“비밀” Bimil – secreto. Capítulo nº 27 (FINAL)

por Nuna y @Jeannelok

Dada la situación actual, Seungho tomó el completo liderazgo de la misión. Ordenó a Min Ah y sus gumihos a mantenerse al marguen. Sabían luchar pero al no poder utilizar sus poderes resultaban bastante inútiles para enfrentarse a los inmortales.

Mir y G.O., hasta ahora los que habían salido mejor parados, atacaban por la izquierda, mientras que Joon y Min Woo lo hacían por la derecha. Seung Min y Armaggedon detrás de ellos, cubriendo la retaguardia quedaron él mismo y Soo Min, quien podía emplear la telequinesis e ir lanzando a algunos a volar lejos con el poder de su mente.

Le preocupaba Sun Nyu. Estaba muy pálida y realmente sudorosa. Min Ah la sujetaba para que no se desmayase, aunque no tenía heridas aparentes, ¿le habrían golpeado algún órgano vital?

Un tipo que se había escapado de sus compañeros se avalanzó sobre él, pero Seungho lo inmovilizó con insultante facilidad y le voló la cabeza, cubriéndose de su sangre.

Protegió la espalda de Seung Min y mientras daba una vuelta asestó un golpe con la culata de la pistola a un tipo que iba a por Soo Min. En pocos minutos, la formación que había montado se fue al garete. Los que hasta entonces no habían estado heridos prácticamente, comenzaban a sangrar. Intentó avanzar para colocarse delante de ellos y sustituirlos, pero sabía que no aguantaría mucho más.

¿Sería aquella su última misión?

No había terminado el pensamiento, que escuchó un grito desgarrador. Un inmortal había disparado a Mir con una pistola, acertándole en la pantorrilla, donde no llevaba protección. Sun Nyu lo había visto y el chillido provenía de ella, mientras a pesar de la falta de fuerzas intentaba lanzarse a proteger al muchacho.

-¡Sujetadla!-ordenó Seungho. No podía estar pendiente de la chica también, tenía suficiente con lo que se presentaba ante sus ojos. El enemigo volvió a golpear a Mir, esta vez perforándole el hombro con su propio brazo. Se sintió orgulloso a la par que preocupado cuando el agente aprovechó ese momento para dispararle en la mandíbula y reventarle la cabeza.

Sin embargo, cuando se volvió, imaginando la reacción de Sun Nyu al ver aquello, se dio cuenta de que algo extraño sucedía. Las gumihos se habían alejado de ella, y la chica se sostenía a duras penas de pie, mientras la envolvía un tenue resplandor.

De repente, brilló. No como otras veces. Fue la luz más blanca y pura que ninguno de los presentes había visto, ni vería jamás.

El cuerpo de la gumiho cayó pesadamente al suelo. El lugar se había vuelto mucho más oscuro y tenebroso, parecía faltar cualquier tipo de brillo después de lo que acababan de presenciar. Ambos bandos se habían quedado quietos, hipnotizados, intentando descifrar qué acababa de suceder.

La primera en reaccionar fue Min Ah. Comenzó a gritar «es ella, es ella, ¡ya no tenemos poderes!«. Y el líder, veloz, atacó al primer inmortal que le atacó. Ellos también habían perdido cualquier rastro de su poder. De repente, todo se volvió sencillo. Sin sus poderes, incluso las gumihos se unieron para pelear. Estaban lo suficientemente preparadas para eso, teniendo en cuenta que sin sus poderes, los inmortales se convertían en… nada. Inútiles. Casi parecían no saber atinar a mover los brazos adecuadamente.

Seungho ordenó a Armaggedon, el más cercano a la puerta, que saliese al exterior y que cualquier agente que quedase vivo allí fuera (porque suponía que los inmortales simplemente les habían ignorado, y los agentes no les habrían visto entrar si usaban sus poderes de velocidad) entrase a echarles una mano.

En nada, aquello que parecía ser su último suspiro había dado la vuelta gracias a Sun Nyu.

***

So Yeon le dio un vaso de agua a Thunder. El muchacho, aunque estaba tan malherido que habían temido por su vida, había despertado milagrosamente rápido y le explicaba lo que había sucedido en la batalla. Al parecer perdió la conciencia un rato, pero logró recobrarse medianamente para ver a Sun Nyu brillar y lo que sucedió a continuación.

– Increíble, So Yeon. Pasamos de estar perdidos, a… no voy a entrar en detalles, pero simplemente, Sun Nyu nos salvó la vida. Nuevamente. A todos.-la emoción en sus palabras era palpable, y por enésima vez la chica maldijo en no poder dar las gracias debidamente a la otra muchacha.

No la conocía prácticamente de nada, y sin embargo ya le debía tanto… ella misma, y todos.

-¿Sobrevivió algún inmortal?

-Sí, pero pocos. Los capturamos y serán juzgados por pertenecer a una banda de asesinos. Aunque fueran gumihos… eran civiles inocentes. Por otro lado, sabemos que quedaran algunos sueltos pero… ya no pueden hacer daño.

So Yeon sonrió. Thunder estaba visiblemente contento, a pesar de sus heridas y el dolor que éstas debían provocarle.

Como un niño pequeño con una piruleta. So Yeon se preguntó cuándo le había visto así. Debería estar cansado, abatido, herido por Mastermind… por Sun Nyu…

-Ser agente es muy duro-dijo, de repente-. No me importa romperme la cabeza entre los ordenadores, ni pelear, ni salir herido… pero odio ver el sufrimiento de los míos, o… o verles… caer ante mis ojos. Creo que lo mejor de acabar una misión, no es eso en sí. Es que sabes que al menos durante un tiempo… no tendrás que volver a pasar por tal sufrimiento.

So Yeon se dio cuenta de que estaba llorando mientras le escuchaba. Acababa de resolver las preguntas que había en su cabeza, y se dio cuenta de cuán herido estaba el muchacho. Posó la cabeza sobre el vendaje de su hombro, sin apretar.

-¿Por qué lloras, So Yeon?

-Porque no puedo evitar llorar si te veo hacerlo a ti.

***

El servicio había terminado y los restos de Mastermind ya reposaban bajo la tierra. Los asistentes no habían sido escasos. Al margen de la pareja Min y de Seung Min, el Jefe no tenía otras personas a las que se pudiera considerar como su familia, pero aquel funeral estaba atestado.

Segunho miró a su alrededor. Reconoció a algunos peces gordos por los galones de su uniforme. Debían ser antiguos compañeros de profesión o mandos superiores. Sin embargo, al margen del personal del GOSE, no conocía o reconocía a nadie en especial. La mayoría de aquellas personas parecían civiles.

Cuando vio cómo muchos saludaban a Min Woo y a Min Ah, lo comprendió. Eran neutrales. Algunos de ellos puede que sólo un par de días atrás fueran inmortales o gumihos, pero ahora todos los presentes eran humanos. Todos, sin excepción. Cuando lo comprobaron se quedaron asombrados. En un principio pensaron que lo que hizo Sun Nyu sólo tenía efecto sobre los que estaban en aquel edificio, pero poco después Min Woo comenzó a recibir mensajes de antiguos inmortales y gumihos que habían entrado en pánico. Todos habían perdido su poder.

De alguna manera que todavía no acertaban a comprender, Sun Nyu había absorbido la energía y la magia de los seres sobrenaturales, y ahora no eran más que simples y meros humanos.

Seugnho había quedado temporalmente al cargo del GOSE. Los chicos habían insistido en que nadie era más indicado que él para sustituir al Jefe, pero no estaba seguro de que fuera una buena idea. De hecho, no le parecía buena idea en absoluto. El mero hecho de utilizar el despacho de Mastermind le causaba un profundo dolor. Lo había comprobado durante aquellas horas en las que se vio obligado a hacerlo. Todo en aquel cuarto le recordaba al gran hombre que se había ido. Y aunque probablemente esa sensación desaparecería a medida que pasara el tiempo, aquello no era el principal motivo de su negativa a aceptar el puesto. Lo primordial era que no se veía pasando el resto de su vida como agente especial encerrado en un despacho. Era un hombre de acción, necesitaba salir a la calle, investigar casos, realizar intervenciones, necesitaba incluso ser herido en combate alguna vez. Era para lo que se había preparado tanto tiempo, y ahora formaba parte de su personalidad.

Los chicos lo entendieron cuando él se lo explicó, pero estaban nerviosos ante la llegada del sustituto de Mastermind. Durante todo aquel tiempo, habían conformado una especie de pequeña familia, y sería muy difícil acostumbrarse a que un extraño invadiera ese microentorno que crearon… los lazos afectivos eran patentes.

Miró a Seung Min. Estaba destrozada. Mastermind había sido lo más parecido a un padre que la chica había tenido en la vida. Jamás pensó que se derrumbaría tanto al perderlo. Seungho suponía que con la desaparición de su mentor, ella también estaba acusando la muerte de su madre. Su aparente fortaleza cuando ella murió era del todo menos normal, y siempre había estado esperando a que algo actuara como catalizador para sacar su dolor. El catalizador había sido la muerte de Mastermind. Seung Min ni siquiera habría tenido tiempo de pensar en su madre con todo lo que había ocurrido durante las últimas semanas, pero ahora que todo había pasado, estaba siendo consciente de que había quedado huérfana. Seungho no la había visto llorar tanto jamás. De hecho, nunca había considerado la posibilidad de que pudiera llorar…

Afortunadamente, Joon no se separaba de ella ni un instante, y Soo Min también hacía todo lo que podía para reconfortar a su hermana. Lástima que no hubiera consuelo. Y no eran los únicos que estaban sufriendo… también estaba Mir.

Se había empeñado en acudir al entierro aunque no estuviera recuperado de sus heridas. Todos estaban muy preocupados por él. Lo que le había ocurrido a Sun Nyu le estaba afectando tanto, que todos andaban pendientes de su estado emocional. El grupo aparentaba una relativa normalidad a pesar de la tristeza, pero Seungho veía las miradas furtivas y escrutadoras que los miembros del equipo le echaban a Mir. Seungho sentía mucha pena por la chica y por su compañero. No había sido justo. Todavía le sorprendía lo que había pasado con ella… en teoría eran Seung Min o Soo Min las que estaban en el punto de mira, y pensar que él o Joon podrían estar en el lugar de Mir en ese mismo instante, le daba escalofríos. Agradecía que no hubiera sido Soo Min, pero desde luego su sentido de la justicia era incapaz de encontrar una justificación para lo que había ocurrido con Sun Nyu.

Min Woo afirmaba una y otra vez que era el destino de la chica, que no habrían podido evitar lo que le ocurrió, pero nadie era capaz de esgrimir el mismo argumento cuando Mir estaba presente, por más que comprendieran que el ex-inmortal tenía razón.

Mir estaba ligeramente apartado de sus compañeros. Parecía como ausente. Tenía la mirada perdida y daba la sensación de que ni siquiera estaba allí.

– Estoy muy preocupado por él – susurró.

Soo Min, que estaba a su lado, agarró ligeramente su brazo.

– Todos lo estamos. ¿Qué podemos hacer?

Con preocupación, Seungho vio cómo el chico daba media vuelta y comenzaba a caminar entre las tumbas.

– ¿Dónde va? – preguntó Soo Min -. ¿Crees que deberíamos…

– No – interrumpió Min Woo, que se les acababa de acercar – necesita racionalizarlo..

– ¿Cómo va a hacerlo? ¿Tiene esto una explicación racional? – murmuró Soo Min -. Ninguno podemos hacerlo… – Soo Min empezó a llorar al pensar en su amiga.

– Necesita una explicación, encontrar un por qué – dijo Seungho.

– Sí, eso imaginaba… – Min Woo se quedó pensativo.

– Quizás puedas ayudarle con eso – sugirió Min Ah, dirigiéndose a su marido.

– Sí, creo que voy a hacerlo.

Y sin dar más explicación, Min Woo comenzó a caminar en la misma dirección que Mir.

***

Mientras se acercaba a él, vio que Mir, sentado sobre sus rodillas en el césped, palpaba su herida con un gesto de dolor. Min Woo arrugó el ceño. No debieron dejarle ir… pero nadie pudo convencerle de lo contrario.

Mir escuchó sus pasos y se volvió hacia él. Su gesto fue de contrariedad. Escondió su rostro y Min Woo supuso que estaba limpiándose las lágrimas. Se sentó a su lado.

– Hace un día estupendo para pasarlo en el cementerio. ¿Piensas estar mucho rato aquí?

Mir no contestó.

– En serio, Mir, estamos todos muy preocupados por ti. No sabemos cómo ayudarte. Una pista nos vendría de maravilla.

– Estoy bien – espetó el chico. Estaba claro que no agradecía la presencia de Min Woo.

– Supongo que necesitas estar solo, que necesitas tiempo para pensar… pero por más que lo hagas, no encontrarás un motivo que justifique lo que le ha pasado a ella, aunque si quieres saber por qué le ocurrió, entonces soy tu hombre.

Como esperaba, Mir lo miró con un repentino interés. Había logrado captar su atención por fin.

– ¿A qué te refieres?

– Mastermind y yo sabíamos que Sun Nyu podía ser la chica de la profecía. No teníamos la seguridad, pero era algo que valorábamos – suspiró -. Aunque nunca imaginamos cuál sería el resultado de…

Bajó la cabeza. Min Woo había aprendido también a apreciar a aquella gumiho inocente y risueña. Mir estaba sufriendo, pero todos sufrían por ella.

– No puede ser… ¿por qué ella? La profecía hablaba de un mestizo, un cruce, y Sun Nyu era una gumiho. No tiene sentido…

– No lo era… una gumiho. Lo parecía, pero no lo era. Su padre debió ser un mortal.

– Pero esa absurda profecía hablaba de un cruce entre las dos razas, ¿un mortal? Debió ser un inmortal y una gumiho…

– La profecía hablaba de un cruce… no especificaba más. Se supone que los inmortales son más poderosos que los humanos, y que debía ser un inmortal quien engendrara a la persona en cuestión, pero hace mucho tiempo que Mastermind y yo especulábamos con que se trataba de una hija de humano y gumiho.

– ¿Por qué? ¿Por qué lo sospechábais?

– La combinación perfecta no era la de una gumiho con un ser que de por sí ya era un cruce de razas, sino entre las dos originales; una persona con el don absoluto de la magia por naturaleza y nacimiento, con otra que por naturaleza y nacimiento carece de toda ella… ya sabes que la investigación de Insanity nos arrojó luz en cuanto al origen de los inmortales… Antes Mastermind y yo sólo teníamos sospechas, pero Insanity nos demostró mediante la ciencia lo que él y yo ya habíamos especulado. Y además, el padre de Soo Min y Seung Min era inmortal, y todo apuntaba a que a quien buscaban era a ellas, eso nos tenía confusos… no podíamos estar seguros de nada.

– Vale, eso lo entiendo… érais amigos los tres, o eso tengo entendido.

– Sí. Muy amigos. Él murió protegiendo a su mujer y a sus hijas, y nosotras nos hicimos cargo de ellas, aunque esa historia ya la sabes.

– Por eso no le dábais crédito a la profecía…

– No mucho, la verdad, pero solíamos hablar bastante sobre ella. Los movimientos de nuestros enemigos giraban en trono a ella, y queríamos anticiparnos a ellos. Ellos simplemente buscaban a un mestizo, les daba igual su origen, nosotros queríamos ir más allá.

Mir suspiró pensativo.

– Sigo sin comprender cómo supisteis que Sun Nyu también podía ser… Es decir, se supone que ella era una gumiho pura.

– Sólo en apariencia.

– ¿Cómo lo descubriste?

– Fue Insanity quien lo descubrió. ¿Recuerdas que le hizo algunas pruebas? – Mir levantó la vista hacia él enfurecido -. No, no le volvió a repetir ninguna de ellas. Tenía todas las muestras que necesitaba la primera vez… y tenía con qué compararlas.

– Las que recogió en el rescate…

– Exactamente. Ese loco estaba decidio a encontrar el origen de la magia. Quería explicarlo, darle una formulación científica. Se esmeró en el estudio de las gumihos, y siendo Sun Nyu tan poderosa, se esmeró con ella mucho más. Sin embargo, se dio cuenta de que sus características no coincidían con las de las gumihos, no era exactamente como ellas. Así que, se coló en el cuarto de las mellizas y robó una muestra de su cabello… los tres patrones que obtuvo tampoco encajaban. Sun Nyu no era una gumiho de raza pura, pero tampoco era como las mellizas… sólo quedaba una posibilidad, que fuera hija de un mortal.

– ¿Hablásteis con Sun Nyu al respecto? – preguntó Mir, mientras que sentía que su corazón se partía una y otra vez sólo con mencionar su nombre.

– Dudo que ella lo supiera… estaba convencida de que era una gumiho. Vivió mucho tiempo sola, tenía el don de la longevidad, tenía unos poderes asombrosos… creo que ella pensaba que era una más, así que, estuvimos debatiendo la manera de consultarlo con ella, pero antes tanteé su poder para ver hasta dónde alcanzaba.

– Aquella prueba en la que casi te mata.

– Exacto. Era demasiado fuerte ya si se la consideraba una gumiho… y siendo una mestiza su poder era desorbitado. Comenzamos a considerar que podía ser ella, pero su don era sólo el de brillar con una potencia inusitada, no parecía haber más, aunque sabíamos que podía tener algo escondido…

– Y lo tenía… el poder de absorber toda la magia, de terminar con todos, de acabar con una guerra que había durado siglos. ¿Sabíais en qué consistía y las consecuencias que tendría para ella?

Min Woo sacudió la cabeza con energía.

– No, más bien pensábamos que era una especie de arma, ellos también lo pensaban. Algo con lo que atacarnos o con lo que poder atacar. Jamás pudimos imaginar que todo terminaría así. Supongo que habríamos encontrado una forma de evitarlo si lo hubiéramos sabido…

– … o quizás era un destino del que ella no podía escapar – dijo Mir con la voz rota.

– Eso es lo que piensa Min Ah. Soo Min le contó que Sun Nyu parecía encontrarse mal aquel día. No brillaba con la suficiente potencia y estaba pálida. Min Ah piensa que algo estaba despertando dentro de ella

– Sí, Soo Min también me habló de ello… Pero no puedo aceptarlo.

– ¿Ni siquiera con lo que acabo de contarte?

– Ahora puedo comprenderlo, pero no puedo aceptarlo, y creo que no lo haré jamás.

Las lágrimas comenzaron a resbalar por las mejillas de Mir, y ahora ni siquiera se molestó en esconderlas de Min Woo.

– Lo siento mucho, Mir. Ojalá hubiéramos podido evitarlo.

– Ella… ella era inocente, y buena. Siempre estaba alegre, siempre anteponía a los demás… – se atragantó con las palabras y con sus propios sollozos -. Si lo hubiera sabido, si Sun Nyu hubiera sabido que ella era la clave para acabar con todo… se habría… ella… se habría sacrificado igual… lo sé…

Min Woo apoyó la mano sobre el hombro del chico, que subía y bajaba al ritmo de sus sollozos.

– Y ahora… ahora ni siquiera sé qué hacer… cómo… ¿qué hago? Sun Nyu… se ha ido… dicen que no volverá… dicen que ya no está… y yo no puedo aceptarlo.

***

El equipo original del GOSE estaba reunido en la sala de juntas, todos vestidos de gala, y con evidente nerviosismo. Sólo faltaba Thunder, que todavía no estaba ni cerca de recibir el alta hospitalaria… les habría venido muy bien el poder del que ahora carecia Soo Min para remediar eso, pero ahora todos eran simples humanos, y en el fondo, aunque a las chicas o a la pareja Min no les hacía demasiada gracia la nueva vida a la que iban a enfrentarse, Seungho se sentía cómodo volviendo a ser él mismo. Y los chicos también.

Ese día iban a recibir al nuevo Jefe.

Seungho suspiró. Las caras de sus hombres no eran la mejor de las bienvenidas. Fuera quien fuera la persona asignada al mando, iba a tener que enfrentarse al recuerdo omnipresente de Mastermind en ellos…

La puerta se abrió sin previo aviso, y un hombre de imponente presencia entró en ella. Seungho abrió la boca cuando le vio y le reconoció. Los demás, que no tenían ni idea de quién era, lo miraron de arriba a abajo. Su semblante duro y severo, su uniforme, sus galones de general…

Era el general Yang… el padre de Seungho.

Y el líder del grupo del GOSE, simplemente no podía creerlo.

La reunión fue escueta, El General habló sobre lo que esperaba de ellos, sobre su forma de trabajar, sobre disciplina, fortaleza, determinación… era algo que Seungho llevaba toda la vida escuchando, y era algo que creyó que no volvería a escuchar de nuevo.

Esperó a que terminara todo, intentando ocultar su desconcierto, y se asombró cuando su padre dio por terminada la reunión y salió de la sala sin dirigirle siquiera una sola mirada. ¿A qué estaba jugando? ¿Es que pretendía negar el hecho de que eran padre e hijo?

Los chicos propusieron salir a tomar algo para relajarse e intercambiar impresiones sobre el nuevo jefe. Seungho rehusó la invitación, diciendo que tenía algunas cosas que hablar con el recién llegado. Salió de la sala y se dirigió al antiguo despacho de Mastermind.

Entró sin llamar y cerró de un portazo. Su padre, que estaba instalándose en el despacho, lo miró impasible, y por todo gesto, levantó una ceja.

– Sabría que vendrías – dijo, y siguió colocando sus cosas.

Seungho se acercó a la mesa, apoyó las manos sobre ella y lo miró enfurecido.

– ¿Qué crees que estás haciendo, padre? – preguntó, controlándose para no gritar.

– Es evidente. Me estoy acomodando en mi nuevo puesto.

– A eso me refiero. ¿Por qué has venido?

– Me ofrecieron el puesto y acepté.

Seungho sacudió la cabeza con incredulidad mientras emitía una carcajada irónica.

– Sabías que yo estaba aquí.

Su padre seguía revisando cajones, metiendo en ellos sus pertenencias.

– Espero que el hecho de que somos familia no influya en el trabajo.

El líder volvió a reír.

– Papá, nunca en la vida nos hemos llevado bien cuando vivíamos juntos… ¿crees que va a ser distinto en el trabajo? – se incorporó y lo miró gravemente -. No podemos trabajar juntos. Es imposible.

El general Yang dejó lo que estaba haciendo, cruzó los dedos de las manos y lo miró desde su asiento.

– Escucha, hijo…

– ¿Hijo? ¡¿Hijo?! – hace años que no me llamas así -. Siempre te has dirigido a mí como agente.

El hombre suspiró.

– Agente Yang… los superiores saben de nuestro lazo sanguíneo, pero confían en nosotros dos, y saben que podemos dejar al margen nuestro vínculo familiar y hacer un buen trabajo.

– ¡No puedo trabajar contigo! – insistió Seungho -. ¿Por qué tuviste que aceptar?

El General volvió a suspirar. Su mirada de golpe se volvió blanda, algo que Seungho no recordaba haber visto jamás. Más tarde se preguntó si no lo había soñado, puesto que su expresión duró apenas décimas de segundo.

– Agente, desde este momento soy el hombre al mando de esta unidad que usted lidera – dijo, empleando deliberadamente un tono formal -. Le agradecería que el resto de cuestiones quedaran al margen. Podemos trabajar bien y vamos a hacerlo. Se dará cuenta usted de que no soy tan mal Jefe como todos esperan, aunque soy más que consciente que tendré que soportar las comparaciones con mi predecesor, que era un hombre admirable y con mucho prestigio. Tendré paciencia en cuanto a eso, así que, le pido que sea paciente también y me dé un margen de confianza. Estoy seguro de que podemos trabajar muy bien juntos.

Exasperado, Seungho se dio la vuelta y se marchó sin siquiera contestarle.

El General Yang miró hacia la puerta por donde Seungho había desaparecido, y una sonrisa invadió su rostro.

– Algún día, hijo, seré capaz de decirte lo orgulloso que estoy de ti, de tu energía, hasta de tu rebeldía… algún día.

CINCO AÑOS DESPUÉS

G.O. saboreó el sonido de los aplausos y los gritos de las mujeres que acababan de verle bailar. Nunca imaginó que se dedicaría a quitarse ropa y moverse sensualmente sobre un escenario, pero cuando Thunder dijo que quería dejarlo y le propuso que tomase su puesto, no se lo pensó ni un segundo.

Había nacido para aquello.

Era seguramente tan o más famoso de lo que su compañero lo había sido nunca. Le adoraban, y a él le encantaba sentirse adorado. Le lanzaban cosas sobre el escenario, y cuando se acercaba a ellas le metían billetes en los calzoncillos. Lo más difícil de todo aquello era intentar mantener la sangre concentrada lejos de…

Chocó con alguien mientras iba camino al cuarto para cambiarse. Escuchó una queja y al volverse, se encontró con ella.

Oh, era tan guapa. El cabello entre castaño y rubio caía sobre su hombro desnudo, acariciándolo como él mismo quería hacerlo. Sus ojos le lanzaron dagas envenenadas que él aceptó contento.

-Estás espléndida hoy también.

-Y tú sigues tan estúpido como siempre, podrías al menos disculparte, ¿no?-era una de las pocas mujeres que trabajan allí, y al parecer el jefe le había dado el trabajo al ver cómo discutía con G.O., asegurando que podrían pasar dos cosas con ella: o que odiase tanto al chico, que trabajaría perfectamente sin distraerse por él, o que acabaría enamorada pero manteniéndolo recto.

A G.O. le gustaba más la última opción, aunque lo que mantenía recto eran más bien otras cosas.

– ¿Quieres cenar conmigo esta noche?

– ¿A las 3 de la mañana? Va a ser que no.-estaba dispuesta a irse. Seguramente la caja que cargaba pesaba. G.O. se la arrebató galantemente.

-Deja que te ayude.-ella sonrió maliciosamente.

-¿Sí? Pues espera-y al instante volvió, cargando otra caja que le colocó también encima-. Tengo entendido que eres un chico fuerte.

-Lo soy, ¿quieres comprobar cuánto?-frunciendo el ceño la muchacha le golpeó el trasero.

-Venga, ¡que quiero volver a mi casa, camina!-se adelantó al chico, que se sintió hipnotizado con el movimiento de caderas que alcanzaba a ver a través de las cajas.

Tenía realmente un cuerpo de infarto.

-¡¡Espérame Ailee, ya voy!! ¿Y qué tal si desayunamos juntos y en mi cama?

***

El grupo del GOSE estaba reunido de manera informal. Acababan de terminar una misión en la que habían desmantelado a un poderoso grupo de mafiosos narcotraficantes y el buen trabajo hecho merecía una celebración.

Las chicas también habían venido, y la pareja Min. No habían perdido el contacto con ellos durante todo aquel tiempo. Habían pasado demasiadas cosas juntos como para romper sus lazos así como así. Y ahora Min Woo era uno más del grupo de agentes.

Seungho contempló al grupo. Estaban felices, tomando unas cervezas y picando de los platillos.

– Vamos a reformar la casa – explicaba Seung Min a los demás -. Si Joon y Seungho van a venir a vivir con nosotras algún día, necesitamos reordenar el espacio. La casa es muy grande, tiene dos plantas, suficiente para todos.

– ¿Huelo a boda por aquí? – preguntó Cyberdanger haciendo que los cuatro se sonrojaran.

– No lo veo factible – espetó Seung Min -. Estos dos hombretones no tienen la intención o el valor para declararse.

– Lo harán antes o después – dijo Min Ah, riendo -. Puedo verlo en sus caras.

– Eres demasiado romántica, cariño – dijo Min Woo, levantando una carcajada general.

– ¿Cómo está el niño? – preguntó Soo Min.

– ¡Enorme! Es casi un adolescente. Me pregunto cuánto nos hará envejecer cuando crezca más y empiece a querer volar solo… me están saliendo arrugas – se quejó Min Ah -. Esto de no ser lo que éramos tiene sus desventajas… aunque por lo menos ahora seguiremos la evolución natural de cualquier familia normal.

– ¿Desventajas? Dímelo a mí – intervino Min Woo -. No soy ni la sombra de lo que era.

– Venga, no será para tanto -, rió Armaggedon -, ahora eres un miembro del GOSE, y el General está satisfecho con tu trabajo. Eres un buen agente.

Min Woo sacudió al cabeza con tristeza.

– Podéis pensar que es una tontería, pero esto de ser “débil” me tiene un poco amargado. Nací siendo un super hombre, no me acostumbro a estar en estas condiciones.

– Ha pasado ya un tiempo, deberías estar acostumbrado – afirmó Joon.

– Uno no puede negar lo que es… si estuvieras en mi lugar, te sentirías como si te hubieran cortado un brazo.

– Yo te comprendo – dijo Seung Min levantando su vaso y bebiendo por él -. Antes les daba a los malos lo suyo en medio minuto. Ahora, hasta me tengo que curar algún que otro moretón.

– Si necesitas ayuda alguna vez, ya sabes… – propuso Joon.

– No seas tan gallito… sólo me has ganado una vez en combate – protestó su novia -, y creo que vas a estar echándomelo en cara toda tu vida. ¿Tanto le dolía a tu ego masculino que te derrotara siempre?

– Yo sólo quería ayudarte – respondió el chico, levantando las manos en señal de paz.

– ¿Son siempre así? – preguntó Thunder, dirigiéndose a Seungho.

– O peor – contestó el líder -. Tienen esa absurda competencia desde el momento en que se conocieron. Creo que es eso lo que les une…

– ¿Dónde está Mir? – preguntó G.O. -. Se está retrasando mucho.

– Supongo que está donde siempre – respondió Seungho con tristeza.

Todos se quedaron callados durante unos instantes. Todavía dolía. Y Mir estaba muy lejos de recuperarse del golpe.

– ¿Vamos al karaoke? – propuso So Yeon, intentando romper el silencio incómodo.

– No, no me arrastrarás a ese sitio infernal donde siempre hacéis el ridículo – contestó Seungho.

Los chicos volvieron a reír. Estaban deseando tener la excusa para hacerlo y no seguir tocando el tema tabú. Era imposible tocarlo cuando Mir estaba presente, y era realmente triste e incómodo cuando él no estaba.

– Claro que irás, y cantarás – afirmó So Yeon.

– La próxima vez no te llamaré para quedar – amenazó el líder.

– No me importa. Thunder lo hará.

– ¿Y qué relación tenéis vosotros dos si se puede saber? – preguntó Seungho -. Váis de amigos, pero todos nos morimos por saber qué significa para vosotros ese término.

– Eso queda dentro de nuestra intimidad – respondió Thunder -. Lo que somos, lo que dejamos de ser, es cosa nuestra. No te importa.

– Siempre tan susceptible… – se quejó el líder.

– Es complicado – murmuró So Yeon.

– Venga, vamos a ese karaoke – dijo Seung Min levantándose.

Los demás la imitaron.

Estaban listos para irse cuando de repente Insanity entró a la carrera.

– ¡Tengo noticias! – gritó.

Hubo un murmullo de desaprobación. Insanity jamás salía con ellos, siempre prefería quedarse en su laboratorio, era el único al que las experiencias vividas no le habían cambiado un ápice. Excepto un par de momentos en los que pareció humano cuando hicieron aquel primer asalto en el que Seungho casi pierde la vida, jamás había mostrado una pizca de emoción por algo que no fuera la ciencia.

– ¡Venga, estamos de celebración! – se quejó Cyberdanger -. No fastidies que hay misión a la vista.

– ¡Sentaos! – respondió Insanity con los ojos brillantes de emoción.

– Esto va a ser grande. Mírale, está totalmente excitado – observó Thunder.

Sin embargo hicieron lo que él les decía, e incluso les pidió a los civiles que se quedaran a escuchar. Insistió en que lo que tenía que decirles les afectaba a todos.

– He estado trabajando mucho en esto, y por fin creo que he dado con un agente espectacular – anunció.

– ¿De qué habla? – preguntó Joon.

– Ohhh, mier*a, huelo a experimento… y nosotros seremos los cobayas – exclamó Armaggedon.

– Bueno, no cobayas exactamente…

– Lo sabía – dijo el grandullón con resignación.

– Explícate – le pidió Seungho, tomando de golpe y de manera natural el rol de líder.

– Os lo explicaré con palabras sencillas, como si tuviérais tres años… esto será difícil, claro, porque una mente científica como la mía…

– Ah, ¡vamos, desembucha de una vez! – gritó Seung Min, perdiendo la paciencia.

– El agente que os inoculé y que os convirtió en esos tipos… lo he perfeccionado.

Insanity se quedó a la espera de sus reacciones. La mayoría de los chicos del grupo protestó y le tachó de loco, pero Min Woo y Seung Min lo miraron con desmesurado interés. Era poco público, pero por lo menos tenía alguno. Insanity continuó:

– Los jefazos me pidieron que siguiera con las investigaciones. El problema residía en saber si podríamos hacer algo que pudiera aumentar la fuerza y la resistencia de una persona, pero sin que esto implicara necesariamente convertirse en lo que conocemos con el término “inmortal”. Es decir, aumentar vuestra fortaleza, volver a ser como érais el día que acabásteis con ellos, pero sin los desagradables efectos secundarios..

– ¿Efectos secundarios? – preguntó Min Woo.

– Bueno, no es conveniente que viváis eternamente – respondió Insanity -. De hecho oculté lo que el agente original hacía en mis informes, sería arriesgado que alguien supiera que somos capaces de ralentizar el envejecimiento celular y esas cosas, la gente mataría por una tecnología así… no es serio, no es natural, no es científico… aunque claro, pensándolo mejor…

– ¡Por dios, continúa! ¡Y al grano! – dijo Seung Min, interrumpiéndolo.

– Pues eso, he creado un agente menos radical. Si aceptáis someteros de nuevo al tratamiento, y recuperar aquella fuerza, os convertiré en el mejor equipo de élite del mundo.

– No estoy seguro de querer eso… – murmuró Thunder.

– Yo firmo. ¿Dónde hay que firmar? – dijo Min Woo, sin dudar.

– Yo también – dijo Seung Min decidida.

– Mier*a, si ella lo hace, yo también tendré que hacerlo – suspiró Joon.

– Sólo hay un problema – siguió diciendo Insanity -. El General ha sido claro al respecto. Que fuera un tratamiento sin riesgos ni efectos secundarios (lo cual ya puedo asegurar), y que la decisión de someteros a él sea unánime. O todos o ninguno.

Los chicos se miraron unos a otros…

– Vamos, sólo nos hará un poquito más fuertes – dijo Seung Min.

– Dios, yo lo necesito, lo necesito desesperadamente – suplicó Min Woo.

– ¿Sin efectos secundarios? – preguntó Seungho.

– Sólo fuerza y resistencia – aseguró el científico.

– Habrá que consultarlo con Mir también – concluyó el líder -. Habrá que esperar que vuelva.

***

Llegar allí siempre le estrujaba el corazón. Aunque había pasado cinco años acudiendo, todavía se le hacía extraño hablarle a Sun Nyu y no recibir respuesta alguna. Se despertaba por las noches, sudoroso y gritando. Le obligaban ir a dormir a casa. Durante un tiempo no había ido a trabajar, pero era lo único que le mantenía distraído, además de que no podía vivir del aire y aún era muy joven para retirarse.

Era difícil aceptar la realidad. Cinco, diez años… daba igual. Cada segundo se le hacía difícil, y maldijo a lo que fue y que se percató demasiado tarde de sus sentimientos, perdiendo el valioso tiempo que podría haber pasado junto a Sun Nyu, riéndose, besándose y amándose.
¿Por qué, qué le hizo decidirse a ser tan estúpido?

Incluso ella misma se lo había intentado hacer ver. Y desde el principio, había sido totalmente clara y cristalina como el agua limpia sobre lo que sentía por él.

Maldito agente… ¿por qué había sido tan ciego?

Y ahora… era tarde. No podía volver atrás. No podía protegerla de sí misma… observar. Las tres veces era lo único que se había dedicado a hacer, mientras ella se arriesgaba. Por él, por los demás. Su vida, sin importarle las consecuencias.

Entró en el edifico, y comenzó a subir escaleras, hasta llegar al cuarto deseado.

Mir descorrió un poco más la cortina. Las enfermeras tendían a creer que era mejor oscurecer un poco el cuarto, pero él sabía que la claridad le gustaría más, pues daba vida al lugar.

Allí estaba ella. Decían que su cerebro no tenía apenas actividad. Muerte cerebral… muerte clínica. Hacía unos meses le habían propuesto desconectarla, y casi le detienen por intentar pegarle al médico. Ellos no lo entendían. Nadie le entendía. Bueno, Min Ah siempre le dijo que el estado de Sun Nyu no era normal, que había sido provocado por la magia y que nada tenía que ver con la medicina humana. Cuando Mir afirmaba que esperaría lo que hiciera falta y que no la abandonaría hasta que no despertara, ella era la única que le apoyaba y no le miraba como si estuviera loco. «Creo que es una especie de estado latente«, decía ella, «lo más parecido a un estado latente que un humano puede experimentar. No podría asegurarlo, pero yo también tengo la esperanza de que algún día podría despertar«.

Sus palabras eran lo único a lo que se agarraba cuando veía pasar los días y ella seguía igual. Los médicos no habían vuelto a plantearle jamás la posibilidad de desenchufar las máquinas. Mir pagaba las facturas religiosamente con el buen dinero que ganaba arriesgando su vida, y eso era lo que importaba. Ella estaba viva, por más que los demás insistieran en que su espera era vana, Sun Nyu estaba viva.

Se sentó en la silla que había al lado de la cama, y le cogió la mano. Le tenían prohibido pasar todo el día allí, y por más que le doliese, sabía que no podía estar siempre a su lado. Por las pesadillas y los gritos, tampoco le permitían quedarse a dormir.

Se acercó la mano, de piel tersa y blanca, al rostro. A pesar de los medicamentos intravenosos, había adelgazado alarmantemente durante esos años. Se le notaban los huesos, su palidez era extrema y el cabello no brillaba como antaño. Y a pesar de no poseer el mismo rostro relleno y lleno de vida de antaño, a él le bastaba con saber que su corazón latía. Débilmente, pero durante todo aquel tiempo Sun Nyu no se había rendido. Seguía peleando por salir adelante.

-Mira lo que te he traído-comenzó a decir, abriendo una bolsa que traía con él y sacando un vestido de verano, blanco como el primero que le había visto lucir a ella-. Espero que te guste. Le diré a la enfermera que te lo ponga más tarde.

Sabía que le quedaría muy bien. El vestido era de la misma pureza que Sun Nyu.

El chico se quedó allí a su lado, como siempre, viendo pasar las horas, hablándole, leyéndole. Le peinó, disfrutó cómo le quedaba el vestido tras que se lo pusieran. La tarde se convirtió en noche y cuando quiso darse cuenta, él se había quedado dormido sobre Sun Nyu.

-Estás destapada-musitó, al despertarse, todavía adormilado. Seguramente, él mismo había apartado las sábanas sin percatarse-. He acertado totalmente con a talla.-sonrió, complacido, mientras comenzaba a taparla. De repente, aunque fue por el rabillo del ojo, notó un ligero movimiento.

Sun Nyu comenzó a abrir los ojos.

Lentamente, en la oscuridad de la noche y del cuarto, solo iluminado por los rayos de la luna, sus ojos fueron abriéndose. Y de repente, con voz débil, suave, el aleteo de una mariposa, Sun Nyu habló.

Después de cinco años, se despertó y habló.

-Mir… es precioso… el vestido… seguro que es precioso.

Y el chico, sin poder creérselo, llorando, olvidando lo débil que estaba la chica, se lanzó sobre ella y la acunó en sus brazos, mientras le daba y la llenaba de todos aquellos besos que le debía.

FIN

EPÍLOGO

Eran muchos años de vida, muchos siglos viendo cómo la humanidad crecía, avanzaba, evolucionaba. Sabía que algunos años atrás, algo había sucedido y lo que ella era, lo que iba a ser, debía mantenerlo en silencio hasta que supiera a ciencia cierta que no se encontraba sola en el mundo.

Una zorra de mil años se convierte en gumiho.

Cuando quiso darse cuenta, su claro cabello castaño y ondulado ondeaba al viento, siendo arrastrado. Estaba desnuda, sobre la hierba, intentando descubrir cómo funcionaba aquel cuerpo, al fin con aspecto humano, aunque con nueve peludas colas invisibles para todos, menos para ella.

Iba a ser duro. Otras gumihos llegarían, pero de momento, estaba sola. Y a salvo. Sabía que esos seres que habían intentado acabar con su raza y predecesoras, habían desaparecido.

Que una profecía se había cumplido, y que por eso ahora ella se encontraba allí, planteándose qué hacer a continuación.

Posiblemente, se dedicase a buscar a otras zorras a punto de cumplir los mil años de vida. Debía haber alguna cerca: podía olerlo.

Se levantó, recibiendo en su tersa piel el viento y el sol, disfrutando de cada sensación que podían brindarle.

Sonrió.

Era una gumiho y el mundo la esperaba.

Listado de capítulos.

16 respuestas a “비밀” Bimil – secreto. Capítulo nº 27 (FINAL)

  1. hanbokkiss dijo:

    TT u TT Hermoso,claro que el epilogo me dejo. O.O
    Gracias de verdad por este maravilloso Fanfic,la manera en que escriben es magnifica,me hará mucha falta leer todos los miércoles Bimil,pero aun así el final que le dierón me dejo más que feliz. ^ ^

    Gracias de nuevo. * *

  2. Agra dijo:

    ¡Waaaaaaaa! ¡Me ha encantado, final redondo!
    Me habéis tenido aquí, pegada a la pantalla hasta estas horas, jeje. ¡Sois la leeeeche!
    He estado un buen rato en plan, venga, decid ya qué le ha pasado a Sun Nyu, ¡soltadlo ya! XDD.
    Final en parte triste, pero también divertido en las conversaciones y situaciones, entre ellas el final de G.O.
    Por cierto, a mi me dijeron que era mala por decir que Mastermind muriera, pero yo creo que, que el jefe de Seungho sea su padre es aún peor, XDDDDDD. Por otro lado, me han derretido las escenas más tiernas, estoy enamorada de la pareja Sun Nyu-Mir, jeje.
    Total, que ha sido un final perfecto, que ahora mismo me tiene emocionada.
    Otro fic que se acaba, y que vamos a echar de menos, ¡gracias por todo el trabajo!

  3. Makino dijo:

    Nuna y @Jeannelok … lloré!! que final… que final!!
    me encantó..

    por un momento dije… NOOOOOOO! La que merece sobrevivir muere?? really?? pero gracias a san Siwon, hubo final feliz completo… 😀

    UN ENORME GRACIAS, Y UN AÚN MAS ENORME ¡FELICITACIONES! gracias por estos 27 capos, de excelente calidad, que siempre nos dejaban con ganas de mas.

  4. ClAudiaL dijo:

    Lo he disfrutado mucho chicas, no solo este capítulo, sino todo el fanfic en general.
    El final me ha dejado con el credo en la boca hasta el ultimo párrafo, con el que suspire aliviada.. Me tenía el,corazón arrugado pensar en Mir 😦
    Y ese final de mi biG.O.tes fue la leche XD, con Ailee? Con la envidia que le tengo a la muy malvada luego de ese MV grrrrr :@
    Es que puedo ver a G.O. detrás de las piernotas de esa flaca!!! XDDDD
    Esperando un nuevo fic, porque ya saben, talento les sobra y público que lo disfrute no les hará falta. Saludos

  5. JeSsiKa30 dijo:

    Ok me encanto el final, que forma de narrar chicas, por un momento en verdad pense que Sun Nyu si habia muerto.
    Poner al papa de Seungho como jefe fue algo que no me esperaba, asi como el estado de Sun Nyu, aunque debo decir que me encanto el hecho de que las parejitas estubieran bien y felices, pense que Mir se quedaria solito, pero al final pudo volver a tener algo que deceaba tener.
    G.O yo deceaba que no se quedara solito, pero tomar el lugar del jinete nunca lo imagine, y mira que eso que quitarse la ropa iba mas con su personalidad que con la de Thunder, pues al principio decia que era todo un casanova jijiji, y ponerle a Ailee de parejita me gusto jajaja
    Bueno en conclusion su fic me ha encantado, cada miercoles esperando y actualizando la pagina para ver si ya estaba el siguiente capitulo, me mordia las uñas por saber que iba a pasar XD, bueno muchas Felicidades y espero escriban otro fic tan bueno como este, lo estare esperando jajaja

  6. Mercedes Casiano dijo:

    Como les dije en el twitter esto merece una segunda temporada pero eso ya es cosa de ustedes (Nuna y Jeannelok) en general el fic me encanto desde el principio hasta el final, las felicito y morí de risa con lo de G.O y Ailee (kekeke no me lo esperaba) pero lo que si me deja en duda es que si en verdad Thunder y So Yeon estan o solo es costumbre en ellos (en el fic claro… ^^) En fin,… Gracias por estos 6 meses!!! Gomawo no saben cuanto echaré de menos este fic y a MBLAQ!!! ^^’

    P.D: Aunque me hubiese gustado que haya boda con niños de por medio (Waaaaaaaaaaaa si lo se soy una tonta romantica!!! Mianheeeeeeeeeee!!! TT)

    Hasta otro proximo fic!!! BYEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE Y GRACIAS!!! ^^

    • Sandy dijo:

      Fue muy bueno el fic y al igual q muchas extranare es tar pendiente los miercoles de actualizaciones q de mi trabajo je jejee, en fin,me tuvieron De pelos con lo de mir, enserio pens q estab a muerta aunq con cada vez q leia revisaba cuanto qdaba esperando q apareciera, es q imagine q se habia evaporado o algp osi, lo de go fue el mejor final jejjeje…aunq igual q mercedes me qde esperando las bodas, los ninos y besitos
      x parte de las parejitas..ahhh es q este fanfi
      c y todo su sufrimiento desperto en mi el
      lado mas romanticon jejje…gracias x
      compartir con nosotras nos leemos
      luego..saludos desde colombia

  7. cekila85 dijo:

    sin palabras estuvo genial del 1 al 27 cada uno se fue mejorando gracias por su esfuerzo espero se animen pronto ha hacer otro que les salen geniales niñas, gracias otra vez, un saludo y abrazo de México

  8. ARI8 dijo:

    Ailee, qué bueno, por favor, qué bueno XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD.
    Joer, con lo que me encantaba Mastermind y al final el que aparece en escena es el padre de Seungho. Que sepáis que eso sigue sin gustarme ¬¬
    Al final, todos mortales y todos juntos y felices, aunque la aparición de esa nueva gumiho al final, me parece a mí adelanto de nuevo fic con ella como prota XD.

  9. no se pasen, que chulada de final! :O estoy que no me la creo, la verdad es que me ha parecido excelente el fic, me ha encantado es maravilloso, felicidades, me ha dejado satisfecha el final muy ahhhhhhh sorprendente!
    wow que epílogo wow!!!! que chulada!
    ella tenía que despertar para que fuera posible lo de la nueva gumiho… ahhh que bárbaras me encantó!

  10. Llego tarde a leermelo pero he estado ocupada y…KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! -5 minutos despues-AAAA…~~ Menudo final, a sido perfecto (por un momento pense que ya me dejabais a Mir por los suelos ¬¬) todos quedan con sus amores y felizmente,siiiiiiii,wiiiii~~ Creo que sin duda este es uno de los fics que más me han gustado en toda mi vida (y me he leido muy pocos) sois geniales y escribis diosilmente.Muchas gracias por esta joya, espero que sigais escribiendo fics como este de verdad ^_^

  11. alexka dijo:

    HOLA!!!

    Me ha encantado el fic… y como petición (me tomo el atrevimiento de hacerlo), por favor podrían considerar hacer una historia con JYJ???… (Jaejoong de protagonisto por favor)…o//////o
    Creo que habría mucha tela de donde cortar, teniendo en cuenta el tema de las cucarachas FQTHQSA???…

    Piénselo por favor chicas!!!… Mi alma clama por una historia con mi adorado hombre, y ustedes escriben bastante bien!!…^^

    GRACIAS!!!

    Saludos, Alex!!…^^

  12. fullvcia dijo:

    Bueno, chicas..hacía tiempo que no comentaba pero ya le dije a Nuna cómo me lo había pasado..y me lo he pasado ¡¡¡BOMBA!!…Sólo deciros que, este miércoles pasado, me pillé a myself , mirando el portátil a la espera de Bimil…no sé que voy a hacer los miércoles…ahora son mú tristes..ya no hay capítulo, ya no hay espera de sub de Faith,…en fín, triste triste..

  13. Alusiana dijo:

    Me ha gustado mucho y ese final promete^^

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.