«거짓말» kojitmal – Mentira. Capítulo 0. Prólogo

by @Jeannelok y Nuna.

Prólogo

Se sentó en la silla más cercana, posando una pierna sobre la otra y dedicándose a memorizar su papel. En realidad con leérselo una vez tenía suficiente para recordar cada una de las palabras que debía decir, no obstante eso no quitaba que debiera aparentar delante de los demás.

Colocó un cabello rebelde que se le escapó de la coleta detrás de la oreja, pues para aquella grabación debía llevarlo largo, y paseó la mirada por encima de las letras. Finalmente cerró el cuadernillo cuando escuchó que le llamaban.

Se sometió al jurado conformado por cámaras y director, recitando todo lo que ya se sabía de carrerilla dotándolo del tono necesario, los movimientos adecuados y las miradas justas. Por lo general no debía repetir ninguna escena en sus actuaciones, aunque a veces fallaba queriendo solo para mantener la apariencia adecuada.

En un rato regresaba a su camioneta negra, para dirigirse a otro lugar de grabación donde tentaría a la gente a comprar un producto de belleza. Se mordió el labio, divertido por aquello.

Con lo que él había sido.

Llegaron al plató de grabación y recibió las órdenes de lo que debía hacer seriamente, sin objetar nada y memorizándolo todo.

Era un buen actor. Algo ególatra, lo cual le había hecho pasar apuros de vez en cuando, siendo incluso acosado por algunas personas. Sin embargo, fue algo pasajero y en aquellos momentos era uno de los actores más famosos y cotizados, actuando en anuncios, películas, series e incluso cantaba. No le faltaba el trabajo, y lo realizaba diligentemente, aunque siempre había quien quería entrometerse en su vida para fastidiarle todo aquello que había construido en aquellos años.

En realidad, no era importante lo que quisieran hacerle. Podría soportarlo todo. Porque al fin y al cabo eran simples humanos, ¿qué podían hacerle, destruir su carrera? La volvería a levantar de la nada.

Se acercó al plató donde debía grabar el anuncio, en el cual caería al agua por culpa de un perro y mostraría que la mascarilla de hombres que estaba usando no se iba ni con el agua.

Miró al animal que se el acercaba, un Bearded Collie con largo y sedoso cabello de colores claros, como el blanco o el marrón arena. Era un animal realmente hermoso. En realidad, si había algo que podía admirar de su alrededor eran sin duda los animales.

Se agachó para acariciarlo y tranquilizarlo ante todas las luces que se proyectaban ante ellos, aunque grababan en exteriores, y la gente que los rodeaba haciendo ruido y poniendo nervioso al animal.

Le rascó tras las orejas y vio cómo se removía juguetón.

-Bueno-dijo, levantándose cuando anunciaron que comenzarían a grabar en un par de minutos-, en realidad los perros de tres cabezas son más difícil de calmar.

Se rió de su propio comentario y se puso en pie, encontrándose empapado de los pies a la cabeza no mucho más tarde. En seguida fueron a cubrirle con unas toallas y él agradeció con una enorme y hermosa sonrisa: sabía que así derretía a cualquiera.

Tendrían que repetir la escena para grabar algunos planos más, pero ya entraba dentro de sus planes tener que estar allí hasta que el sol comenzase a desaparecer.

No le preocupaba, realmente no tenía nada más que hacer.

El perro lo lanzó al agua unas cuantas veces más. Se removió entre ella, le grabaron riendo felizmente mientras jugaba con el animal, también saliendo del agua y corriendo felizmente los dos por el campo.

Su rostro de cerca, el brillo de las gotas de agua resbalando por su fina y bonita piel. Alzaba la cabeza y el agua recorría su cuello hasta meterse por la camiseta medio caída también empapada, sabiendo que así capturaría a las fans féminas y algunos hombres, disparando las ventas del producto.

Porque él era bueno en lo suyo, y lo sabía mejor que nadie.

Cuando terminaron de nuevo fueron a secarle, metiéndole en una furgoneta y secándole el pelo castaño, dejándoselo recogido en un moño esta vez. A otro hombre le hubiera quedado mal y demasiado afeminado, sin embargo a él aunque alguna vez lo habían acusado de serlo demasiado, le despejaba la cara haciéndosela un poco más redonda y le quedaba bien.

Le pintaron los ojos negros, perfilándoselos y porque sabían que a él le gustaba llevarlo así. Lo único que nunca le había convencido de aquel rostro era la nariz, sin embargo aunque no era la más bonita le otorgaba personalidad a su faz y aquello le volvía interesante y único.

Una chaqueta de vestir blanca, una camiseta larga…y ya era él de nuevo, totalmente acicalado y preparado para ser recibido por las fans que le siguieran la pista en la ciudad.

Venga, estaba listo, le gustaba ser el centro de atención de las miradas.

Salió de la furgoneta tras agradecer a las estilistas que le hubieran secado y arreglado, siendo recibido por un sol todavía brillante, y sonrió pensando que habían terminado antes de lo pensado.

Tocaba regresar al primer plató y seguir con la serie, porque en realidad aquello era un “descanso” que el habían dado, ya que la siguiente escena necesitaban grabarla de noche. Suerte que podía ir vestido casualmente a la misma, así no habría necesidad de cambiar estilismos una o dos veces más.

La vida de un actor era duda, sin duda.

Llegaron a la localización, un parque tenuemente iluminado. Muy romántico, pues al fin y al cabo se trataba de una serie de comedia y romance. Le dieron unos cuantos brillos más y en seguida estuvo allí en medio, con su compañera de reparto, gritándose mil cosas, insultándose, reprochándose, besándose…

Un beso dulce y suave al principio…

Uno salvaje y apasionado a continuación…

La soltó, notando que a la actriz le costaba mantenerse de pie. Tuvo que agarrarla para que no se cayese. A veces le costaba recordar cuándo debía dar un tipo de besos y cuándo otros, y aquella vez entendía que se había excedido.

Lo peor de todo para aquella actriz era que pidieron repetir la escena, y obviamente debían seguir los mismos pasos para no romper lo que ya estaba grabado. Quiso reírse por dentro, no obstante se resistió. Algo de respeto por aquella gente le quedaba.

Una muchacha pasó por su lado rápidamente, dirigiéndose a la actriz para entregarle un vaso con bebida en su interior. Su compañera se lo agradeció y bebió.

Por lo general, él no se fijaba en las asistentes de sus compañeras, y quizá ni en las suyas propias, de no ser porque las recordaba desde el momento en que se presentaban, pero la silueta de aquella le llamó la atención, y más lo hizo cuando se dio la vuelta para regresar por el lugar por el cual había llegado.

Se mordió el labio y se pasó la lengua por él. Aquello era totalmente estúpido.

La observó, a aquella chica de cabellos color tronco de árbol, ojos pequeños y oscuros. Nariz chata y cara redonda.

No tenía nada especial. Una silueta atractiva, y unas piernas que se adivinaban largas y apetecibles a pesar de quedar ocultas por unos tejanos. Un pecho bien formado debajo de aquel jersey claro y un cuello blanco y esbelto. Podría satisfacerle una noche, dos quizá…como todas las demás que se le parecían… ¿verdad?

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