“비밀” Bimil – secreto. Capítulo 6

por Nuna y @Jeannelok

Seungho pidió a G.O. que le trajera a la chica. Se dirigieron a otra sala de interrogación, con un cristal tintado tras el cual se colocaron Mir, G.O. y Joon.

Soo Min seguía pareciéndole demasiado pequeña y frágil. Aunque él mismo había hecho hincapié en ser duros con las muchachas para sacar algo en claro, se volvía blando frente a ella.

Se riñó a sí mismo. No debía dejarse arrastrar por la pena, ¿era así de inútil?

Se sentó en la silla frente a la chica. Soo Min se encogía allí sentada, mirando hacia las paredes oscuras que les rodeaban. No parecía acabar de entender por qué estaban allí.

Seungho se inclinó ligeramente hacia delante, pero sin bloquear ningún ángulo de las cámaras que graban el interrogatorio.

-Soo Min, ¿cómo has estado estos días?

-… He…he estado. No puedo decir que estoy bien sucediendo lo que ha sucedido pero… pero voy haciendo.-se esperaba una respuesta de ese tipo. Se había podido dar cuenta fácilmente de que ella era el tipo de persona que explicaba fácilmente sus sentimientos y no mentía sobre ellos.

¿Sería tan sincera con todo lo demás?

-Hasta ahora, creo que te hemos tratado muy bien y te hemos ayudado en lo que hemos podido, ¿verdad, Soo Min?-un poquito más hacia delante. Más íntimo, más persuasivo, más amenazante. Cualquiera de la impresiones que aquel simple gesto pudiera darle a la chica le servía.

La chica asintió con la cabeza.

-Bien… Tengo algo que preguntarte. Aquel día, cuando acompañaste a tu madre… ¿te dijo ella si quería encontrarse con alguien?-negó con la cabeza, sorprendida por la pregunta- ¿Estás segura? Piensa detenidamente sobre ello. Intenta recordar sus palabras.

-No dijo nada de eso. Simplemente salimos…

-Bien… ¿y sentiste si alguien os seguía? ¿Se detuvo tu madre a hablar con alguien, o…?

-Ya dije que estaba siendo un día normal. No tenía nada extraño, nosotras dos simplemente…

– Soo Min, ¿conocías de antes a Sun Nyu? Incluso de haberos visto solo una vez y que por eso hasta ahora no la recordases…-sorprendida por sus palabras, se detuvo a meditarlas durante unos segundos. Volvió a dar una respuesta negativa.

Seungho se detuvo. Estaba totalmente claro que Soo Min no sabía nada. O era una perfecta mentirosa, y estaba engañando incluso a Mir y Joon, los mejores para detectarlo, o era totalmente sincera e inocente. Se inclinaba por la segunda opción, algo dentro de sí se resistía a desconfiar de ella.

-Podríamos drogarlas para hacerlas confesar.-había sido una de las bromas ácidas de Mir, que G.O. por un instante hasta pareció tomarse en serio. Seungho no quería llegar hasta eso… no tendrían por qué hacerlo, esperaba.

-¿Confías en la agente Seung Min?

-Confío en ti. Y si tú me dejas a su cargo, supondré que es porque te fías de ella.

Sin duda, no era el tipo de respuesta que se esperaba. ¿Confiaba en ella a causa de él?

-¿Por mí?

-Ahora mismo… de todo el mundo a mi alrededor… el único en el que creo que puedo confiar eres tú… porque puedo hacerlo… ¿verdad?

Seungho no supo cómo responderle. La estaba cagando… ¿se consideraba aquello estar implicándose sentimentalmente en el caso?

-Mientras yo pueda confiar en ti también…-fue su respuesta. No podía decir nada más, en realidad no sabía qué decir, y los otros estarían escuchándolo. Se levantó- Perdona todo esto, Soo Min, yo solo…

-No tienes que disculparte. Si esto sirve para atrapar al… al secuestrador…o asesino de mi madre… voy a participar en lo que haga falta encantada. Seungho no añadió nada más, simplemente la acompañó hacia fuera e indicó a G.O. que volviese a escoltarla.

-Mir-lo llamó-, es tu turno… más te vale exprimirla como una esponja.

Así fue como el joven del grupo al poco rato se encontraba en la misma sala donde anteriormente había estado el líder interrogando a la primera víctima. Detrás del cristal les observaban Seungho y Joon, mientras que G.O. se había ido a entretener a Soo Min y Thunder lo visionaba y grababa todo a través de las cámaras trucadas.

Sun Nyu lo miraba totalmente interesada. Mir se daba cuenta de que debía ser duro con ella y sonsacarle todo lo que pudiera, sin embargo le estaba intimidando al mirarle con tal ansiedad.

¿Por qué lo hacía? No se quedaba igual de embobada con los demás miembros del equipo. No estaba acostumbrado a las mujeres, las únicas con las que había tenido contacto eran sus hermanas, y ambas estaba locas de atar…

-¿Vamos a comer juntos?-inquirió ella, emocionada. Prácticamente podía ver estrellitas saliendo de sus ojos.

-¿En serio piensas que te hemos traído aquí para…comer?-inquirió, sorprendido. Se preguntó si intentaba confundirlo, porque desde luego lo estaba logrando, y no mucha gente podía jactarse de ello.

-…¿Entonces, para qué?-pareció desinflarse un poco. Mir se acarició la nuca. Se sentó frente a ella.

-Sun Nyu, quiero que me seas totalmente sincera a lo que te voy a preguntar. Si no me gustan tus respuestas…

-¿Te vas a enfadar?-preguntó inocentemente. Sabía cómo jugar con las personas, debía ser eso, porque al hablarle así le había desarmado durante unos segundos.

-Sun Nyu-optó por no responder. Quien hacía las preguntas allí era él-, te preguntamos si el día antes de encontrarte habías estado en el lugar del primer ataque y dijiste que no. Bien, ahora cuéntame por qué mentiste.

-Yo no mentí…

-¿Vas a empezar así de mal? Tenemos pruebas irrefutables, así que no juegues conmigo-se levantó, rodeando la mesa y sentándose en la punta al lado de ella. La sombra del chico cubrió por completo a la muchacha, sin embargo él sabía que tanto la cámara como el cristal tintado tenían una visión totalmente nítida de la cara de Sun Nyu-. Estuviste ahí, y quiero saber por qué, y por qué nos mientes.

-Yo… yo no…-se estaba poniendo visiblemente nerviosa- Sí, estaba allí… ¡pero es casualidad! No lo dije antes justo porque tenía miedo… de que… pensarais lo que no es.

-¿Eres un cómplice?

-¡¡No, claro que no!!

-¿Dónde está la madre de Soo Min?-estaba poniéndose del todo nerviosa. Temblaba y unas enormes gotas de sudor comenzaban a deslizarse por su frente. La estaba acorralando. No podía permitirse flaquear y dejarla escapar, tenía que seguir presionando con todas sus fuerzas.

¿De verdad se creía que llorando le iba a doblegar? Era un agente entrenado para dar su propia vida si hacía falta por un caso, ¿creía que una mujer llorando iba a debilitarle?

Alargó el brazo y le acarició la mejilla. El contacto con los acusados estaba prohibido, pero todo estaba fuera de su sitio en aquel caso.

La sintió estremecerse ante el contacto.

-¿Dónde está, Sun Nyu?

-¡No me creerías!

-Prueba a ver.

-La mató.-respondió, sin embargo.

-¿Quién?-ella se tapó el rostro con las manos, sollozando.

-Ese tipo… lo vi… él…-el hipo le impidió seguir hablando momentáneamente.

-¿Por qué no dijiste nada?

-¡Tenía miedo!

-¿Miedo de qué?

-Le viste… viste lo que es capaz de hacer… ¡me salvaste de él!

-Pues si tanto miedo tenías, ¿por qué regresaste?

-Porque… habían matado a una persona… y yo…

-Ya basta.-se escuchó la voz de Seungho romper el momento. Le pidió a Mir que sacara a la chica de allí. Fuera se encontraban Soo Min y G.O.. Al verlos Sun Nyu se lanzó a los brazos de la otra chica, llorando desconsolada. Seungho notó la mirada de enfado que Soo Min les dirigió, al igual que supo que la chica entendía que aquello era necesario.

-G.O. y Mir os acompañarán de nuevo a casa, pero mientras esperad en la sala por favor. Ahora iremos a buscaros.

Obediente, Soo Min arrastró a Sun Nyu con ella, intentando calmarla. De momento, solo se tenían la una a la otra en todo aquel caos, incluso si no podían dejar de desconfiar al menos de la segunda.

Los chicos se metieron en la sala de interrogatorios. Seungho hizo un gesto a la cámara para decirle a Thunder que no perdiera nada de lo que decía entonces tampoco.

-¿Sabes por qué te he detenido, Mir?

-Ha desviado la conversación. Creo que ni ella se ha dado cuenta, pero los nervios la han hecho desviarla.

-Ambas chicas saben algo que temen contarnos, no creen que vayamos a creerlas… ¿pero por qué? ¿Qué esconden? Más que culpables de algo… lo cual de todos modos sería irracional porque Mastermind… quiero creer que no pondría a un sospechoso a nuestro lado…

-No, no tienen pinta de sentirse culpables de nada. Incluso diría que quieren contárnoslo, lo que sea que esconden, pero algo les retiene a hacerlo. Que no las creamos pero… ¿por qué, qué debe ser?-caviló Joon, siguiendo la teoría del líder- Voy a volver con Seung Min, estoy seguro de que está a punto de cantar. Y si no lo está, me da igual, porque lo va a hacer.

***

-No voy a abrir la boca sin tener delante a Mastermind.-aquellas palabras fueron las que recibieron a Joon en cuanto abrió la puerta donde se encontraba la agente Seung Min. Por eso se tuvieron que trasladar hasta «El cuartel», al menos ya con la seguridad de que ella confesaría.

A pesar de sus quejas Mir y G.O. fueron de nuevo a vigilar a las otras dos chicas en el piso franco. Seungho creía que sería mejor mantener a Joon llevando aquel interrogatorio, y Thunder había retomado junto a Armaggedon y CyberDanger la reparación del artefacto que habían encontrado roto después del encuentro con el sospechoso.

Nada más llegaron a la sala de juntas y cruzaron la puerta, Mastermind se presentó allí mismo sin necesidad de llamarlo. Parecía acalorado y agobiado por la situación.

-Veo que sabe qué hacemos aquí, jefe.-comentó Seungho, ligeramente mordaz pero recordándose que a pesar de todo, le debía respeto a aquel hombre.

-Ya hablaremos más tarde de vuestros interrogatorios sin permiso de un abogado.-volvió su mirada hacia Seung Min y negó ligeramente con la cabeza.

-¡¡Tengo que contárselo!!-exclamó ella, contrariada. Seungho y Joon se volvieron a verla, sorprendidos por su grito.

-No están preparados. Es mejor que lo vivan por sí mismos…

-¡Pero así no dejarán de sospechar de nosotros! ¿De qué sirve que tengan que descubrirlo por sí mismos?

-¡Ya hemos hablado esto muchas veces, agente Seung Min! Sabes mejor que nadie que contándoselo como si nada no van a creernos. Déjales que sigan investigando y… No sé ni por qué sigo discutiendo contigo al respecto.-musitó el hombre. Escuchándolos, Seungho se preguntó si se habían olvidado de que tanto él mismo como Joon seguían allí. Tanto el jefe como la chica se habían metido en una acalorada discusión a la que ellos dos asistían como si de un partido de tenis se tratase.

Le estaban volviendo loco entre los dos. La única razón por la cual estaba soportando aquella estupidez es que algo le decía que pronto descubrirían la pieza que tanto habían estado buscando, que terminaría de construir ese puzzle.

El teléfono de Seungho sonó, y sin dejar de estar atento a la situación atendió a la llamada.

-¡Líder! El aparato este… no lo entiendo. Está señalizando algo, pero no terminados de acertar a saber qué es…

-Entonces, ¿por qué me llamas?

-Porque lo que sea que señaliza es una débil, muy débil luz justamente donde os encontráis ahora…

-¡¡Te he dicho que mantengas la boca cerrada!!-la voz de Mastermind estaba alcanzando un tono que jamás le habían escuchado.

-¡No, no voy a callarme más! ¡No, porque así solo consigo seguir poniendo a mi hermana en peligro!

-¡Seung Min, no…!

-¡¡El culpable es un Inmortal, un maldito Inmortal que busca Gumihos y las asesina!!

***

La calle estaba más vacía de lo que era normal, y eso no le gustaba ni un ápice. O quizá fuera solo una sensación que Mir tenía, algo que le indicaba que no todo iba bien por esas calles.

Estaban a punto de llegar al piso, justo en el instante en que G.O. agarró a Soo Min y se apartó con ella hacia un lado, y Mir hacía lo propio con Nyu Sun.

El suelo, justo donde se encontraban instantes antes, desprendía humo por un pequeño orificio. Parecía que una bala se había clavado en él, y sin embargo era demasiado pequeño como para tratarse de eso.

El asaltante apareció de la nada, yendo a golpear a Mir. Por suerte éste fue lo suficientemente rápido nuevamente y dio una vuelta, esquivándolo. Sin necesidad de mirarse supieron que debían poner a las chicas a salvo, así que G.O. desapareció con Soo Min mientras que Mir planeaba hacerlo con Sun Nyu. Por desgracia el atacante parecía cebado con ellos y no podía darse el lujo de escapar de sus ataques para ponerla a salvo.

Maldijo en un grito ahogado por el dolor cuando recibió un golpe en la espalda que le hizo rebotar contra una farola. Pudo escuchar el sonido de sus propios huesos partiéndose y las lágrimas quemaron sus ojos.

Pero no tenía tiempo que perder. Cuando cayó al suelo, en seguida se puso en pie de nuevo, haciendo caso omiso al punzante dolor que le oprimía el costado. El atacante se dirigía hacia Sun Nyu, quien lloraba paralizada, saltando con la mirada del uno al otro sin saber qué hacer exactamente.

Vio al desconocido alargar la mano, estaba cerca de ella.

Mir sacó el arma del bolsillo y disparó, dándole de lleno en la mano y obligándole a apartarla. Todavía no podía darse el lujo de matarlo. No, lo que tenía que hacer era atraparlo y multiplicar el dolor que él mismo estaba sintiendo por mil.

-¡¡Ven!!-gritó a la chica. Ella reaccionó instintivamente y mientras el desconocido giraba la cabeza, Sun Nyu estaba a punto de alcanzarlo.

Cuando quiso darse cuenta, Mir notó una mano agarrarlo por el cuello y levantarlo del suelo. Sus pies dejaron de tocar otra cosa que no fuera aire, y por más que intentaba golpear con brazos y piernas no alcanzaba a nada.

Como si un hilo lo sostuviera desde el cielo.

Un calor abrasador comenzó a quemar allí donde notaba el agarrón, y la visión se le nubló ligeramente. Frente a él todavía veía a Sun Nyu. Sun Nyu furiosa, realmente enfadada, rodeada de un alo de luz y con el viento (¿viento? ¿qué viento? donde estaba él no lo notaba) meciéndole los cabellos.

Y entonces sucedió. Ella brilló como una estrella, él cayó sobre el suelo. El cuerpo de Sun Nyu se abalanzó sobre el suyo propio, pudo sentir las lágrimas de la chica caer sobre su propio rostro. Lo abrazó, él quiso gritarle que no era el momento, que estaban en peligro… y de repente ella parecía cargar con él. Cuando quiso darse cuenta estaba tumbado en el suelo, con ella de rodillas jadeando a su lado y en un lugar totalmente distinto donde se encontraban segundos antes.

-Mir… dime… dime que estás… bien…

-Qué…¿qué narices…?-intentó decir, no obstante el dolor punzante del costado se multiplicó y le obligó a coger una gran bocanada de aire para no gritar.

-Bien… estás bien… me alegr…-y antes de terminar la frase, Sun Nyu cayó desmayada a su lado.

EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO

Insanity: «- No diga tonterías, Jefe – protestó, recuperando su compostura -. No hay nada más allá de la ciencia»

Listado de capítulos.