Hyung, capítulo 3. Heechul, aquel que hace llorar

by @Jeannelok

Heechul, aquel que hace llorar.

-¿Eso significa que de verdad te has enamorado de mí?

-Que estuviste bien en el concierto.-Ji Sang le golpeó ligeramente el hombro ante sus palabras y ambos estallaron en carcajadas. Se encontraban en un descanso de la grabación, tomando un helado y charlando animadamente. La muchacha le había comentado lo mucho que había disfrutado el concierto al que la había invitado y que iría a muchos más, pidiéndole que de paso le presentara a alguno de sus compañeros. Poco a poco, Ji Sang olvidaba aquella parte de sí misma que rechazaba a Heechul y aprendía a aceptarlo con aquel aire de superioridad, ya que se trataba de un chico divertido, sincero y agradable. Se daba cuenta de que a ojos de los demás, ellos dos habían entablado una profunda relación muy rápido y su mánager le decía que aquello podía traerle problemas, no obstante ella estaba contenta porque desde que había vuelto con Corea, no había entablado una sincera amistad con nadie y creía que al fin, aquella era su oportunidad. Si surgía algún tipo de rumor lo atacaría de cara: confiaba en que con la verdad por delante no tendrían ningún tipo de problema.

No obstante, se equivocaba.

A Ji Sang le gustaba navegar por internet e investigar sobre las opiniones de la gente en respecto a la serie. Tal y como esperaba, la mayoría era de chicas y mujeres que habían comenzado a verla por el apuesto ídolo Heechul y a ella la dejaban en un segundo plano, pero no le importaba del todo. Le interesaba más saber cómo estaban aceptando su personaje, si su actuación estaba siendo la adecuada. También aprovechaba para visitar el Cyworld de Heechul e incluso le había comentado alguna vez, pero esto a él no se lo había dicho, aunque se preguntó si le resultaría interesante que siempre lo llamara por hyung, ya que era inusual pues parecía ser que la gran mayoría de lectores eran féminas. Así pues, estaba trasteando cuando se percató en que el chico había actualizado con la fotografía que se hicieron el día de la sesión de fotos y sonrió para sus adentros. La mayoría de comentarios eran positivos, alabando su actuación, lo guapo que salía en la imagen y la graciosa cara de sorpresa que tenía ella misma. Las palabras que acompañaban a la imagen eran el típico: “¡Sigamos esforzándonos juntos, hwaiting!” y la gente le repetía esas palabras y a ella la sonrisa le bailaba en los labios, pero murió en ellos cuando llegó a un punto de los comentarios que no le gustó nada. Eran dos o tres personas que se dedicaban a criticarla llegando incluso a los insultos por estar trabajando con su tan amado oppa. Otras personas intentaban persuadirlas en sus palabras comentando, además, que ese tipo de mensajes ofensivos serían borrados así que no servían para nada. Estuvo tentada de responderles, pero se mordió la lengua y comentó sólo la imagen, diciendo que el concierto había estado espectacular y que quería estar en el siguiente (acabando, cómo no, con: nos vemos, hyung).

Sabía que en Corea las anti fans eran parte de la vida del artista, un grupo fuerte que podía llegar incluso a la agresión física, no obstante no lo sentía como real. Hasta ahora, las críticas que había leído para con su persona eran sobre sus personajes, lo cual agradecía. Estaba sorprendida y dolida, e incluso cuando se estiró en la cama y cerró los ojos, delante de ella no dejaban de cruzarse las hirientes palabras que había visto escritas.

Cuando la estaban maquillando, pidió que le taparan las ojeras que ligeramente se le asomaban incluso antes de que nadie le comentara. No había pasado la mejor noche de su vida y tampoco tenía nadie a quién contárselo (¿su mánager? Ya le daba suficientes dolores de cabeza, ¿Heechul? ¡Imposible! Aunque él ya había visto las palabras de sus fans y las había borrado de su Cyworld, como comprobó aquella mañana antes de llegar al lugar).

-Nuna-sonrió divertida al verlo. Para la parte que iban a grabar aquel día, el muchacho llevaba una peluca recogida en moño de color castaño miel y un vestido de noche, que dejaba los hombros al aire y caía hasta el suelo, con una enorme raja a ambos lados desde poco más arriba de la rodilla. Llevaba zapatos de tacón blanco brillante, a conjunto con el mismo vestido. Era una mujer hermosísima, más incluso que la primera vez que lo vio-, estás espléndida. Cualquier chico caería a tus pies.

-Lo sé.-respondió rompiendo el momento, ya que su voz era totalmente de hombre. Heechul parecía sentirse cómodo de aquella manera, en su propia salsa. Le gustaba disfrazarse de chica (Ji Sang supuso que en realidad, de todo lo que le propusieran) y aquel era el tema del capítulo: él de chica, ella de chico. Un divertido enredo en que el uno se disfrazaba del sexo contrario para ir a salvarse mutuamente.

Los movimientos de Heechul eran gráciles, delicados y femeninos. Ahora que lo conocía mejor, a Ji Sang no dejaba de sorprenderla que cuando fuera de mujer, realmente pareciese una, pero que cuando era un hombre, lo era totalmente también, sin que incluyera su rostro afeminado: era atrayente, sensual, con un aroma que no le importaba reconocer, a veces la aturdía por sentirse atrapada en él.

Era un buen compañero de trabajo, era fácil grabar con él. Muchas veces se encontró a sí misma preguntándose qué opinaría él de su manera de trabajar y tentada estuvo de preguntarle, pero siempre se echaba atrás. Aunque pudiera sonar contradictorio, gracias a la presencia del chico no tardó en olvidar las dolorosas palabras que había leído y disfrutó de la actuación. Cuando quiso darse cuenta, habían terminado. El muchacho tenía que participar en la grabación de un programa, así que desapareció tan rápido que a duras penas tuvo la posibilidad de despedirse de él. Llena de energía, como si por la mañana no hubiera llegado arrastrando los pies de lo que le pesaba el alma, Ji Sang salió al exterior seguida de su mánager. Al hacerlo escuchó unas voces y de repente, una lluvia de huevos se cernió sobre ella.

Al darse cuenta de lo que sucedía, su mánager se puso delante para defenderla. No obstante, al volver a la realidad y ver temblar frente a ella a la mujer Ji Sang la apartó suavemente y alzó la cabeza.

-¿Por qué estáis desperdiciando el alimento que con tanto esfuerzo vuestros padres compran?-preguntó al grupo de adolescentes que había delante de ella. El ver a su mánager sufrir por defenderla la había enfurecido y molestado tanto que, aunque supuso cuál era el problema y las palabras que tanto daño le habían hecho regresaron a ella, decidió evitarlas-Si tenéis algún problema conmigo, estaré encantada de escucharos. Si no…-una serie de barbaridades acudieron a su mente. Ella era una chica precavida, respetuosa. Sin embargo, no una mojigata que iba a dejarse espantar por aquel grupito de niñas que se creían dueñas de su hyung. Incluso si la miraban con odio y sentía que las piernas comenzaban a flaquearle ante aquellos ojos furiosos que le disparaban dardos envenenados (igual que habían sido las palabras).

-¡¿Por qué deberíamos hablar contigo?!-inquirió enfurecida la que parecía la cabecilla, mas no continuaron lanzándole huevos- ¡Vámonos!- y tras escuchar el mandato, todas se replegaron y en pocos minutos habían desaparecido, mientras la gente se reunía alrededor de ambas chicas.

-¿Estás bien?-le preguntó su mánager, acercándose a ella y empujándola suavemente hacia el interior del edificio. Ji Sang dibujó una triste sonrisa en lugar de responder, sintiendo que las fuerzas anteriores la abandonaban tal y como habían llegado.

Evitaba meterse en internet a leer cosas. Había decidido tomarse un descanso de aquella costumbre ya que lo único que conseguía era sentirse mal. Las medidas de seguridad habían aumentado y todo el mundo sabía lo ocurrido y se preocupaban por ella. Heechul era el único que no había comentado nada, seguía comportándose como siempre. Resistía también la tentación de saber si había actualizado su Cyworld. Esta actitud la confundía, como todo lo relacionado con el chico. Por un lado, le agradaba el hecho de que no estuviera a todas horas tratándola con cuidado por miedo a lastimarla y preocupado por ella, no obstante…agradecería un poco de atención por su parte, ya que al fin y al cabo las que la habían atacado habían sido sus fans. Obviamente, no lo decía nadie, pero todos lo sabían.

Grabaron durante todo el día, hasta que se les hizo de noche. Se encontraban en un parque donde corría aire frío, pero ellos debían mostrarse como si eso no les importunara mientras grababan sus partes, algunas con los otros miembros, algunas sólo ellos dos. A medida que avanzaban en los capítulos, Ji Sang sabía que tendrían más escenas de ellos dos. Escenas de PAREJA. Y por alguna extraña razón, estaba aterrada. Las fans no le habían hecho nada más que insultar a través de la red y tirarles huevos, no obstante… ¿qué más serían capaces de hacer?

Odiaba que aquellas niñas no supieran separar la realidad de la ficción.

-Hey… ¡hey!-sacudió la cabeza cuando la sacaron de sus pensamientos, y se dio cuenta de que no había dicho sus líneas. Se agarró la cabeza, confusa y todo comenzó a dar vueltas. Intentó respirar con tranquilidad y cuando el suelo dejó de bailar bajo sus pies alzó el rostro y se encontró con los enormes y preciosos ojos de Heechul, que hicieron que algo en su pecho se estremeciera- ¿Estás bien?

-Estoy bien-por un momento, creyó que intentaba convencerse más a sí misma que a él-. Estoy bien-repitió-, lo siento. Hace frío y os estoy retrasando, lo lamento.-dijo para todos los demás, quienes le dijeron que no pasaba nada, y se pusieron de nuevo todos a grabar. De repente, Heechul dio el alto en la grabación y la cogió de los hombros, pegando su frente a la de ella. La chica tardó unos instantes en reaccionar y se apartó, mirando hacia otro lado.

-Tienes fiebre.

-No pasa nada…

-No seas idiota-gruñó él, clavándole un poco más fuerte los dedos en los hombros, haciéndole un poco de daño-. Director, creo que deberíamos continuar mañana. En estas condiciones no grabará como es debido y lo único que hará es que estemos aquí hasta las tantas con este frío. Podríamos grabar las partes en que no aparece.-Ji Sang sintió que las lágrimas acudían a su interior. Por un instante…un efímero instante…creyó que el chico lo hacía porque estaba preocupada por ella. Se maldijo, preguntándose cuándo se había vuelto tan débil.

Ah…pero es que ella…confiaba tanto en Heechul…

Cuando despertó, le pesaban los párpados y sentía todo el cuerpo dolorido. Intentó enderezarse, pero una mano se lo impidió recostándola de nuevo. Sintió que alguien quitaba algo húmedo de su cabeza para recolocarlo al cabo de unos instantes. Finalmente fue capaz de parpadear unas cuantas veces y abrir los ojos, para encontrarse con un techo.

-Tienes que guardar reposo-le dijo una conocida voz a su lado. Se encontró con su mánager, que la observaba amorosamente-. La próxima vez, no te fuerces así, ¿tú sabías que tenías fiebre?

-No…no…-tenía la boca pastosa y al principio le costó articular las palabras- Estaba cansada pero…creí que era normal. No lo sabía. Lo siento.

-Voy a llamar para decirles que has despertado. Como te desmayaste de repente, todos estaban muy preocupados, incluso cuando el médico dijo que no es más que cansancio y principio de gripe-le explicó la mujer, levantándose de la silla-. Después de llamar voy a salir a comprarte algo de comer, he visto que no tienes gran cosa-parecía poco contenta al decirlo.

-¿Me vas a dejar sola?-inquirió repentinamente, sintiéndose como una niña mimada al instante e intentando ocultarse con las sábanas, pero sin retirar la pregunta.

-Claro que no. Hay alguien que ha estado cuidando de ti conmigo todo el rato, ¿no imaginas quién?

-…Sí-lo que no sabía por qué-. Pero no hace falta que se quede, debe de estar cansado. Voy a dormir un poco más hasta que llegues.-murmuró, dándose la vuelta y cubriéndose todavía más. Su mánager se despidió y apagó las luces al salir del cuarto. No cerró la puerta y Ji Sang pudo escuchar unas voces en el comedor. Momentos después, a la vez que la puerta de la entrada se cerraba, unos pasos penetraron en su habitación. Ella no se volvió. No se sentía con fuerzas de ver a Heechul. Le dolía recordar sus palabras, su poca preocupación por todo lo sucedido. Era eso lo que realmente le había carcomido la cabeza, más que el hecho en sí. Confiaba en Heechul, porque era su primer amigo de verdad. Obviamente, también confiaba en su mánager, como si se tratara de una hermana, y había sufrido tanto cuando la defendió de los huevos…pero Heechul…realmente…

Heechul no dijo nada. Ni siquiera preguntó el tan estúpido “¿Estás dormida?” que todo el mundo dice, aunque no tenga sentido si espera respuesta. Escuchó el arrastrar de una silla y el chico pareció sentarse en ella. Sintió que su corazón la delataría si no dejaba de latir a tanta velocidad. Quería levantarse, levantarse y abofetearlo con fuerza. Insultarle, gritarle. Repentinamente, él carraspeó y se puso a entonar una melodía que ella desconocía. Idiota, ¿qué pretendía, despertarla –si ella realmente hubiese estado dormida-¿O se sentía culpable y era una manera de disculparse? No lo sabía, sin embargo las lágrimas regresaron a sus ojos igual que cuando se había desmayado. Ahogó un sollozo que cortó a la voz.

-Tú…-comenzó a decir Heechul, no obstante se detuvo al ver el movimiento que hacían los hombros de la muchacha incluso si ella intentaba contener sus lágrimas. Se pasó una mano por el cabello, echándolo hacia atrás- Eres tan tonta, ¿quién te manda ponerte enferma y desmayarte durante una grabación? ¿Quién te crees que eres? Y todos tan preocupados, mientras la señorita no deja de dormir, ¡por favor, señorita Lirón! El mundo sigue girando, ¿no piensas mirarme a la cara?

-Dé…déjame…-sollozó Ji Sang. Aunque ella no podía verlo, se imaginó una sonrisa de suficiencia en el rostro del chico y todavía tuvo más ganas de golpearle.

-¿Qué te deje después de tener que sujetarte para que no te golpearas en el suelo, y llevarte en brazos hasta el camerino de la caravana para que te examinaran? ¿Tú te crees que fue fácil? Cualquiera diría que no me conoces y tampoco mi delicadeza…

-¿¡Qué delicadeza ni que…!?-comenzó a decir medio en coreano medio en castellano, enderezándose de golpe y se arrepintiéndose al instante, porque todo comenzó a dar vueltas y tuvo que apoyarse con ambas manos en la cama. Ji Sang tenía todo el cabello revuelto, estaba pálida menos las mejillas y la nariz y tenía los ojos hinchados por los escasos minutos que se había dedicado a llorar- Egocéntrico insensible…Nadie te mandó ayudarme.

-De nada, mujer.-respondió el chico. Ji Sang centró la mirada, intentando mostrar su furia aunque sólo logró transmitir su tristeza, en él. Aún llevaba la ropa del rodaje, aunque sin la chaqueta y con la camisa ligeramente abierta. De nuevo, una horrible camisa…que le hacía realmente sensual e irresistible.

-Vete. Idiota, loco, estúpido, rarito…-algunas de las palabras que le decía no tenían sentido, pero quería hacer que se marchara. No tenía fuerzas para enfrentarse a él. Estaba cansada…tan cansada… ¿por qué estaba tan cansada? No lo recordaba…su mente comenzaba a quedarse en blanco.

-Aquí la única idiota, loca, estúpida y rarita que hay eres tú-repentinamente, Heechul se levantó para sentarse en su cama y la abrazó, desarmándola. Ji Sang se preguntó si estaba sufriendo algún tipo de alucinación mientras él le pasaba una mano por la cabeza y la obligaba a apoyarla en su pecho. Olía a colonia; colonia masculina y a sudor. Le gustó esa mezcla-. Maldita sea, ¿quién te manda ponerte enferma? En serio…-suspiró- Porque te veía cansada intenté no darte mucha guerra esta semana, pero, ¿por qué no intentas cuidarte tú también, en vez de dejar que los demás cuiden de ti? Con esas ojeras y esa eterna cara de preocupación…

-No me has hecho caso en tantos días…Como si nada sucediera… ¿tan poco te preocupo?-sollozó. En otro momento le hubiera dado mucha vergüenza toda aquella situación, sin embargo ya no importaba llorar, ya no le preocupaba nada. El cuerpo le pesaba demasiado para poder detenerse a detener las gotas que se empujaban unas a otras en sus ojos- Quería que estuvieras a mi lado, porque tenía miedo… ¿y si atacaban a mi mánager? ¿Y si hacían daño a alguien a quien quiero porque….porque estoy a tu lado? ¿Y si te mentían sobre mí? O aún peor… ¿y si alguien aprovechaba para utilizar todo esto en tu contra? No podía dejar de darle vueltas-se separó de él apoyando ambas manos en sus hombros y él le dejó hacer-, quería hablarlo contigo. Me preocupaba que todo se fuera a mayores. Quiero hablar con ellas, hacerles entender. No podía dormir de la preocupación, la comida se me atraganta. Es una tontería, en realidad nada importante ha sucedido, y sin embargo, no sé por qué…algo en mi interior se remueve… ¡Y tú, tú…! Confiaba en ti…pero tú… ¿Realmente te importé alguna vez?

Heechul no respondió. Les envolvía el silencio y la oscuridad, interrumpidos únicamente por el sonido del viento contra la ventana y los rayos de luz de luna que entraban a través de la misma. La puerta de entrada se abrió y entró la mánager de Ji Sang, quien no tardó en meterse debajo de la cama para volver a hacerse la dormida. Ahora ya no tenía fuerzas para enfrentarse a nada ni nadie. Se preguntó que pasaría con ella y su…¿todavía podía llamarle hyung?

CONTINUARÁ…

*1. Oppa*: Hermano mayor, de chica a chico mayor que ella.

4 respuestas a Hyung, capítulo 3. Heechul, aquel que hace llorar

  1. cekila dijo:

    esta muy padre el fic por favor sigue escribiendo esperare con impaciencia el siguiente capitulo

  2. Ariane dijo:

    Uuuuhhh, qué intriga… me encanta el personaje de Heechul, es genial 😛

  3. tomodachi005 dijo:

    quieroooo massssssssssss mas masssssssssssssssssssssssssssssssssss. esta interesante

  4. Valentina dijo:

    NOOOOOO pobre ella!! Dios me muero porqe Heechul se ponga romantico y le diga algoo 😦
    Quiero massssssssssssssssssssssssssssssssssssss !

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