Encerrados en el recuerdo EPÍLOGO.

Epílogo: Muerte, vida, búsqueda

“Venganza. Justicia. Fuego y Sangre”

Doran Martell en Canción de Hielo y Fuego

No lo entendía.

No sabía qué estaba ocurriendo.

Aquella mañana, había amanecido entre los brazos de Sungmin. Como cada día desde hacía… ¿tres, cuatro meses? Y varias horas después, se encontraba tendida en el suelo, sangrando abundantemente y volviendo a ser golpeada cual muñeca sin vida. Una mano la agarró del cabello, y cuando lo hizo, reconoció las marcas que había en ella.

Ah, claro…sí, había escuchado que se había escapado…sí…por eso estaban allí, ¿no? La misión era capturar al preso que habían ayudado a trasladar, quien se había escapado de su nueva prisión unos días antes. Habían ido hasta la prisión y habían comenzado a investigar dónde podía encontrarse, según las pistas que tenían. Dos días después, creían saber más o menos dónde poder localizarlo, y se estaban aproximando al lugar cuando algo sucedió. Lo último que recordaba era Sungmin cayendo de rodillas al suelo tras recibir un balazo en el pecho y el dolor en su propio hombro y, al instante, en la cabeza.

-Mis hermanos…asesinasteis a mis hermanos, y sufriréis por ello…-la alzó cogiéndola por el cabello sin piedad, arrancándole un grito de dolor. Sangraba por distintas partes del cuerpo, y vio a Sungmin maniatado en una silla, magullado y con una fea herida de bala en el pecho, sangrando sin parar. Tenía la cabeza echada hacia adelante, y parecía estar inconsciente. El hombre, sin dejar de hablar, la lanzó contra un lado de la habitación con violencia y ella sintió que un par de costillas se le rompían al golpeárselas- Os dije que sufriríais por ello… sabía que os mandarían a vosotros, después de tratar esos imbéciles de encontrarme sin suerte…-XiaoMei intentó ponerse en pie, pero le dolía cada parte de su cuerpo. Se resbaló en su propia sangre cuando fue capaz de enderezarse ligeramente. El hombretón, enloquecido, golpeó su cabeza y sintió que todo se volvía negro durante unos instantes, y después todo era rojo carmesí.

Escuchó un golpe de algo pesado cayendo al suelo, y vio a Sungmin de pie, con un hierro en la mano, jadeando con fuerza y a sus pies, el preso desmayado.

-No puedo…-cayó de rodillas al suelo, y XiaoMei intentó acercarse a él y ayudarle- Perderte a ti también, ¿cómo…podría?…- finalmente, la chica llegó a su lado. Sungmin elevó el rostro y temblando, acercó la mano al rostro de la chica y se lo acarició- Sin Kyuhyun…sin ti…ya no habría nada…todo perdería…sentido… Esta vez, por una vez…me da igual mi vida… me da igual morir…si es por ti.

-¡No, no vas a morir!-por alguna extraña razón, las fuerzas volvían a ella. Para gritarle, para pedirle que no le abandonase, que no podía hacerlo-¿Por qué, por qué hemos llegado a esto?

-Vosotros cavasteis vuestra propia tumba.-no sabía cuándo había sucedido, pero el hombre se había levantado y les apuntaba con un arma. Iba a disparar, iba a disparar a Sungmin, iba a matarlo, no, no, no…XiaoMei sacó fuerzas de flaqueza y se levantó, golpeándole con toda su fuerza y haciendo que el disparo se desviara. Le golpeó hacia la puerta que tenía detrás, la cual se abrió e hizo que ambos cayeran fuera, en el exterior. Estaban justo al borde de un barranco, el sonido del agua a metros y metros de lejanía llegaba hasta los oídos llenos de sangre de la muchacha.

XiaoMei recibió otro golpe, y cayó al suelo.

-Déjala en paz.-ordenó Sungmin, apareciendo tras ellos en la puerta. No tenía fuerzas, ella veía que la vida del chico pendía de un hilo, pero todavía…él se esforzaba por salvarla. Llevaba en la mano la pistola que se le había caído al tipo, y le apuntaba con ella. Todo fue muy rápido, demasiado. El hombre y Sungmin enzarzados de nuevo en una pelea, el barranco detrás de ellos, y de repente…los dos cayendo por él, delante de los ojos de la muchacha.

Sólo se había encontrado un cuerpo. El cuerpo del preso, muerto tras golpearse contra las piedras. Sólo uno…solamente uno.

XiaoMei se lo había rogado a Kyuhyun. La había salvado, la había llevado hasta Sungmin…no podía privarle de él ahora que lo había conocido, igual que la había privado de sí mismo. Cuando tuvo fuerzas suficientes, se escapó del hospital. Nadie podía impedirle que le buscara, nadie.

Kyuhyun la guiaba…y en el aire respiraba el aliento de Sungmin. Sabía que estaba con vida, llamándola, esperándola… Aunque fueran unos asesinos, a pesar de todo… sabía que la vida volvía a brindarle una oportunidad, después de golpearla tantísimas veces. Porque él estaba vivo, tenía que estarlo y ella tenía que encontrarlo. Y lo haría, le encontraría, le besaría y eternamente, le amaría.

 

FIN

6 respuestas a Encerrados en el recuerdo EPÍLOGO.

  1. Zoak dijo:

    Maknae, poco más que decir que no te haya dicho ya… me encantas niña!!
    Gracias por la historia!!

  2. nanahachi dijo:

    Me ha encantado nena en serio, tienes mucho arte!!!!!

  3. #Lacrazier.blogspot dijo:

    Me quede picada.. nose acostumbrada a finales felices.. xro bueno esto es nuevo, es cmo uno de esos best-seller de los que debes esperar al siguiente libro.. me gusta mucho tu forma de narrar.. creo k lo he dicho ya muchas veces.. ^^ Gracias x compartirlo

  4. Nami dijo:

    Me ha encantado. El final un poco triste porque a todo el mundo le gustan los finales felices, pero ha sido genial leer la historia…

    Gracias guapa!!

  5. Mai^^ dijo:

    Precioso!!

    Este final es idóneo para … una segunda parte!! ^^

  6. ARI8 dijo:

    Dios, no, yo quería un final redondo y feliz para ambos que se lo merecían. Me mataste con el final.

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