“거짓말” kojitmal – Mentira. Parte 24.

by @Jeannelok y Nuna

No era la primera vez que encendía el televisor y aparecía él en pantalla. Llevaba aquellos dos años moviéndose sin parar de Corea a Japón, convirtiéndose en uno de los artistas coreanos más queridos en el segundo país. Seguía pintándose los ojos de oscuro y el cabello lo llevaba largo y ondulado. Se había adelgazo y vuelto incluso más elegante.

Al principio, el simple hecho de ver su imagen la rompía en trozos. Con el tiempo aprendió a controlarse y ya no saltaba del sitio cada vez que lo veía. A veces incluso era capaz de cambiar de canal sin esperar a que la noticia, serie, película, canción, anuncio o lo que fuera que fuese lo que aparecía terminase.

Aquella vez examinó durante un par de minutos sus facciones, cuando se reía y sus ojos se convertían en pequeñas rayas en sus cara. Suspiró hondo varias veces y apagó el aparato, saliendo de casa para un nuevo día de trabajo. Cuál fue su sorpresa al encontrarse con Seungho esperándola.

-Joon me ha dicho que te venga a buscar, ¿ha pasado algo?-en ese mismo instante decidió que debía matar a su amigo en cuanto le viera. Seungho salió del vehículo y le abrió la puerta de su coche para dejarla entrar mientras esperaba respuesta, con suerte de que nadie se diera cuenta de quién era.

-¿A parte de que está loco? A saber…- el muchacho estalló en risas. Reía mucho y se lo contagiaba a ella, porque era una risa sincera. Arrancó el coche, y el teléfono de ella comenzó a sonar. Al descolgar tuvo que resistirse y no preguntarle a Joon por qué narices mandaba a Seungo a buscarla.

-¡Sun Rae! ¡Acaban de llamar de la entrevista, han cambiado la localización!-sorprendida por la noticia, la chica le dio al muchacho las indicaciones que recibía por teléfono y lo apagó. Ya le pillaría a solas para liarle una buena.

-Y encima era dentro de un par de horas y nos la adelantan… yo que quería comentaros antes cosas de la agenda de las siguientes semanas…

-No te preocupes, podremos hacerlo después.- la tranquilizó Seungho. La verdad es que estar con él era relajante. Era un muchacho calmado y cabal, confiable. Cuanto más pensaba en esas cosas, más cuenta se daba Sun Rae de que era el tipo de hombre que necesitaba a su lado.

El vehículo al fin se detuvo. El lugar no parecía desde luego muy adecuado para hacer una entrevista, pero ambos prefirieron omitir comentario y se metieron en el edificio. El cartel exterior lo anunciaba como una especie de hotel, pensaron que quizá los entrevistadores querían que los chicos estuvieran en un ambiente relajado, o tenían algo preparado… Sun Rae apuntó mentalmente que no eran demasiado profesionales, cosa que nunca hubiera imaginado después de haberlos conocido la anterior vez para planear la entrevista.

Al entrar se dieron cuenta de que era el típico edificio de oficinas que había terminado sirviendo para hoteles baratos, lo cual hacía aquella situación todavía más extraña. Al preguntar en la recepción, el hombre que les atendió, de mediana edad, bajito y rechoncho, llamó a quien debía ser su hija y que los acompañó hasta donde les estaban esperando. Les pidió amablemente a que pasaran y así hicieron.

-¿Pero qué significa todo est…?-fue a decir Sun Rae volviéndose hacia la chica, sin embargo se encontró de pleno con la puerta del cuarto cerrada y cuando fue a abrirla, se dio cuenta de que no podía.

Nuevamente, su móvil sonó. Y otra vez, se trataba de Joon.

-Maldito seas Gan…Joon…

-¿No te gusta mi regalo? Tenéis la habitación hora y media, os dará tiempo de llegar a la entrevista real. Es tiempo suficiente como para que le des una respuesta al pobre, ¡y espero que sea afirmativa! Quizá hubiera sido mejor un hotel caro, bonito y bien equipado, ¿pero no es así todo más romántico? Por cierto, esto de leer manga, manhwa y manhua para adolescentes me da ideas muy buenas para tu vida amorosa…

-¡¡Madito seas!!-repitió en un grito, aunque el chico ya había colgado. Estuvo a punto de lanzar el aparato contra el suelo.

-Déjame adivinar. Ha sido todo cosa de Joon.

-Qué bien le conoces…-gruñó sórdida, acercándose a un rincón y sentándose sobre el suelo- ¿Por qué tenía Mir que pasarle cómics de su hermana? ¿Por qué no podía pasarle de peleas, deportes o cualquier cosa más masculina?

-Mujer…-Seungho se sentó también en el suelo, al otro lado del cuarto- Yo creo que le tengo que agradecer lo que ha hecho… ¿no crees?

-…

-Supongo que no hace falta decirlo, Sun Rae… pero incluso yo tengo un límite. Sé que te lo has estado pensando muy seriamente, y me alegra que lo hagas porque eso significa que tengo una posibilidad de…de algo contigo. Pero no sé hasta cuándo quieres que espere…

-No pensaba… tardar mucho en decirte algo.

-¿Y eso significa que…?

-Eres un chico increíble. No solo eres guapo, atractivo y apuesto. Además eres amable y cuidadoso, te preocupas por tus compañeros y por los demás. Tienes las palabras justas y necesarias en cada momento, y me gusta mucho cuando ríes… Pero… ¿de verdad tienes suficiente con alguien como yo?

-¿Alguien como tú?-Seungho sonrió dulcemente, se levantó y se acercó a ella, sentándose esta vez justo delante de la chica- ¿Me puedes aclarar eso para que haga el siguiente movimiento o no?

-¿Siguiente movim…? ¡Ah!-apartó la mirada, sonrojada. Desde que se habían quedado encerrados, el corazón le latía rápido. El tenerlo de repente tan cerca y con las intenciones que se dibujaban en su mirada, todavía la alteraba más.

-No tengo nada especial por lo cual gustarte.

-Lo tienes todo… ¿hay algo que te guste de mí?-fue a preguntarle si no la había escuchado diciendo cada una de sus cualidades, hasta que se dio cuenta de que parecían más bien una retahíla de cosas dichas una tras otra como quien repasa la lista de la compra. La pregunta de Seungho iba más allá, era simple a la par que profunda.

-Creo que… ¿todo?-cuando volvió a mirarlo, los labios de él estaban a punto de atrapar los suyos. Comenzó a cerrar los ojos. Podía sentir el aliento de Seungho, su mano tocándole el hombro…-¡Espera!-le ardía la garganta, le dolían los ojos, se le detenía el corazón.

¿Por qué tenía que aparecerle el rostro de Keun Suk con aquella mira lastimera?

-Poco a poco-dijo él, pillándola por sorpresa-. Vamos a hacer las cosas bien, ¿sí?-y para dar por zanjada la situación, le besó dulcemente la cabeza.

***

En realidad, Sun Rae estaba muy nerviosa, y supuso que aquello era bueno. Si había dudado tanto en qué ponerse para su primera cita formal con Seungho, debía significar que al menos el chico le gustaba.

Sí, desde luego le gustaba. Y sabía que con él podría estar tranquila.

Aquella primera vez decidieron ir a cenar simplemente, algo tranquilo, relajado y en un sitio donde nadie pudiera lanzar rumores: su propia casa. Había sido nuevamente Joon quien había metido las narices donde no le llamaban, a pesar de la reprimenda, y se lo había propuesto. Por lo menos había tenido la decencia de ayudar a la chica a preparar la cena.

Finalmente Sun Rae se decantó por un vestido de tirantes discreto y cómodo para estar en casa, pero bonito. Mirándose en el espejo se preguntó por enésima vez qué habría visto de especial en ella Seungho para querer plantearse comenzar una relación sentimental juntos.
Se puso únicamente un collar y una pulsera para terminar de arreglarse, y se dio cuenta de lo gracioso que era ponerse tan mona para total, quedarse en zapatillas en casa.

Justo cuando terminó de poner el último plato sobre la mesa el timbre sonó y abrió alegremente, intentando disimular todos aquellos nervios. Ante su puerta poco después apareció Seungho en tejanos, camiseta blanca y chaqueta de traje. Sencillo, pero arrebatador a su vez. Sun Rae se tambaleó. Trabajaba con ellos, y sin embargo siempre se le olvidaba reparar en ese magnífico aura que acompaña a los chicos.

-Estás muy guapo.

-Estás muy guapa.

Se quedaron mudos al haberse lanzado el mismo piropo a la vez y se echaron a reír mientras ella le ofrecía pasar y que colgara la chaqueta. Él le dio una caja donde seguramente traería algo de postre y también le dio una botella de champán:

-Obviamente, Joon me ha ayudado a elegir pastel y bebida. Dime que no tendría que haberle hecho caso y traer unas flores…

-¡Tranquilo! En serio, así está perfecto…

Se sentaron a la mesa y la chica comenzó a comer, dándose cuenta al cabo de unos minutos de que él simplemente se había quedado allí sentado, observándola.

-¿No te gusta?

-¡Ah, no, perdona! Es que…-comentó, cogiendo los palillos y esta vez hablando sin clavar la vista sobre ella- Estoy sorprendido… has hecho esta comida… y te has arreglado a pesar de que siempre dices lo mucho que te molesta… porque yo venía. Estoy realmente agradecido.

-…Ah…-fue la única respuesta de ella, quien siguió comiendo al instante, cohibida. La cena terminó rápidamente y sin ninguno ser capaz de decir nada, hasta que ella sacó el postre y la bebida. Lo puso sobre la mesa mientras iba a por unos platos pequeños. Recordó entonces que los bonitos y preparados para visitas los tenía en uno de los armarios altos y estiró los brazos intentando alcanzarlos, sintiendo una presencia detrás de ella al instante.

Cual cómic de Joon…

El pecho de él chocó con su espalda mientras la ayudaba a bajar las cosas y se quedó allí medio encogida, dándole instrucciones y disfrutando del leve contacto.

¿Había olido siempre así de bien el chico?

Se sentaron otra vez a la mesa, esta vez más decidida comenzó una conversación y fluidamente la charla siguió. Rieron juntos, se sorprendieron y compartieron intimidades de su infancia. En algún momento hablaron de sus amores juveniles, sin embargo ella evitó ir más allá de esos.

Aunque en su breve acercamiento cuando el chico la ayudó a bajar los platos Sun Rae presintió que quizá intentaba acercarse de nuevo a ella, no fue así, y se sintió mal. Por un lado, por pensar que las pretensiones del chico iban más allá de la amabilidad, por otro, porque había deseado que sucediera algo.

La velada terminó, pero el chico no quiso marcharse hasta haberla ayudado a recoger y limpiarlo todo. Una vez hecho, Sun Rae lo acompañó hasta la puerta, acariciándose un brazo, nerviosa.

-Gracias por la cena.

-A ti por venir…-Seungho la miró desde la puerta, sonriendo amablemente y alargó el brazo. Posó la mano sobre la mejilla de ella.

-Una pestaña.-se dio media vuelta y se fue. Cuando cerró la puerta, la chica se tocó la mejilla, temblando y notando cuán roja la tenía.

***

Tener una cita en condiciones de nuevo fue difícil, pero lo lograron un par de veces. Generalmente eran cenas o pasear por lugares tranquilos, por miedo a que los reconocieran. Podrían sacar una excusa fácilmente, pero si comenzaban a saltar muchos rumores sobre ellos dos sería incómodo. Sun Rae tenía que reconocer que se le antojaba divertido cruzar las miradas con él y que nadie más pudiera entenderlas, roces imprevistos que la alteraban y sonrisas que la ruborizaban.

Estaba muy agradecida con el chico. A pesar de haber quedado algunas veces más a solas, no la forzaba y las conversaciones la relajaban. En realidad, el estar con él se le antojaba como un remanso de paz.

¿Siempre había sido tan… tan perfecto?

De repente, su teléfono comenzó a sonar y dejó colgadas unas camisas en la percha, diciéndoles a las personas que esperaban sus órdenes que ya podían llevarse la ropa. Llevaba toda la tarde organizando los trajes de los programas a los cuales asistirían los chicos las siguientes tres tardes. A veces le daban lástima, teniendo que bailar con chaquetas sofocantes y pantalones de lo más variopintos, pero ellos no se quejaban nunca, al menos que fuera en clave de humor.

-¿Diga?

-¿Sun Rae?-se sonrojó nada más escuchar su voz.

-¿Por qué me llamas por teléfono, si estamos en el mismo edificio?

-Quería sorprenderte-rió-. He pensado… ¿te gustaría salir esta noche? Iba a salir con los chicos, pero Mir tiene dolor de tripa y lo hemos dejado para otro día… Y no, no te preocupes, no es nada serio, es que ha comido porquerías esta tarde y ya sabes…-sonrió al darse cuenta de que él se preocupaba porque sabía que ella iba a preocuparse, como un par de estúpidos.

Así fue como se mantuvo esperándolo dos calles más arriba del edificio de la compañía. Él apareció con la capucha del chaleco puesta y medio encogido para no ser descubierto con facilidad. Le había dicho que la llevaría a un sitio que seguramente ella no se esperaría, pero que tenía muchas ganas de ir. Incluso le tapó los ojos cuando estaban cerca, y sin soltarla habló con alguien. La hizo pasar a algún sitio y una puerta sonó cerrándose detrás de ellos. Le quitó la mano de los ojos dejándola percatarse de dónde se encontraban.

-No puede ser-murmuró, volviéndose hacia él rota de la risa-, ¿un norebang?-él se encogió de hombros.

-En estos dos años, aún no te he oído cantar.

-¡Porque no canto!

-Hoy sí, ¿pido algo para cenar mientras estemos aquí?-propuso. Ella no pudo resistirse y dijo que sí, que pidiera que llevaran a la sala algo para tomar y al rato apareció el camarero con un par de bebidas y algunos platos pequeños con comida para picar- Hoy no existen cenas saludables.-comentó el chico, señalando con la cabeza la mesa. Ella rió y cogió uno de los micrófonos, lanzándoselo.

-Veamos si cantas y bailas tan bien como parece.-le retó, escogiendo una canción. El chico la fulminó con la mirada al percatarse de que se trataba de una canción pegadiza y movida, con la cual tendría que hacer el baile típico quisiera o no para satisfacer la “duda” de la muchacha.

Él se rió con ella cuando tocó su turno, viéndola visiblemente avergonzada, incluso más que sí mismo momentos antes. Cuando llevaban varias canciones desgañitándose, ambos se dejaron caer sobre el sofá, sonrojados, sudorosos y riendo.

-Sabía que te lo pasarías bien.

-Eres un chico inteligente…-alargó el brazo para tomar su vaso, chocándose con la mano de él. Eso creyó, hasta que se dio cuenta de que en realidad él le había cogido la mano.

-Hoy llevas las uñas rosadas.

-Me lo cambiaré… demasiado juvenil para mí, ¿no?

-¿Qué crees que eres, una anciana?-en vez de soltarle la mano, la volteó y la acercó más hacia así, examinándola- Así están bien.-y finalmente, la soltó.

Sun Rae ya no quería beber. Lo que quería hacer era tranquilizarse después de aquel contacto. En los últimos días no dejaba de sentirse como una quinceañera en su primer noviazgo, aunque todavía no estaba segura de lo que eran ellos dos exactamente…

Se levantó de golpe, pensando en cantar otra canción para tranquilizarse, perdiendo la fuerza en las piernas y con ello el equilibrio. Cerró los ojos esperando el golpe de la mesa en plena frente y el ruido de los vasos rompiéndose, más preocupada por el ridículo que iría a hacer que por el dolor, no obstante nada de eso llegó. En vez de eso, notó un estirón desde la cintura y se dio cuenta que se había sentado sobre algo blando y al abrir los ojos, se encontró con que estaba sentada sobre el muchacho.

-Eso ha estado cerca.

-Ah…ah, yo…-se levantó de él, sentándose de nuevo a su lado, pero con las piernas tocándose y la mano de él todavía en su cintura. Levantó el rostro, con algunos cabellos despeinados tapándole la visión.

-Espera…-dijo él, levantando la otra mano para apartárselos. Al hacerlo se quedaron en aquella postura, mirándose el uno a los ojos del otro, comenzando a escuchar solo sus propios corazones. Seungho no se movió durante unos segundos, como esperando que ella volviera a frenarlo, pero al no suceder nada fue acortando la distancia entre ellos, cerrando los ojos, abriendo la boca…Sun Rae se encontró a sí misma imitándola, esperando que el beso se diera. Cerró los ojos, se acercó… y antes de que pudiera enterarse de lo que sucedía, escuchó la puerta abrirse con violencia y por tercera vez aquella noche abrió los ojos, encontrándose esta vez con una imagen terrible.

Seungho ya no tenía una mano en su cintura, ni estaba su rostro a pocos milímetros del suyo. Ahora el chico descansaba en el suelo, con el labio partido.

-¿Pero qué narices…?-comenzó a decir, sobresaltado. Ante él se alzaba una figura de espaldas que ella reconoció enseguida, y que lo agarró por el cuello de la camisa con total facilidad a pesar de su aspecto débil. Lo empotró contra la pared más cercana y alzó el puño.

-¡¡NO!!-gritó ella, abalanzándose sobre el brazo alzado y deteniéndolo con su propio cuerpo. Estaba conmocionada y aún cuando él bajo el brazo no fue capaz de soltarlo. Lo miró, entre sorprendida y acongojada- Tú…tú… Vamos-se volvió hacia Seungho, quien la miraba confuso y furioso con el recién aparecido-. Seungho, yo… No sé ni cómo disculparme. Voy a llevármelo. Vete a casa, si quieres ya pagaré yo o… o… no sé. Ya te llamaré. Lo siento, lo lamento. De verdad.-no sabía ni tenía palabras de disculpa lo suficientemente grandes para expresarle cuánto lo sentía en aquellos momentos, así que optó por simplemente inclinar la cabeza, coger su bolso que por suerte descansaba colgado cerca de ellos y llevarse a rastras a Keun Suk.

Dio una vista alrededor y se encontró con una sala que parecía estar vacía, así que se metió en ella y cerró con llave.

Sus mejillas estaban sonrosadas y de sus ojos saltaban chispas de furia cuando se enfrentó a él, después de llevárselo a rastras.

Estaba preocupada por Seungho, y se sentía mal al haberlo dejado allí solo, sobre todo después de lo bien que habían estado juntos los últimos días, pero para su propia seguridad, era mucho más conveniente sacar a Keun Suk de allí.

– ¡Pero qué es lo que crees que estás haciendo! ¿De qué va todo esto? ¿Cómo has podido…? – su indignación era tan grande que ni siquiera le salían las palabras.

Miró a otro lado, intentando ordenar sus pensamientos. Lo último que esperaba a estas alturas es que él apareciera de nuevo, y mucho menos de aquella forma.

Recordó apenas sin poder evitarlo las palabras de Joon.

Ares no olvidará esto. Yo lo sé. Para él, estés lo lejos que estés y hagas lo que hagas, siempre serás suya “.

¿Era por eso? ¿Otro ataque de celos? ¿Dos años después?

Para ti son meses de tu vida, para él, apenas un pequeño y corto periodo insignificante de tiempo”.

Lo miró, deseando que lo que estaba pensando fuera cierto y no lo fuera al mismo tiempo… tantos meses separados, tantos días convenciéndose de que todo había acabado, tanto esfuerzo por seguir adelante y confiar en otra persona…

– Sun Rae… – susurró él.

– ¿Cómo te atreves? ¿Cómo te atreves a irrumpir así en mi vida? ¡Maltratando a mis amigos! ¿Tienes algo de cordura en ese arcaico cerebro tuyo?

– ¿Amigos? ¡Un amigo no se comporta así! – gritó Ares.

– ¡Bien! No es sólo un amigo, ¿y qué? ¿Qué te importa? ¿No te fuiste?

Él la fulminó con la mirada al escuchar las primeras palabras, pero se aplacó al oír las últimas.

– Sí, me fui, pero he vuelto…

– ¿A qué? ¿Para qué? ¿Por qué a mí?

Keun Suk levantó el mentón orgullosamente.

– He vuelto a por lo que es mío. No voy a permitir que…

– ¡¿Tuyo?! – era increíble lo que estaba escuchando -. ¿Acaso soy una posesión? ¿Una cosa que se toma cuando quieres y dejas a un lado cuando te apetece? Estás muy equivocado, humano, dios o lo que quiera que seas. No soy un objeto sin sentimientos, y no te voy a permitir que me trates como tal.

Se dio la vuelta para marcharse. Quería correr a ver cómo estaba Seungho. Había sido sólo un puñetazo, pero no estaba segura de que Ares hubiera controlado su fuerza, y tenía miedo de que padeciera lesiones graves.

No dio más de dos pasos, cuando sintió que él la agarraba y le obligaba a darse la vuelta.

– ¡Sun Rae, escúchame!

– No. No te escucharé. ¿Me escuchaste hace dos años cuando lo zanjaste todo con un simple mensaje?

– Quizás debí hacerlo…

Ella lo miro sorprendida y lo vio todo en sus ojos. La tristeza, la sensación de pérdida, la desesperación. Podía captarlo con toda claridad, porque lo conocía perfectamente, y porque identificaba en él sus propios sentimientos. Esos sentimientos contra los que había estado luchando los últimos meses, y que había dejado en un rincón de su corazón, escondiéndolos, intentando que desaparecieran al ser ignorados.

Pero una vez que le miró, que sintió sus manos aferrándola, salieron de golpe, como si hubieran estado encerrados en una olla a presión. Y con ellos, toda la rabia y el rencor que sentía por su absurdo abandono.

No. Esta vez no iba a dejarse engatusar por sus palabras.

– Es tarde, Ares – sentenció.

El hombre sacudió la cabeza.

– No lo es, y lo sabes.

Sun Rae rió irónicamente.

– ¿No? ¿Y qué sugieres que haga? ¿Que te felicite por haber huido como un cobarde? ¿Que me lance a tus brazos como si nada hubiera pasado? – forcejeó con él para que la soltara, pero sabía perfectamente que no lo conseguiría si Ares no la dejaba ir por propia voluntad -. ¿Cuál es tu plan?

– Sun Rae yo… tuve mis motivos.

– Me los dejaste bastante claros – escupió la chica -. Tanto los que dijiste en voz alta como los que no.

– No creo que llegues a entender lo que pasó… a no ser… que fueras como yo.

– ¿Y qué tiene que ver?

– Crees que todo lo hice sólo por ti… pero estás equivocada. Yo también tuve que ver. Soy egoísta Sun Rae, no sé pensar sólo en ti. Lo hice por los dos.

Ella por fin lo miró con algo de interés.

– Yo… – comenzó a decir Keun Suk.

Unos golpes se escucharon tras la puerta, al mismo tiempo que alguien intentaba abrirla para entrar, sin conseguirlo. La voz familiar de Joon les llegó desde el otro lado.

-¿Sun Rae, estás bien?

Por un momento ambos se miraron. Keun Suk frunció el ceño en gesto de desaprobación.

– El maldito copero… – murmuró, para sí mismo, mientras apretaba fuertemente los puños intentando no perder el control. ¿Por qué siempre tenía que estar en medio?

– ¡Estoy bien!- gritó Sun Rae, en respuesta, preguntándose qué diablos hacía Joon allí -. No tardaré -, se volvió hacia Ares – di lo que tengas que decir, y dilo rápido. Mis amigos están esperando.

Al otro lado de la puerta, Joon y Seungho se sonrieron.

– ¿Te dio muy fuerte? – preguntó Joon, mirando la pequeña herida del labio de su hyung.

– Bueno, creo que con un poco de maquillaje no se notará, podré seguir trabajando. ¿Cómo sabías que me pegaría? Podrías haberme avisado de que era violento – sonrió el chico.

Joon sonrió con malicia.

– No estaba seguro… pero tuve esa sensación…

– Sí, por eso te empeñaste en permaneceer cerca. ¿Creíste que ese tío me ganaría? – rió de su propia broma -. No lo parece, pero es bastante fuerte, la verdad. Sabes que te lo haré pagar, ¿verdad? – señaló su labio partido.

Los dos se miraron con tristeza.

– ¿Por qué te prestaste a esto? Ella te gusta, y te gusta mucho – preguntó Joon.

– Bueno… dijiste que se trataba de ayudarla, de su felicidad – suspiró -. Él está aquí, y eso era lo que tú querías, ¿no? La decisión ahora es de Sun Rae. No tenía demasiado que perder, y sí mucho que ganar. Merecía la pena. Si él no hubiera venido, supongo que habríamos llegado a algo, pero si su recuerdo continuaba en su corazón, nunca habría estado totalmente conmigo, ¿no crees?

– Supongo que tiene su lógica – aceptó.

– ¿Se lo contaremos a Sun Rae? – preguntó Seungho.

– No nos hablaria durante el resto de nuestra vida. Aunque no lo creas, esa mujer de ahí dentro ha soportado ya tantas mentiras, que no creo que pudiera encajar ni una más.

– Perfecto, será nuestro secreto… Pero cambiando de tema. La actitud de ese tío… es bastante rara. ¿Y cómo es que sabía que habíamos comenzado a vernos? ¿Se lo dijiste? – Seungho volvió a mover la mandíbula mientras hablaba, valorando ya en frío las consecuencias del puñetazo de Keun Suk. .

– No hizo falta. De algún modo sabía que él estaba pendiente de sus pasos. No funcionó conmigo, él sabe que yo no la veo de esa forma y no me veía como rival. Pero sabría que reaccionaría si se trataba de alguien distinto.

Seungho miró hacia la puerta cerrada y entrecerró los ojos.

– ¿Cómo se puede abandonar a alguien que te quiere y a quien amas de esta manera?

Joon volvió a sonreír.

– ¿Crees que te elegirá? – preguntó -. Es posible. Si yo fuera ella, estaría muy cabreada con Keun Suk.

– Eso espero – palmeó el hombro de su amigo -. Pero tú no viste sus ojos ni su expresión cuando él apareció.

– Tendremos que esperar un poco más…

– Sí, eso creo.

En el interior de la habitación, dos mirabas se cruzaban. La una, llena de rabia y desconfianza, la otra, de súplica.

– ¿No vas a pedirle a tu amigo que entre a rescatarte? – preguntó Keun Suk ácidamente -. Ya sabes que el otro no puede ser rival para mí. Si hubiera querido hacerle daño…

– No – interrumpió ella -. Supongo que no me dejarás en paz hasta que no sueltes lo que quieres decir, así que te lo facilito. Sólo espero que me correspondas haciendo caso de lo que yo quiero, y después desaparezcas.

Ares la miró muy fijamente, intentando leer en sus ojos. Tras unos segundos, sonrió complacido.

– No es eso lo que quieres.

Ella volvió a temblar de rabia.

– ¿Leías mentes y no me lo dijiste? – dijo, irónica.

– No, no cualquier mente, pero sí la tuya.

– Antes te quejabas de que nunca sabías lo que estaba pensando.

– No cuando leo tus reacciones ante mí. Desde el principio supe que te gustaba.

Sun Rae sacudió la cabeza. Él seguía siendo el mismo prepotente… pero tenía razón. Él siempre ejerció una extraña atracción sobre ella, incluso antes de enamorarse.

– Querías decir algo, ¿no?

Él se aclaró la garganta, y respiró hondo.

– Como ya te he dicho, no fue sólo por ti. En realidad, tampoco fue sólo por mí.

Sun Rae se rió.

– Ahora me vas a decir que fue por el bien de la humanidad.

La mirada sorprendida de él, la hizo detener sus carcajadas en seco.

– Esto me estaba matando – siguió diciendo Ares -. Estaba terminando conmigo, Sun Rae. Perdía los nervios, cometía errores, descuidaba mis obligaciones… estaba totalmente desequilibrado, totalmente inclinado hacia a ti y hacia todo lo que tenía que ver contigo. Perdí el norte completamente.

– ¿Y tengo yo la culpa?

– No, ni mucho menos – sonrió tristemente -. Yo fui el culpable. No gestioné bien mis propios sentimientos. Pensé que conseguirte y retenerte a mi lado sería suficiente… pero terminé involucrando a mi padre, a Atenea, a Ganímedes… no era tan complicado y yo lo enmarañé todo. Y luego me derrumbé y me perdí en lo que sentía por ti. Me volvi tan humano, que me asusté. Temí que no podría ser bueno para ti como hombre, ni bueno para los míos como dios. Pensé que debía elegir. Y no puedo dejar de ser lo que soy.

Sun Rae se quedó boquiabierta.

– Nunca te exigí tal cosa… – su tono había cambiado completamente, ya no mostraba rechazo. Quería escuchar.

– Tú no… pero yo sí me lo exigí a mí mismo.

– Y ahora, ¿qué ha cambiado?

– Supongo que he encontrado mi equilibrio.

– ¿Cómo?

– He aprendido a aceptar mi faceta humana, aunque primero tuve que aceptar que la tenía. A veces no sé si llamarla faceta humana… se supone que los dioses tenemos sentimientos y pasiones como vosotros, pero no sé por qué, siempre hemos tenido la costumbre de vanalizarlos… – se perdió en sus propias palabras.

Sun Rae comenzó a entender la lucha interna en la que él había estado inmerso. Jamás le sería posible comprenderle del todo, como él había dicho, tendría que ser un dios para comprenderle, y ahora sabía bien a qué se refería. Pero, ¿cambiaba eso algo?

– Bien, has encontrado tu equilibrio. Me alegro. Yo también he encontrado el mío. Sin ti.

La mirada de él se tornó seria. ¿Era miedo lo que veía en sus ojos?

– Eso no puede ser Sun Rae… tú me quieres, no puedes haberme olvidado tan fácilmente. Yo no lo hice. Lo intenté, pero no pude…

– Quizás yo sí.

– Estás enfadada, Sun Rae, de veras que lo comprendo, pero no hagas lo mismo que yo. No dejes que tu orgullo se interponga. Quizás si hubiera sido sincero contigo antes…

– Pero no lo fuiste, Ares. Y ahí está lo realmente importante. Te dije que estabas tomando tu decisión dejándome fuera, y a mí me afectaba tanto como a ti. No puedo confiar en alguien así, ¿no lo entiendes?

– ¿No has escuchado nada de lo que te he dicho? No me entendía ni a mí mismo.

– Pues parecías muy convencido cuando te esforzabas por llevarme a la cama.

– Sí, fui un imprudente… pero eso sí es culpa tuya – esbozó una sonrisa pícara, y enseguida volvió a ponerse serio -. Perdona, es producto de los nervios… suelo bromear cuando estoy nervioso.

– ¿Nervioso tú?

No dejaba de asombrarla con cada palabra.

– Me juego mucho esta noche.

– Pues el principio no ha sido el más adecuado para demostrarlo.

– Lo sé. Hay cosas que no se pueden evitar. Es mi carácter, Sun Rae. En el fondo soy un griego con miles de siglos de existencia. En mi mundo las pasiones y los celos están a la orden del día.

Sun Rae se quedó pensativa. El ser llamado Ares agradeció silenciosamente a todos los dioses que reflexionara sobre sus palabras y no lo echara con vehemencia.

– Mi lado humano, como quieras llamarlo, creo que siempre estuvo ahí, pero tú lo sacaste a relucir – continuó -. Te quiero, Sun Rae, y quiero recuperarte, y creo que por ti haría cosas que serían la vergüenza de cualquier dios, y que luego las confesaría sin avergonzarme… ahora sí.

Sun Rae sacudió de nuevo la cabeza.

– No… es inútil, no puede ser… es tarde… dos años, Ares.

– Es el tiempo que he necesitado para aceptarlo. Creo que tus palabras sobre la inexistencia de la seguridad en cualquier relación son las que más me han estado torturando este tiempo. Tenías razón.

– Es tarde. ¡Es tarde!

– ¡No repitas eso como si fuera un mantra! ¡No es tarde! A no ser… a no ser, que tú ya no me quieras. ¿Me quieres todavía, Sun Rae?

Ella dudó, y esos instantes de duda fueron una luz de esperanza para él.

– No puedes negarlo, ¿verdad?

– No tiene nada que ver con eso. Tiene que ver con la confianza…

– Me la ganaré de nuevo…

– … con la sinceridad…

– Estoy siendo sincero ahora. Siempre fui sincero respecto a mis sentimientos, pero no podía serlo cuando ni yo mismo me entendía.

Ella lo miró. Otra vez dudaba.

– No…

– No seas obstinada Sun Rae, por favor… por favor.

– ¿Estás… suplicando?

– Estoy haciendo lo que tengo que hacer. Si tengo que suplicarte, lo haré.

La muchacha abrió la boca en un gesto de sorpresa.

– Qué más tengo que hacer, Sun Rae? ¿Qué puedo decirte? – se arrodilló delante de ella, haciendo que Sun Rae diera un paso hacia atrás y se llevara la mano a la boca -. Vosotros, aquí, esto soléis hacerlo, ¿no? Para mí es una humillación… nunca me he arrodillado ante nadie, nunca he adoptado esta postura tan denigrante. ¿Es eso lo que quieres Sun Rae? Siempre te has quejado de mi orgullo, y puede que tuvieras razón. Pues bien, aquí lo doblego junto con mis rodillas. Sé que para ti puede no parecer nada, y sin embargo ahora mismo te estoy entregando lo único que me seguía perteneciendo. He sido un capullo… sin embargo, hasta un Dios engreído, idiota, ciego y todas las palabras que puedan cruzar por tu mente para decirme, merece una segunda o tercera oportunidad… ¿no?

– Por dios… no hagas eso…

Fue hacia él y trató de levantarlo. Sabía lo que significaba para él hacer un gesto así, aunque en su propia cultura el significado fuera totalmente distinto. Y no, no quería que se humillara por ella. Su peor defecto, el orgullo, era a la vez una de las cosas que más le admiraban de él, y le había amado incluso por ello. ¿Le había amado… o le amaba todavía?
Sí. Definitivamente le quería. Quizás otra persona podía hacerla sentir bien, quizás podía hacer que se sintiera en paz… pero nadie hacía latir su corazón como Ares lo hacía. Y su traidor corazón estaba a punto de salírsele por la boca.

Él se levantó.

– Es lo único que me quedaba por darte. Si esto no es suficiente para ti… ya no sé qué hacer – la voz se le quebró ligeramente mientras hablaba.

Sun Rae lo miró, pero él desvió su mirada hacia otro lado, y su pelo no le dejaba verle la cara.

Se acercó, le sujetó la cara con las manos y lo obligó a mirarla.

Tenía los ojos húmedos.

– ¿Lo ves? – dijo él, tristemente, señalando hacia ellos -. Demasiado humano… la primera vez que me sucedió esto, fue la noche antes de marcharme definitivamente… – seguía sin poder enfrentarla, y mientras miraba a otro lado avergonzado, luchaba por recomponerse, aunque no parecía lograrlo -. Lo peor de todo, es este dolor que se te pone en la garganta antes de que las malditas lágrimas salgan… ¿congoja, quizás? No lo sé… pero es tan molesto que…

No pudo seguir hablando, porque Sun Rae apagó sus palabras con un beso que lo cogió en un primer momento por sorpresa, pero al que respondió con todo el hambre de ella que había acumulado durante aquellos meses.

Se separó de él y lo miró, mientras apartaba el pelo de su cara y le sonreía con tristeza. Ahora ella también lloraba.

– No hagas más el imbécil – le dijo, acariciándole el rostro -. Los dioses no lloran, estúpido.

– Eso, mujer, es una de las múltiples mentiras que circulan sobre nosotros…

– Esto no significa que te haya perdonado. Tenemos mucho que hablar, ¿sabes? – le advirtió ella.

– Todo lo que tú quieras – respondió él, inesperadamente sumiso.

– Y por favor, haz algo propio de ti de una vez… me tienes desconcertada.

– Ya verás cuando salgamos. Le voy a poner a ese copero su preciosa boca en la nuca del puñetazo que pienso darle…

Sun Rae pensó rápidamente en Seungho… no quería hacerle daño. ¿Cómo iba a enfrentarse a él y decirle lo que había pasado? Ni siquiera le había dicho una palabra sobre él. Probablemente ya se habría imaginado algo, dada la forma en que él había aparecido.

– Vamos fuera – dijo, con decisión.

Cuando la puerta se abrió, los dos muchachos que permanecían fuera esperando apoyados en la pared del pasillo, dieron un bote y se incorporaron.

Seungho no pudo evitar poner una expresión triste cuando los vio salir de la mano. Joon sonrió.

La primera que habló fue Sun Rae.

– Seungho… lo siento… yo…

– No digas nada – sonrió -. Supongo que la elección está hecha – intercambió una rápida mirada amenazante con Keun Suk, que enseguida puso todos sus músculos en alerta -. Sin embargo…

Y sin previo aviso, agarró a Sun Rae por la cintura y la besó, con tanta ternura que ella no pudo apartarlo.

Keun Suk vio toda la escena a cámara lenta, casi sin poder creer que un humano osara a desafiarlo de aquella manera. Por fin reaccionó y se apresuró a repetir lo que había hecho cuando llegó, pero Ganímedes se interpuso en su camino y lo retuvo.

– Ni se te ocurra – dijo.

Seungho se separó de Sun Rae y la miró sonriendo, esta vez con una chispa de diversión en los ojos.

– Era mi última oportunidad para hacer esto. Lo siento Sun Rae – miró a Keun Suk – cuídala. Estaré vigilando.

Keun Suk se contuvo. Ahora había dirigido toda su ira hacia el copero que se había atrevido a detenerlo. Pero no esperaba lo que Joon hizo a continuación. Con un movimiento hábil y rápido, le dio un puñetazo con todas sus fuerzas, que hizo que Ares terminara en el suelo.

– Te lo debía, imbécil – le dijo, antes de darse media vuelta, agarrar a Seungho por los hombros y comenzar a caminar hacia la salida, no sin antes dirigirle unas palabras a Sun Rae -: te dije que lo haría.

Listado de capítulos.

NOS VEMOS EN EL EPÍLOGO CHICAS, NO OS LO PERDÁIS, ESTE NO ES UN FANFIC QUE ACABE CON EL BESITO Y EL Y FUERON FELICES… AQUÍ HAY TELA QUE CORTAR AÚN…

27 respuestas a “거짓말” kojitmal – Mentira. Parte 24.

  1. sandy dijo:

    ahhhh me tenias confundida…es miercoles o jueves..jijijij…ademas de estar entrando cada 5 minutros a la pag…..bueno ahora me pondre comoda a disfrutar del capitulo….GRACIASSSS

  2. La' Vete! dijo:

    Ahhhhhhhhhhh!!!! esto no puede ser!!! porque se acaba!! Y Seungho!! (Totally in love <3) no me hubiera molestado que hubiera quedado con él… 😀 Pero Keun Suk!!!! Waaaaa!! (La' Vete en implosion neuronal), mejor me callo porque ni mi hamster corre, ni mi algodón absorbe ^^
    Gracias chicas, han escrito uno de los mejores fics que he leido en mi vida ❤

    • Nuna dijo:

      A que tú tampoco sabes cuál elegir??? DIOSSSSSSS… íbamos escribiendo sobre Seungho (casi toda su parte es de Jeannelok) y nos íbamos enamorando de él…

      • La' Vete! dijo:

        Como no hacerlo, si hasta me lo imagine todo chulesco el. Hay que hacerle su propio fic ^^

        • Nuna dijo:

          Jod*r, nos leéis la mente? Hemos tenido ganas, y además, ya nos lo han dicho varias veces hoy, ajajajjajajaaa. Esto no significa que podamos, eh? Pero bueno… lo mismo…

          • La' Vete! dijo:

            Se lo merece, por ser tan monoso. Pero para tener excusa un fic de Mblack, con todo y Rain de colado XD

  3. La PeTii dijo:

    WWWWWWWWWWWWWAAAAAAAAAAAAAAAOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    klsadaslñdkalñskdlñas,xñ-kdaslñda.. diossss mioooooooo… ustedes, ustedes, ustedes! son humanas? *O* xD *recontraemocionada mode ON* .. miellldaaaa q capiiitulo por dioosss!!!! .. me ha EN-CAN-TA-DO!!! ❤ .. GRACIAS POR ESCRIBIR ESTE FIC TAN MARAVILLOSOOO!!!! Esperando con ansias locas el epilogo.. mielda lo unico q me sale escribir es aslñ´daksñdañlsk<lñksñadlakslñdkaslñdkaslñdkalñsdkalñsk<ñkadlskdalsdkl… y más aslñdkalñdkañl xDDDD .. Gracias Nuna y Jeannelok …
    PD: perdon por no escribir nada mas coherente, i this moment mis neuronas estan ña´dlñaskd xDDD

  4. cekila85 dijo:

    dios!!!!!! que estoy que brinco de la emoción y soy la primera en leerlo GENIAL!!!!!!
    me encantó!!!!!! divino como ares . en cuanto vi al principio del capi la imagen del sexy seung ho pensé: y este como entra en la historia, sorpresa!!!! sorpresa!! que he estado maravilloso y espero con ansia el epilogo, miren que con solo imaginarme a ares arrodillado y llorando a sido la muerte entre pena, enamoramiento y deseo de plantarmele enfrente a besos.
    QUE MARAVILLOSO TRABAJO GRACIAS!!!!!!!!
    soy de México y les mando un abrazo.

  5. cekila85 dijo:

    creo que me he tardado un poco en escribir con la emoción jajajajajajajaja

  6. saiquitos dijo:

    Me dejan en un estado de añsldjfbughnbsdeinbv con ganas de trompear a Ares igual que Joon, tengo sensaciones encontradas por un lado no quiero que se termine y por otro me intriga que pasara en el epílogo.

  7. ARI8 dijo:

    TRIPLE MATRÍCULA DE HONOR CUM LAUDE NENAS.

    Maravilloso capítulo de principio a fin, aunque haya acabado hecha polvo. La aparición de Seungho enamorado hasta las trancas de Sun Rae y apoyando a Joon en su plan para que ella volviese a ser feliz con Ares, me maravilló, porque fue un HOMBRE. No es un toallero, si no, que se arriesga por la mujer que ama y todo por su felicidad.
    Es maravilloso cómo la trata, cómo habla con ella, lo bien que la hace sentir, cómo la cuida. ESe momento cocina y luego el momento cintura, me puso de los nervios porque estuvo a un tris de que pasase lo que quería, que ella se olvidase de Ares y se quedase con Seungho, que muchas me matarán pero creo que era mejor para ella, pero bueno, como se suele decir:
    «El corazón tiene razones que la razón no entiende». Así que como ella está enamorada de Ares, da igual lo mucho que pueda querer a Seungho, porque en su corazón sólo está él.
    Joon, simplemente fantástico y un verdadero amor y muy gracioso lo de los soujos que le pasó Mir de la hermana. Vamos, es que me imaginé leyéndolos y casi me da algo.
    Esa entrada en tromba de Ares me pilló por sorpresa, porque la verdad, esperaba que algo pasase entre Seungho y Sun Rae. Aquí apareció el macho alfa en estado puro, el dios de la guerra, el que no tolera que nadie se meta en su territorio.
    Si por mí fuera, le habría hostiado, aunque ya lo hizo después Joon y cómo me gustó.
    La conversación entre ellos fue de infarto, porque ella trata de ocultar lo que siente pero él no la deja y lo expone todo. Ahora bien, que el Gran Ares se pusiese de rodillas, eso no me lo esperaba para nada y me sorprendió. Ese gesto, derritió a Sun Rae y hala, paces hechas, o casi.
    Al final, ese aviso que le da Seungho, fue maravilloso. DIOS, QUÉ HOMBRE MÁS MARAVILLOSO.
    Pues nada, que espero con ganas el epílogo, aunque me quedo algo tocada por lo de Seungho XD

    • Nuna dijo:

      Es que la host*a se la merecía… y Joon se merecía el desahogo de dársela. Y Seungho se merecía el desahogo que se ha dado.

      Pero aquí los dos que están que se mueren el uno por el otro son Sun Rae y Keun Suk… así que…

  8. thaniayamato dijo:

    reañemtne lo ame la nera verdad cada k pasaba una parte en la k estaba con seungho la verdd pensaba no no no k no se kede con el
    ash pork no llega ares aaa pero la aprte final cpon las lagriams de ares me desmorone realmetne a el lontengo catalogado o al menos para mi si es un dios pork lo kiero y admiro mucho
    asi k se sugre me encanto espero el epilogo para terminar esta historia estoy triste simplemente pork dara fin
    aaa todabia recuerdo cuando este fic comenzo que al leer la primera parte de inmediato pense que era sukkie perdon ares me encanto esta historia ustedes dos realmente hicieron k adorara este fic y creanme hasta segunda temporada me gustaria

  9. sandy dijo:

    bueno chicas dejenme decirles que mas bueno no puede estar este fic aunq ya ni parece fic..no han pensado en hacer doramas????…recientemente vi un programa de mblaq y por fn se quien es joon y si me sorprendi de ver a seungho pobresito pero q se le va a hacer, asi es el amor….una vez mas gracias por la oportunidad de poder leer estas historias….desde q lei hablame de tus alas no pierdo de vista estas historias….FELICIDADES!!!!

  10. zhio dijo:

    me esta dando el ataque de mi vidaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!! no me lo puedo creerrrrrrrrrrrr!!!!! me eh puesto a gritar como una loca y todo mundo ha venido a mi cuarto pensando que me ha pasado algo!!!! por el amor de dios no quiero q terminee waaaaa!!!! … xiks lo q ustedes hacen es escribir con el corazon entre los dedos les quedo genial gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! no aguanto mas por el epilogo!!!

  11. larosae dijo:

    Realmente genial…… a penas vi la imagen de Seungho me quede así O.O y me dije ohhhhh yeaaaaah mi favorito entra en acción…… pero ya va! y ahora que hago me gusta Jang Geun Suk pero también me gusta Seungho…. (Oh pol Diox y ahora!) pos de verdad me dejaron casi que entre la estaba y la pared, este capítulo me gusto y eso si espero el epílogo como niña con 5 años con juguete nuevo ^^, por cierto (LZSOJFIOJRFJHEFIJWRIJFIFR) alguien que me envuelva a Seungho me lo llevo ya que se quedo solo (por ahora) es que es tan lindo =.=

    Chicas gracias por estos capítulos ^^, se les admira mucho por todo su ingenio

  12. pamela dijo:

    LAS AMO !!!!!! CASI MORI CUANDO VI A SEUNGHO…. LAS ADORO !!!!!

  13. Pattyfiorella dijo:

    ohh este ha sido un subidon tremendo.. .. esa explicacion del sukkie…tan triste .. y la parte de despojarse de su orgullo … con eso una cae rendida a sus pies.. q bueno q Seungho se presto para hacer eso.. y el puñetazo de joon ..no me lo veia venir.. los a me completamente a todos EN RESUMEN CHICAS.. UN TRABAJO EXCELENTE..esperando con ansia *a veces demaciada * el epilogo…en realidad no quiero q termine.. pero..bueno.. asi son las cosas.. .sniff.. *llora y luego se repone*..gracias por todo.. sois unas genios su manera de escribir mata .. realmente..

  14. Agra dijo:

    Llego tarde pero no me lo pierdo, jaja.
    Este capítulo me ha encantado, es sencillamente perfecto. Por un momento, yo también he tenido la tentación de decir, pues que se quede con Seungho.
    Pero no, eso no podía ser, jeje, tenía que llegar Ares. A reclamar lo que es suyo… No! A suplicar por haberla cagado tanto! Y es que señoras, ¿puede un hombre doblegar a los dioses? No! Solo una mujer es capaz de hacer que un dios se ponga de rodillas, jaja. Vale se me va la pinza, pero es que este es el tipo de escena que me mola, cuando al más engreído se le devuelven todas de una vez. Ni que decir que el golpe de Joon y el beso, han sido el broche de oro del capítulo.
    Y me ha gustado mucho la frase: «Y su traidor corazón estaba a punto de salírsele por la boca.»
    De verdad que no sé que haremos cuando se nos termine el fic…

  15. rosaday dijo:

    comoooooooooooo , no van a acabar con revolcón epilogo picante por favor

  16. fumoffu dijo:

    Buuuuuuuueno, ya estoy en condiciones de escribir algo…me ha costao, no creaís. Lo he leído, lo he vuelto leer, me he ido a la cocina (lo sé..un sitio raro..pero tranquilo..ahí sólo voy yo)….y he gritado…¡¡¡¡JOOOOOOOOOOOOER….QUE TIASSSSSSSSSSS!!!!..Genial el capítulo final…me he quedado un poco ¿y eto?..¿por que entra ahora este personaje?…¡¡¡mielda, que se queda con este!!!…¡¡uffffffffffff!!!!…vale, vale…esperaremos al epílogo…otra vez….hasta el miércoles. Gracias chicas, muy chulo el finc.

  17. nanita dijo:

    Chicas, realmente han podido mantenernos en un estado de nervios hasta el ultimo capítulo!! Ha estado muy bueno este fic, realmente el primero que leo y me ha tenido como Skip beat que lo espero los lunes y Kojtmal los miercoles ….
    Felicitaciones, Nuna y @Jeannelok. Espero el epílogo!! Y espero un nuevo fic, que ya nos dejaron con el gustito, chicas. Que vivan las lobas!!!

  18. tenmachan dijo:

    Juash! Es un final (a falta del epílogo, of course) compleeeeeeeeeeetamente distinto a cómo me lo esperaba XDDD Ainsssss, la verdad es que o no he estado tan locamente enamorada como Sun Rae o ella tiene una capacidad de perdón que supera mi entendimiento XDDD En mi caso, ni siquiera le hubiera dado la oportunidad a Ares de explicarse… no me malentendais, no es por Seungho (que también XD), sino porque después de dos años, me imagino que por mucho amorl loco, todas hubieramos sido lo suficientemente fuertes para rehacer nuestras vidas, ojo, con o sin hombre a nuestro lado… o eso quiero pensar…

    En fin, que muuuuy buena vuelta de tuerca, me ha encantado porque me ha soprendido del todo, aunque claro, si hubierais escrito lo que me pasa por la cabeza en este momento, las lectoras sus hubieran hecho vudú como poco XDD

    A ver el epílogoooooo!!!! ♥O♥

    • Jeannelok dijo:

      Mujer… aún queda el epílogo… ju…jujujuju

    • Nuna dijo:

      Jajajjajaajaaaa te comprendo PREFESTAMENTE!!! A medida que iba leyendo las partes de Seungho, amenacé a la peque con reescribir la parte de Ares y mandarlo a tomnar viento, porque oyesssss, es que el líder SE SALE!

      Sí, puede que un tío que te deja y se va dos años a la aventura capullamente no merezca el perdón. Lo que pasa es que Sun Rae no ha podido olvidarle, y ella entiende que es un dios, que sus tiempos no van en la misma dirección y que también ha sido duro para él.

      De todas formas, #SeungHoForMainLeadInTheNextOne. Todas nos hemos enamorado de él!!!!!!

Replica a Nuna Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.