“비밀” Bimil – secreto. Capítulo 9

por Nuna y @Jeannelok

So Yeon estaba en la puerta del establecimiento mientras sus amigas la miraban con ojos apremiantes.

La idea no había sido de ellas, sino de la amiga en común que celebraba su último día de soltería y las había metido en aquel berengenal.

Al principio, les había resultado escandaloso, pero nunca habían estado en un sitio como aquel, y la verdad es que todas tenían mucha curiosidad por saber cómo eran las cosas ahí adentro.

– Vamos, anímate, So Yeon – dijo Eun Jung -. No es como si fueras menor de edad e intentaras colarte en un club, ya somos mayorcitas.

– Es cierto – secundó Ji Yeon.

– No sé – titubeó ella -. Esto de ir a un club de streaptease… no es para mí.

– No seas tonta, es la primera vez para todas, sólo es por curiosidad. Jiae y Jiwon están dentro, me han enviado un mensaje y dicen que es muy divertido – insistió de nuevo Eun Jung.

– Además, no son desnudos integrales. Más bien se trata de un inocente baile sensual – añadió Hyo Min.

So Yeon dudó. En realidad tenía curiosidad… todas la tenían, y ella no era una excepción. Sin embargo, no terminaba de convencerle la idea.

– Está bien, voy a hacer una llamada, ¿vale? – les dijo -. Entrad vosotras, no tardaré.

– Ni se te ocurra escabullirte, o saldré a buscarte – amenazó Hwa Young.

– ¿Vas a llamar a quien creo que vas a llamar? – preguntó Qri.

– No lo dudes – intervino Boram, guiñando el ojo -. Es como si él fuera su hermano mayor y necesitara su permiso para todo.

So Yeon las miró seriamente.

– Era una broma – rió Boram.

– Vamos adentro – dijo Hwa Young, intentando deliberadamente terminar con la cuestión -. Saldré a buscarte si no vienes en cinco minutos – añadió, antes de desaparecer por las escaleras que conducían al sótano.

Las demás la siguieron.

So Yeon sacó su teléfono móvil y buscó en su agenda. Qri tenía razón. Iba a llamarle a él. Se conocían desde hacía tanto tiempo, que incluso tenían versiones distintas de su primer encuentro. Mientras él afirmaba que lo hicieron en el parque cercano al edificio en que ambos vivían, ella creía recordar que la primera vez que lo vio fue en el patio de la escuela a la que los dos asistían.

Al fin y al cabo, daba igual. Boram no estaba del todo equivocada. Él era como un hermano mayor para ella… pero también era atractivo, muy atractivo, y en algunos momentos era imposible no sentirse físicamente atraída por él.

Ni siquiera ella sabía qué era lo que más predominaba. Después de tantos años de conocerse, sentía que ese hombre era importante para ella, como podría serlo un hermano, aunque a veces lo veía tan guapo que se preguntaba si estaba enamorada de él.

Pero sabía que no lo estaba. Si de verdad sintiera amor por él, no estaría preguntándose o dudando acerca de sus sentimientos, simplemente lo sabría… ¿o era que nunca le había dado ninguna señal para que ella creyera que podía haber algo más?

Como siempre, no se sentía en condiciones de aclarar el misterio. Estaba cómoda con la relación que tenían y no le importaba demasiado establecer límites. Se tenían cariño, se apoyaban, eran confidentes, amigos. Eso bastaba.

Marcó su número con decisión. Una de las cosas que la convencían de que no estaba enamorada, era que no dudaba tontamente si debía llamarle o no, como a veces hacían sus amigas con los chicos en los que estaban interesadas. Era normal llamarle. A veces no hacía falta excusas. Simplemente se telefoneaban para hablar, de cualquier cosa, sin motivo alguno, sin horario establecido.

Él tardó apenas tres toques en responder la llamada.

– ¿So Yeon?

– ¡Seungho-ah! Hace días que no hablamos. Me tienes abandonada.

La risa franca y clara de él sonó a través del auricular.

– Ya sabes… el trabajo. Últimamente he estado muy ocupado. ¿Ocurre algo?

– No. Simplemente te echaba de menos y quería saber cómo estabas – miró su reloj, era casi la una de la madrugada – Oh, dios mío, ¿te asusté? No sabía que era tan tarde.

– No te preocupes… no es la primera vez que hemos hecho esto – rió él de nuevo.

– ¿Dónde estás? ¿Tienes tiempo para una copa rápida? – So Yeon contuvo el aliento. Sólo él podía salvarla de acabar en un garito lleno de tíos que se despelotaban por pasta, rodeados de mujeres histéricas pidiendo más.

– Mmmmmm… sabes que me encantaría, yo también te echo de menos, pero estoy trabajando.

– ¿A estas horas? Espero que te paguen bien las horas extras – bromeó ella -. Creo que eres el único abogado en todo Seúl que trabaja hasta tan tarde.

– Un caso importante… te aburrirían los detalles, pero me dará mucha pasta.

– Entonces en otra ocasión será.

– Lo estoy deseando, So Yeon. Te llamaré, ¿vale?

– De acuerdo. Pero no tardes demasiado. Sabes que si no sé nada de ti me preocupo.

– Y sabes que yo te lo agradezco. Te llamaré, lo prometo. Pronto.

Se despidieron y So Yeon suspiró. Su última oportunidad de librarse de los planes de sus amigas se había ido al garete. Bajó los escalones lentamente, pero lo hizo, y cuando entró al club, y vio aquel ambiente tan extraño, deseó haber llevado a cabo la idea que se le había pasado por la cabeza justo al colgarle a Seungho. Mentirles y decir que había quedado con él.

Pero ya era tarde. Sus amigas agitaban sus brazos desde una de las mesas, demasiado cercana al escenario para su gusto, y le gritaban haciéndole indicaciones para que se acercara.

Y no eran las únicas que gritaban… aunque no a ella.

Se acercó con desgana, mirando a todos los lados asombrada, y se sentó con sus amigas, mientras trataba de no mirar al chico que bailaba en ese momento en el escenario. Era un lugar oscuro, con muchas mesas alrededor del escenario que se adentraba entre las mismas hasta la mitad de la enorme sala, y que tenía varias barras instaladas, de esas en las que bailan los strippers. Las mesas tenían una luz roja en el centro, lo cual hacía que las sonrisas de placer de las clientas, parecieran muecas un tanto diabólicas, sobre todo para el gusto clásico y recatado de So Yeon. Más cuando se dio cuenta que la chica que las había llevado allí, la que iba a casarse en breve, estaba en la mesa de al lado, gritando como posesa al bailarín que se contoneaba ligero de ropa en el escenario.

– Es guapo – comentó con entusiasmo Eun Jung, sacándola de sus pensamientos.

– Dicen que de vez en cuando viene uno de ellos… le llaman “El jinete ardiente”, y tiene mucho éxito entre las chicas… espero que hoy esté – les confesó Jiwon -. Me han contado que todas vienen con la esperanza de verle.

– ¿Es del tipo ligón? – se interesó Boram.

– También dicen que tiene mucha labia. Y que es dulce a la vez que masculino y seductor… – respondió Jiwon.

– Tengo curiosidad por verle – dijo Qri entusiasmada.

So Yeon también sintió curiosidad, pero tuvo vergüenza de confesarlo.

En ese instante, el bailarín que estaba actuando, terminó su show entre gritos y ovaciones, y se retiró del escenario llevando sólo un pequeño slip de tela (minúscula) de leopardo. So Yeon suspiró. La imagen de aquel trasero prieto alejándose permanecería en su retina durante mucho tiempo… a su pesar.

Pensó en qué diría Seungho cuando le contara que había estado en un lugar como ese… probablemente se reiría, pensando en la vergüenza que habría pasado… y probablemente se sorprendería, cuando le dijera que había empezado a no sentirse tan incómoda. Estaba dándole vueltas al asunto, cuando un griterío a su alrededor la asustó. Algo pasaba.

– ¿Qué ocurre? – preguntó a Hyo Min, que estaba a su lado.

– ¡El jinete ardiente! – respondió ésta gritando, para hacerse oír – ¡Acaban de anunciar la actuación del jinete ardiente!

El griterío era casi ensordecedor. So Yeon miró a su alrededor y alucinó al ver el estado de excitación que la rodeaba. Pero cuando miró al escenario y lo vio avanzar con seguridad hacia el centro del mismo, se explicó en un instante todo lo que decían de él.

Era GUAPÍSIMO.

Ojos grandes, desafiantes, seductores. Mirada dura, enmarcada por una buena dosis de eyeliner que le confería profundidad y una cierta aura amenazante. La seguridad y la dureza de su mirada, contrastaba con sus rasgos agradables y casi perfectos. Su cuerpo era duro, no demasiado musculoso ni voluminoso, pero era fuerte, y estaba perfectamente proporcionado.

Iba vestido con una chaqueta de cuero llena de parches y adornos metáilcos, y unos pantalones de cuero muy ajustados. Una correa de púas rodeaba su cuello, y unas botas militares negras llenas de hebillas vestían sus pies. Para completar el atuendo, llevaba un casco de motocicleta negro bajo uno de sus brazos.

Dirigió una mirada de desprecio a su alrededor, y cuando sonó la música, comenzó a contonearse de una manera que a So Yeon le cortó la respiración. Era magnético, fabuloso, impresionante. Jamás olvidaría la cara de aquel tipo… ni su cuerpo. ¡Dios, era un sueño!

So Yeon echó de menos realmente a Seungho en el momento en que vio lo que ocurría a continuación. Necesitaba consejo sobre lo que estaba sintiendo, sobre aquella euforia que la había dominado viendo la actuación de aquel hombre. Él habría sabido tranquilizarla y buscarle una explicación a sus reacciones.

El “jinete ardiente” había salido por la puerta de acceso de empleados poco después de terminar su número, vestido con camiseta blanca (demasiado ajustada, sobre todo en los bíceps) y pantalones vaqueros desgastados. Luego, se había dirigido a la barra del club, y allí se había reunido con otro hombre que también quitaba el hipo. Sin todo aquel maquillaje, el “jinete ardiente” seguía siendo extremadamente guapo, pero al reunirse con el otro hombre, y bromear con el camarero, dejó ver una blanca y perfecta sonrisa que era del todo menos amenazadora.

– ¿Será gay? – especuló Hwa Young.

– Dios los cría y ellos se juntan – suspiró Boram… – esos hombres no pueden serlo. Mira cómo se mueven.

No pasaron más de diez segundos, antes de que estuvieran rodeados de mujeres. Todas querían hablar con “el jinete ardiente”, pero algunas de ellas ya miraban con ojos hambrientos a su acompañante… y al camarero.

– Yo también voy – dijo Eun Jung.

– ¿Te atreverás? – rió Qri.

Por toda respuesta, Eun Jung se levantó y se dirigió a la barra. Las demás se miraron entre ellas unos segundos antes de seguirla. Sólo So Yeon se quedó en la mesa, desconcertada, con ganas de verle más de cerca, pero con la vergüenza y la timidez frenando sus pies. Sabía que nunca iría. Pero podía mirar de lejos.

Las mujeres seguían rodeándoles, y él hablaba y sonreía encantado, igual que los otros dos tipos. Estaban disfrutando de su éxito, pero el que realmente ejercía una atracción magnética brutal sobre ellas, era el bailarín sensual.

De repente, sin aviso, los ojos de aquel hombre se cruzaron con los de So Yeon, y ella apartó la mirada asustada. Cuando tímidamente volvió a dirigirla hacia allí, vio que él seguía mirándola, y que tenía el ceño fruncido. El segundo contacto visual la hipnotizó hasta el punto que no pudo apartar la vista. Deliberadamente, él bajó despacio los ojos a su cuello, después a su torso. Mientras So Yeon se sornojaba sin remedio cual colegiala quinceañera, él giró la cabeza graciosamente para observar sus piernas por debajo de la mesa, y ella maldijo haber tenido la idea de ponerse aquella minifalda.

El hombre volvió a mirarla a los ojos y sonrió seductoramente. Si le hubiera mandado una invitación en forma de tarjeta con letras doradas, el mensaje implícito no habría sido más claro.

Un cosquilleo subió por su estómago hacia la garganta, y la sensación de apremio que tuvo bajo su mirada fue tan fuerte, que hizo que agarrara asustada su bolso, saliera corriendo de aquel sitio, y maldijera a Seungho por estar haciendo horas extras mientras ella lo necesitaba más que en toda su vida.

***

Caminó aprisa por los oscuros pasillos. En realidad tenía ganas de hacerlo incluso a más velocidad, sin embargo era ridículo gastar energías cuando la prisa estaba simplemente en su cabeza.

Alcanzó una puerta negra y pesada, tomó aire y llamó. Esperó a que una voz le diera paso desde dentro para acceder al despacho.

No era como si tuvieran jefes en sí, entre todos tomaban las decisiones… no obstante, se vieron forzados a escoger algunos líderes al ver que las cosas se complicaban y cada uno quería ir por su lado. Entre los desertores, los jóvenes despreocupados y que cada vez era más difícil localizarlas…

Y a él le dieron el papel de espía. Se enteraba de todo, y todo lo contaba. En realidad sus compañeros no se fiaban de él justamente por eso, pero no le importaba. Los líderes sabían que no les fallaría.

-Pasa, pasa-solo había dos de ellos. Entró en silencio, esperando la orden de hablar. Cuando se la dieron, comenzó a soltar todo lo que tenía en su cabeza retenido-. He hablado con él, no pudo terminar con esa Gumiho. Nuevamente se le escapó, esta vez iba acompañada por los mismos tipos que le atacaron la otra vez y la Gumiho de la leyenda. Dice que son humanos normales, pero que tienen algo… que deben estar entrenados, porque son fuertes y ágiles. Llevan armas… pueden llegar a ser peligrosos.-la Gumiho a la que había ido a matar no era de interés, ya la perseguía simplemente por puro orgullo… la otra, la de la leyenda… se había sorprendido cuando el otro le había dicho convencido que se trataba de esa chica.

Parecieron sospesar con interés sus palabras, se sintió complacido por ello. Nueva muestra de que estaba realizando correctamente su trabajo.

-Debemos estar más atentos a nuestros movimientos. Hasta donde sabemos, la primera vez le desapareció uno de los localizadores… seguramente ellos lo encontraron. No podemos estar seguros de que pertenezcan al grupo de perdedores que intentan enfrentarnos… pero no podemos bajar la guardia.

-Hay que avisar a todo el mundo. Sobre todo poner en alerta a los jóvenes, están tan metidos en su propio mundo que parece que vayan a olvidar lo verdaderamente importante. Tú-se volvió hacia él-, cuando lleguen los demás líderes les pondremos al corriente de lo que nos has contado, de momento no digas nada a los demás. Pronto mandaremos un anuncio. Y sobre todo… no dejes de traernos toda la información interesante con la cual puedas hacerte.

***

Soo Min no podía dormir. Llevaba un buen rato dando vueltas en la cama, pero no podía conciliar el sueño. En realidad, desde…desde lo de su madre, le costaba no tener pesadillas y prácticamente prefería quedarse despierta.

Soñaba con gente vestida de negro, con sangre, luces… se despertaba envuelta en sudor y con el corazón totalmente acelerado. Le costaba devolver la respiración a un estado normal.
Apretó los puños. No podía llorar. Aunque se le antojara terriblemente difícil, debía mantenerse fuerte. No debía derrumbarse. Decidió ir a la cocina a por un vaso de agua.

-¿Qué sucede?-alzó la cabeza en su camino. Seung Min estaba apoyada contra una pared del pasillo, como si llevara mucho rato allí esperando verla salir.

-¿No duermes?

-Tú tampoco…- se preguntaba si le había hecho algo a la gente Seung Min. Sabía que era seca con todo el mundo, pero a ella la trataba de manera especialmente fría. A veces tenía la sensación de encontrar calidez en ella… no obstante, enseguida se tornaba en la misma crueldad de siempre.

¿Pero, por qué?

-Iba a buscar un vaso de agua… ¿quieres tomar algo?

-Te acompaño, lo cogeré por mí misma.-como aquella vez… ¿estaba siendo descortés, o preocupándose por ella? No podía entenderla. Quería llevarse bien con ella, fue la primera persona en encontrarla cuando… sucedió aquello… no sabía por qué, pero algo dentro de sí hacía que desease llevarse bien con la agente Seung Min… aunque ella se lo pusiera tan rematadamente difícil.

-¿Estás a gusto en tu cuarto? Creí que nos pondrían a dormir juntas.

-Así cada una tiene más intimidad-se encogió de hombros-. No eres una niña, ¿tienes miedo de dormir sola, con las luces apagadas?-le preguntó, acercándole la garrafa de agua que acababa de sacar de la nevera. Soo Min se sonrojó.

¿Cómo sabía que le daba pánico la oscuridad?

Por alguna extraña razón, desde pequeña le había gustado la luz. La luz blanca e intensa. Una luz que únicamente rescataba en su memoria, y que sin embargo no sabía dónde la había visto.

Una luz brillante pero sin herir, blanca y pura, cálida… podía acariciar la piel…
Le daba miedo la oscuridad… porque no sabía qué había a su alrededor, y era fácil tropezar en ella.

-Supongo…-musitó.

-La oscuridad no es tan mala. Ayuda a esconder los miedos que albergamos, si sabemos cómo tomarla… puede ser una buena aliada. Buenas noches.-al escucharla, Soo Min se sorprendió tanto que no supo qué responder. Ni siquiera fue capaz de decirle algo como despedida.

Cuando logró reaccionar, estaba a punto de entrar en su cuarto. Logró detenerla a tiempo, corriendo hacia ella y colocándole una mano en el hombro. Ante el contacto sintió un golpe de electricidad estática que hizo a ambas apartarse de un golpe.

-Lo siento…

– ¿Qué quieres?

-Tú…- ¿me odias?- Nada…perdona… Buenas noches-le dedicó una lastimera sonrisa que lo único que pareció conseguir fue irritar más a la otra chica, quien se metió rápidamente en su cuarto. La pudo escuchar suspirar con fuerza al otro lado-. Soy inútil…-dijo para sí misma.

-¿Hablas sola?-la repentina voz a su lado estuvo a punto de hacer que el vaso se le cayese del suelo, pero Seungho llegó a tiempo de ayudarla a sostenerlo.

El contacto con su piel desprendió en ella una chispa diferente a la que había sentido cuando tocó a Seung Min.

-Gra…gracias…-se sonrojó. Cada vez le costaba más mantenerse coherente cuando Seungho estaba cerca. Le debía mucho, gracias a él estaba acostumbrándose a la realidad más fácilmente. Le resultaba el mejor de los apoyos que podría haber encontrado. Tenía el cabello húmedo, las gotas de agua resbalaban por su rostro desde el cabello, lamiendo su mejilla hasta caer por la barbilla.

-¿Te encuentras bien?-pareció preocuparse.

-Sí, yo solo… tenía algo de sed-mientras hablaba, intentó apartarse de la puerta de Seung Min. Si hacían ruido, quizá solo conseguirían enfadarla todavía más-, ¿te has duchado ahora?

-Para despejarme también. He estado trabajando hasta ahora.

-¿Hasta tan tarde? ¿En qué…?-él pareció dudar.

-Hay cosas que no puedo contarte, lo siento Soo Min…-ella no insistió. El silencio los envolvió y su mente trabajó rápidamente para buscar un modo de deshacerse de él.

No lo encontraba.

-Creo que Seung Min me odia.-un momento, ¿acababa de decir aquello en voz alta?

-¿Cómo dices?-cuando quiso darse cuenta, Seungho y ella se habían sentado cada uno en un lado de la mesa de la cocina.

-No… ¿no piensas igual?-Seungho parecía sorprendido por sus palabras. Negó con la cabeza.

-Creo que Seung Min tiene esa apariencia de odiar a todo el mundo, solo porque tiene miedo de salir herida. Me da mucha pena… siempre viviendo con una barrera de defensa delante de ti, ¿cómo debe de ser eso?

-¿Miedo? No pretendo herirla, pero… ¿cómo hacérselo saber si no me deja llegar hasta ella?

– Debes tener en cuenta, como problema añadido, que tú formas parte de un caso… que ella se ve obligada a mantener las distancias contigo.

-¡Pero con Sun Nyu no es igual!

-Pues entonces, te tocará esforzarte. Si quieres llegar hasta ella, y saber por qué es diferente contigo… no puedes, simplemente, quejarte. Todos estamos esforzándonos mucho en esta misión, y tú querías ayudar, ¿no? No como víctima… tú quieres de verdad ser útil-sí, totalmente… Seungho… ¿por qué le resultaba tan fácil leer dentro de ella?-. Como líder, te daré ese trabajo. Llega a Seung Min. Creo… estoy seguro de que quiere que llegues a ella, aunque no vaya a reconocerlo.

Soo Min volvió a sonrojarse. Él siempre sabía qué decirle, cómo hablarle, lo que necesitaba… ¿cómo podía hacerlo desde el principio, cuando se conocieron? ¿Y cómo podría ella agradecérselo?

Había una manera. Un poco brusca quizá. Pero era natural con su madre, así que pensó que quizá a él no le molestara. Nunca lo había probado con nadie más pero…

Se terminó el vaso de agua en silencio, lo dejó en la pica del agua y se acercó a Seungho.

-Buenas noches y…gracias.- antes de marcharse a dormir, se armó de valor y le besó en la mejilla. Le dedicó una ligera inclinación y se fue a su cuarto.

Su corazón latía igual de fuerte que cuando tenía pesadillas, pero la sensación no era angustiosa. Más bien… de repente, se sentía pletórica.

¿Qué clase de poder ejercía Seungho sobre ella?

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13 respuestas a “비밀” Bimil – secreto. Capítulo 9

  1. ARI8 dijo:

    Maldita sea, par de cabritas, ¿Y lo dejáis así? ¿Sin que podamos saber la reacción de Seungho? Os cuelgo del palo de mesana pero ya mismo. Eso no se hace, leñes XD.

    Vale, el jinete ese es el espía que anda detrás de las gumis y si tenemos nuevo personaje en la historia, es que algo importante va a pasar con ella. Creo que es otra gumi y cuando se entere de la verdad de Seungho y él de la de ella, se armará de la de Dios es Cristo.
    Quiero saber qué pasa con esos dos y con Seungho. Ver cómo se llevan ellos, cómo reaccionará Seungho cuando la ataquen, porque el tío no se va a quedar quieto, eso seguro. Tengo ganas de verlo en modo cab*ón y defendiéndola, cargándose al jinete.

    La chavala esa, a ver si espabila y hace lo que dice Seungho, porque desde luego, qué pánfila, leñes y Seung Min, mientras, alejada de todos. A ver si las dos solucionan sus problemas y vuelve la normalidad a sus vidas. Bueno, todo lo normal que pueda ser eso de las gumis.

  2. cekila85 dijo:

    me he quedado con muchas muchas ganas de más!!!!! por dios vienen y lo cortan en la parte más interesante??????? saben???? creo que me he perdido en el momento que leí que So Yeon haría una llamada recordé la ultima escena del capi anterior, definitivamente estaba segura que el jinete (por cierto genial el nombre que han escogido) era Thunder, luego me perdí feo…….
    ahhhhh!!!! chicas que diera yo por encontrar en un pasillo a Seungho así, como lo han descrito *suspiro eterno* el beso en la mejilla estuvo super, ya me verán a mi gritando como loca de la emoción mientras leía y a mi tía y a mi compañera de cuarto viéndome con cara de : y a esta que le pasa??? que mosca le pico????
    espero con ansia loca el capi 10 ESTO CADA VEZ SE PONE MEJOR.
    FELICIDADES Y GRACIAS
    P.D.: ARI8 me encantan tus comentarios son de lo mejor, hoy has sido tu quien me saco del error con el jinete.

  3. Sandy dijo:

    Mmmm pues desde q empece a lerr el capitulo me hice a la idea q el jinete es thunder y l a persona con quien estaba hablando GO….no se pero atando cabos del capi pasado creo q es asi….x otro lado esto esta ca da vez mejor…me gustan las parejita…sobretodo esta de seungho…bueno no siendo mas x el momenti…gracias…saludos desde colombia

  4. Alusiana dijo:

    Cada vez más interesante^^

  5. fullvcia dijo:

    Bueno., yo ya no sé qué deciros..me gusta, me mola, me intriga, me engancha, me..me..me….ya no me quedan más «mes» que no haya dicho en otros comentarios asi es que, desde la paciencia y la resignación, no me queda otra más que esperar al siguiente..es que ya ni tan siquiera intento adivinar por dónde saldreís….¡¡¡a esperar toca!!!…Un besote genios o genias (que yo con lo del ministerio de igualdad creo que ya no sé ni hablar castellano).

    ¡¡¡MUAKS!!!

  6. Agra dijo:

    De momento no voy a comentar mucho porque me tenéis en ascuas, jeje.
    Solamente una cosa, mientras no decís quien es el misterioso jinete, yo le voy poniendo la cara de No Min Woo, provisionalmente, hasta que pongáis quien es XD.

  7. cekila85 dijo:

    pues ya no se!!!!! me he leído de nuevo el capi por que me he quedado con la duda más clavada que mariposa de museo, lo he releído y al decir esto les hablo de tres veces mas, y he regresado a la idea anterior el jinete es Thunder, creo que me perdí por aquello de las miradas amenazadoras, y el cinismo al ver de arriba a abajo a So Yeon pero ahora si definitivo es Thunder
    Tenia que salir de duda no podía quedarme así jijijiji

  8. Nata Diaz dijo:

    ^ ^ Las leo todas las semanas. Me gusta mucho Este FanFic gracias por compartirlo con todas nosotras.
    1-El Jinete sensual es un Caza-gu??????? (Me guio del 1 com,no lei todos los comentarios O.O y yo que pense que era Thunder. ^ ^ Dios espero no arruinarle la historia a nadie. O.O

    2-Me matarón de risa las chicas en el Bar de nudistas. XD

    3- Espero que el jinete sea para SoYeon,porque no quiero que le hagan competencia a SooMin‼ Yo quiero quiero que ella se quede con S.H ^ ^ (Por cierto le dio en besito ♥ Espero que el reaccione bien).

    bueeeno veremos la otra semana.

    De nuevo gracias por compartir esta historia. ^ ^

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