestas en el aire y quiero las respuestas. Lo sé, soy exigente pero es que está tan bien, que leñes, nos dejáis siempre con ganas de más.
    A ver si se descubre quién es la anciana esa que la trata de ayudar, aunque creo que ya se puede saber.
    La escena de él casi matándola de miedo, es que vamos, lo pillo por banda y lo cuelgo del palo de mesana. Qué tío más tonto, así no hay manera de que lo pueda querer.

    Enhorabuena nenas, porque os está quedando genial y ya quiero que llegue el viernes para seguir leyendo lo que pasa con la pareja.

  2. Alusiana dijo:

    Uffffff…. me teneís en un sinvivir!!!!………….. aaaaaaaaaaaaa
    Muy bueno!!!

  3. Summer dijo:

    Madre mia !!!! menudo final , no se si aguantare hasta el próximo capitulo , la intriga ya me esta matando.
    Simplemente genial !

  4. Ivet dijo:

    Estoy saliendo tarde al trabajo por culpa de ustedes y de esta fantastica historia que están escribiendo. Tengo los pelos de punta y taquicardia de tanta emoción. Gracias!! Esperaré con ansias el próximo. Saludos desde Venezuela.-

  5. Yuna dijo:

    Uuuuh ¡Con el corazón a mil! Muy emocionante!!! >.< Ya me habeis alegrado el dia!

  6. fumoffu dijo:

    Omo, Omo,Omo¡¡¡¡¡¡¡ Genias, que soís unas genias¡¡¡¡ ya esta, ya estamos otra vez con la miel en los labios….pero ¿de dónde sacaís tanta imaginación? Vamos a ver, brujitas. ¡¿ Es que pretendeís que se me pare el corazón a mi ?!, pq a ella no se si la dará el «yuyu», pero a mi, a mi seguro que si. Es que ni recapitulando todos los capítulos anteriores voy a poder aguantarme de aquí al miércoles¡¡¡¡¡¡ Un poquito de por favor, hombre¡¡¡¡. Desde luego mi enhorabuena para las dos ( haciendo la ola¡¡¡¡¡), felicitaciones y alabanzas varias.

    Un besito desde Valencia y seguir así.

  7. Agra dijo:

    Vale, como ésto siga así me voy a tener que ir comprando valiums por un tubo para poder acabar el fic… que tensión… tengo el corazón en la boca todo el ratooooo.
    Como siempre, genial chicas, me encantan los efectos especiales del final, jaja y sobretodo cuando entramos en la última escena, esa iluminación tan cálida, no es que me lo pueda imaginar, una es particularmente visual, es que lo veo mientras lo voy leyendo.
    ¡Aquí pegada la semana que viene, contad con ello!

  8. urpyi dijo:

    Que capitulo más intenso, y la espera realmente desespera, cada semana nos dejan en punto clímax¡¡¡
    me encanta su trabajo, mil gracias @^.^@

  9. tomodachi005 dijo:

    wuauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu MUEROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, creo que no debi leerrrr, ahora que hare hasta el proximo miercoles, no nooooo podre con mi angustiaaaaaaaa.
    felicidades este fic esta megaarchiplususperrrrrrr

  10. nanita dijo:

    guauuu la trama se complicó ahora que ya mostró quien es en realidad !!
    gracias chicas por darnos esta historia que nos deja deseando mas
    hasta el proximo miercoles!!

  11. tenmachan dijo:

    Yastá, me niego a leer hasta que no esté completo!!! Joerrrrrrrrr que me matais de ANSIAAAAA!!!! Qué capi, joer, QUÉ CAPIIII!!!! Y yo que pensaba que nada iba a superar al 6 y aquí me teneis, con el pulso como para robar panderetas!!!!

    Ainsssss espectacular entrada de la mujer madura, que creo que se quién es XD Espectacular Ares joerrrrrrr!!! No le odio, no puedo odiarrrrlo!!!! Le habeis dotado de una personalidad que me hechiza. Cúmulo de sentimientos que tiene que explotar por algún lado! Creo que la máxima explosión ha sido esta no? Porque si no tened por seguro que vuestras lectoras moriremos de lo taquicárdicas que nos vamos a poner!!

    Y sobre todo y ante todo, espectacular la nena que le está echando unos webs de la leche joer!!! Yo ya me lo habría *censored* XDDDDD

    Gracias, gracias, gracias!!!! IDOLAZAS!!!! ^^

  12. thaniayamato dijo:

    me gusta me gusta este fic me encanta cada cosa k hizo me fascino ver a k tal grado se pudocontrolar todavia lo adoro y ahra mas esperare pacientemente la siguiente parte jijij
    me lo imagine todo en mi cabeza el la kiere el la kiere

  13. Como siempre: un capitulo ¡¡¡GENIAL!!!, siempre saben como hacer que me quede con ganas de más XD. Lo acabo de leer por segunda vez y ya quiero que sea miércoles jeje

  14. niñoyakuza dijo:

    te odio te odio te odio….. jajajajajajaja…. con tremendo final como puedo aguntar una semana? simplemente genial
    ARES……asi o mas perfecto jajajajajajajajajaja… quien fuera ella…….. es com un niño pekeño tierno ke solo necesita amor…. creo ke necesito mandarlo a hacer jajajjajaja GRACIAS esta genial sigue asi y por favor no nos dejes con estra insertibumbre jajajajajjaja 😛

  15. Jesika dijo:

    hola nunca antes he comentado pero soy fiel seguidora de su blog, y este fanfic esta de lo mejor, con esa mezcla con la mitologia griega hace que me venga a la memoria la saga dark hunter :), espero la proxima entrega, gracias por entretenerme un ratito…♥saludos desde Costa Rica…♥

  16. rosaday dijo:

    xxddd me vais a matar del corazon que emocionante.

  17. Ruth dijo:

    Oh xd…
    ke excelente imaginacion..me tiene capturada esta historia
    grandioso blog…. son lo maximo
    ke hare….. me mata la impaciencia—pero ke me keda
    sino esperar— wuaaaaaaa

  18. Ivana dijo:

    Oh esta súper la historia……aunq es la primera ves que entro a esta pagina me habéis enganchado me leí los siete capítulos de una pero aun así me he quedado en ascuas por saber que sigue así que porfa dime. Cada cuanto los subes para no estar tan impaciente eso es todo muchas gracias

  19. fumoffu dijo:

    Nuuuuuuuuuna¡¡¡ estoy nerviosa¡¡¡ no he podido comentar en unos días y hasta mañana por la tarde no podré ver el nuevo capi. y ya estoy histérica¡¡¡¡ah¡¡¡¡otoke?otoke?¡¡¡¡¡. jajajjaa¡¡¡¡¡ De verdad que estoy «payỡ¡¡ mirar lo que me habeís hecho¡¡¡ de verdad que parece que estoy viendo un dorama de emisión semanal y, ademas de esperar al nuevo capítulo, vuelves a revisar los anteriores cuando ya estan con subtítulos¡¡¡¡

    Besitos desde Valencia, brujitas¡¡¡

    • Nuna dijo:

      Jajjajajaa yo también lo hago!!!
      ¿Te cuento un secreto?
      Como decía el otro día Jeannelok, nosotras estamos IGUAL que vosotras. Tenemos unas ideas generales de lo que va a ser la historia (aunque las vamos cambiando a la velocidad del rayo), pero los detalles, las escenas, las ambientaciones, todo eso, no lo sabemos. Ambas pasamos los días rabiando hasta que nos llega la parte que ha escrito la otra para continuarla. Es divertidísimo hacer esto, peeeeeero que sepáis que compartimos totalmente el estrés con vosotras. Las explosiones de amor que tenemos por privado cuando leemos lo que nos manda la otra son BESTIALES.

      Todavía recuerdo el día que leí este fragmento del capítulo 3: «Fantástico, era lo que realmente necesitaba para deshacerse del enfado que lo tenía totalmente enajenado. Crujió el cuello y los dedos de las manos, sonriendo maliciosamente y llamando la atención de los tres ladronzuelos». Visioné a Ares en «Super kbrón MODE ON», haciendo el movimiento de cuello y manos, y casi me da un CHUNGUELE!!!!

      Lo estamos pasando pipa con esto.

      • fumoffu dijo:

        Dios¡¡¡ no me extraña¡¡¡ es que es total¡¡ no me podía imaginar que escribir una historia asi y, además compartirla, podría ser tan divertido¡¡¡. Vamos escribir historias yo creo que, más o menos, todas lo hemos intentado pero escribir una historia con estos protagonistas (no hay que inventarse la cara, ni describirla ni imaginar los rasgos) es como poco alucinante. Solo tienes que visualizar la escena, que no es poco, pq si la escena no es buena, pues ni visualizas ni nada y, entonces te das cuenta que cualquier sentimiento o estado de ánimo de uri Ares, se refleja en su cara y !!flhas¡¡¡ ahí esta ¡¡¡ lo estas viendo¡¡¡ deja de ser una historia escrita para pasar a ser un drama. Simplemente !!!! ME ENCANTA¡¡¡¡(y lo pngo e mayúsculas para que «to» dios lo vea y pq lo valeis¡¡¡¡

        Besitos desde ya sabes donde.

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