by @Jeannelok y Nuna
ADVERTENCIA: el siguiente post tiene un puntito de contenido para adultos. No es mucho, ni es demasiado fuerte, pero bueno, desde aquí ya vamos advirtiendo que probablemente no deberían leerlo los menores de 14 años, por ejemplo. Es totalmente posible que no tengamos ninguna lectora tan joven, pero por si acaso…
Así que, si no sois mayores de 14 años, no sigáis leyendo.
***
Al darse cuenta de lo que iba a suceder, Sun Rae se había puesto nerviosa y ya que la había llevado hasta una (cara, enorme y preciosa) habitación de hotel comenzó a distraerse con los elementos de la misma. Estaba delante de un candelabro dorado, dándole antigüedad y atractivo añadido al cuarto, cuando notó los brazos de Keun Suk rodeándola y los labios del hombre posándose sobre su cuello. Dejó escapar un profundo suspiro, extasiada por aquel contacto.
El Dios era experto en acariciar su piel, como si conociera cada rincón donde ella podía emocionarse. Aunque estaba resuelta a resistirse un poco, no por falta de ganas de besarlo y tenerlo dentro de sí: más bien por nerviosismo.
Tenía dos cosas claras: acostarse con él iba a ser de todo menos típico, y esta vez no podía echarse atrás.
Necesitaba contarle la verdad pero…tenía miedo de hacerlo entonces…quizá lo mejor sería esperar a estar los dos calmados, a haber consumado lo que tanto llevaba buscando él desde hacía tiempo…y ella, aunque le hubiera costado dolor y lágrimas reconocerlo.
Se puso en puntillas dejándose estrechar por los brazos de Keun Suk, besándolo con necesidad. Mientras sus lenguas jugaban, su mente abandonaba todas las preocupaciones y la dejaba, obligándola a centrarse en lo que realmente importaba en ese momento: él.
Él, con aquellos profundos ojos llenos de sabiduría y siglos de aprendizaje analizándola y deseándola, con esos labios sedientos de ella clamando su tacto como agua en el desierto.
Prácticamente sin dejar que la chica tocara el suelo la llevó hasta la cama y la depositó con suavidad en ella.
Sun Rae alargó los brazos y lo atrajo hasta sí, queriendo que no dejara de besarla en el rostro, los labios, los ojos, el cuello. Lo guiaba, mientras él se dedicaba a sacarle la ropa sin que la chica se diera a duras penas cuenta.
La levantó ligeramente con una mano, sin dejar de besarla pues a la mínima que se despistaba la muchacha se molestaba por ello. Reclamaba atención como una niña pequeña, lo cual a él le enloquecía.
Sun Rae estaba intentando jugar con él, mostrándole cómo debía tratarla para satisfacerla.
Quitó la mano de su espalda y le acarició el vientre, haciendo que se retorciera ligeramente a causa de las cosquillas y el frío de su mano. Siguió acariciándola lentamente sobre la piel hasta toparse con el sujetador y se lo levantó.
Sun Rae de repente no reclamaba besos, simplemente le observaba esperando ver qué hacía.
Keun Suk bajó lentamente la cabeza, sonriéndole. Dejó que el flequillo cayera hacia delante cubriéndole el rostro y movió el dedo alrededor de uno de los pechos, sin llegar a tocar el centro.
Sun Rae notaba el cuerpo arder, quería gritarle que dejara de jugar, provocándola, pero por otro lado le gustaba disfrutar de aquella lentitud, dejarle hacer con ella lo que quisiera, mostrarle juegos que jamás había conocido.
El Dios Ares tenía que saber mucho sobre sexo, ¿no?
Porque si algo sabía Sun Rae que no iba a hacer, era ponerse una venda delante. Él también lo había dejado bastante claro. Había estado con centenares, ¡miles! De mujeres antes, las había complacido, utilizado.
Utilizar… Al fin lo sabía. Por alguna extraña razón, sabía que una vez la consiguiera Keun Suk…Ares, no iba a abandonarla.
Incluso otra diosa había intercedido en aquella extraña relación.
Mientras divagaba en esos asuntos, él hizo otro movimiento tomándola desprevenida y logrando que se arqueara hacia arriba. Tenía uno de sus pechos en la boca, lo relamía con placer mientras comenzaba a jugar con el otro.
Sun Rae tenía que detenerlo, solo acababan de comenzar y ya sentía que iba a gritar de placer. Le agarró la cara y le obligó a ascender como una serpiente por ella, hasta atrapar sus labios. Los mordió, haciendo que sangraran.
-¿Y eso?-musitó él medio riéndose.
-¿Te he marcado?-no obtuvo respuesta, solo una pequeña risilla. Él abandonó la posición sin previo aviso y cuando quiso darse cuenta, estaba arrancándole los pantalones. Sun Rae suspiró compungida, pues realmente le gustaban… ¿cómo se lo había hecho para romperlos con tanta facilidad?
-Así puedo regalarte ropa después.-sentenció él, dirigiéndose esta vez hacia su ropa interior. Sun Rae le pegó una pequeña patada en el abdomen como venganza y él se dobló sobre sí mismo.
-¡Oh, perdon…!-se enderezó para disculparse asustada cuando él saltó sobre ella y volvió a besarla, divertido- Ah…eres malo.
-Lo cual lo hará todo más divertido-le mordió ligeramente en el cuello-. Marcada.
Mientras ella se reía logró sacarle tanto el sujetador del todo como las bragas. Sun Rae le puso un puchero, indicándole que era injusto que era injusto ser la única en aquel estado frente al otro. Él sonrió ante su manera de comportarse, tan diferente a todas las demás. Sabía que podía hacer con él, el gran Dios Ares, lo que le placiera.
Keun Suk se sacó la camiseta. Ella lo admiró desde su posición. Fue rápido en deshacerse del resto de ropa, quedando totalmente desnudo sobre ella, con el miembro erecto.
No era la primera vez que se acostaba con un hombre, sin embargo Sun Rae se sonrojó y tuvo que apartar la mirada.
-¿Qué haces?-preguntó divertido a la par que sorprendido. Agarró su rostro obligándole a voltearlo, la besó- Sabías que iba a ser así, ¿te arrepientes?
-Creo que voy a morir de placer solo de verte.-dijo entre dientes ella, deseando que la tierra se la tragase.
Él rió de nuevo ante su sinceridad. Volvió a escurrirse hasta llegar entre sus piernas y se las apartó posando la mano en los muslos, hundiendo la cabeza y dejándola sentir de repente su lengua dentro de ella.
-Dios.-pensó que nunca podría haber dicho nada mejor ni nada más adecuado, mientras él la humedecía y enloquecía a partes iguales.Sun Rae perdió la realidad del tiempo mientras él prácticamente hacía que perdiera el conocimiento, dejándola para el arrastre.
La agarró de las piernas, obligándola a rodearle con ellas. La chica lo hizo, alzándose para abrazarlo, hundiendo la cabeza en el hueco de su cuello.
Sintió que él tanteaba el terreno con la mano. Tuvo un estremecimiento y se hundió más en él cuando introdujo un dedo dentro de ella.
Sí, se había acostado con otros hombres antes, sin embargo había pasado tanto, tantísimo tiempo desde eso…
Después del primero, vinieron dos y tres dedos. Sun Rae no se contuvo al ver que él no se quejaba, hundiéndole las uñas en la carne. Sintió que le hacía sangrar y quiso detenerse, justo en ese momento él comenzó a susurrarle al oído, diciéndole que estaba bien, podía apretar todo lo que quisiera, porque el verdadero dolor comenzaría entonces.
-Será un momento, ya te he preparado…luego te gustará y lo sabes…
Lo sabía y lo esperaba, sin embargo a la vez estaba muerta de medio. Él movió los dedos un poco más y ella exhaló un suspiro. Los extrajo los tres de golpe, y antes de dejar que se diera cuenta siquiera introdujo su miembro. Sun Rae se sacudió y no gritó, a la espera de lo que vendría. El suave balanceo no se hizo esperar.
No dolía, era más bien como un cosquilleo. Hasta que la velocidad fue en aumento. Sentía que se partía de placer. En algún momento jadeó con desesperación, queriendo más y más.
Keun Suk la besó, siguió acercando y alejando su cuerpo pero sin dejar de besarla.
Siguieron así durante un rato, hasta que finalmente él se detuvo.
-Supongo que…-dijo ella con la voz entrecortada- Te habrás…puesto protección… No quiero quedarme embarazada.
-Me gustaría decirte que no te preocuparas, que alguna ventaja debías sacar de acostarte con un dios del Olimpo, pero estaría mintiendo.
-¡No me digas que…!-comenzó a decir ella, enderezándose de nuevo aunque esta vez sintiendo que le costaba mucho más.
-Dios precavido vale por dos, tranquila.-sonrió ampliamente él.
Sun Rae se dejó caer hacia atrás, exhausta, complacida y pensando que no quedaba nada más. Hasta que sintió que él agarraba sus piernas de nuevo y se las abría.
-Oh…por favor, tú…-no dijo nada más, dejando que él y su lengua jugaran con su sexo todo lo que quisieran.
***
Sun Rae abrió los ojos poco a poco. Le pesaban demasiado y tenía todo el cuerpo entumecido. Fue a moverse, notando un brazo sobre ella.
-¿Ya te has despertado?-la profunda voz de Keun Suk sonó cerca de ella, haciéndola estremecer. Se apretó más hacia atrás, recibiendo un beso en la cabeza.
-¿He dormido mucho?
-Seis horas, veinticinco minutos y treinta y ocho segundos.
-Oh, ¿lo has cronometrado?
-Ya sabes, soy un Dios.
-Sí, nunca se me olvida.-aquella frase les envolvió en el silencio, aunque en realidad no la había dicho con mala intención. Jugó con los dedos de Keun Suk, manteniéndose en la misma posición, intentando centrar su mente. Sabía que ya no podía atrasarlo más, le estaba escondiendo algo muy importante de su vida, y si quería ser su…amante, o novia, o algo, debía confesárselo. Tragó aire profundamente.
-¿Estás bien?
-Tengo que contarte algo… ¿me escucharás hasta el final?-al preguntarle eso, él atrapó la mano con la cual jugaba y entrelazó los dedos con ella.
-Me ofende que me hagas una pregunta así.-aunque él no podía verlo, ella sonrió tristemente.
-Es la primera vez que se lo cuento a nadie… no sé cómo me saldrá-notó un pequeño apretón y supo que podía seguir hablando-. Hace como cuatro, quizá cinco años, yo salía con un chico. Estaba muy, muy enamorada de él, creía que no existía nadie mejor en el planeta. Obviamente, es que no te había conocido-bromeó, intentando quitarle hierro al asunto-. Me trataba como una princesa, mis padres estaban encantados con él también. Tenía un trabajo estable, e incluso estábamos pensando en irnos a vivir juntos cuando yo también consiguiera uno. Ya sabes, como en las películas cuando presentan a la pareja perfecta. Pero obviamente, eso no existe.-se soltó de él entonces y se incorporó, apoyada contra la cabecera y tapándose con la sábana. No se veía capaz de contar aquello estirada.
Keun Suk se quedó en la misma postura, por debajo de la tela jugueteaba con los dedos de sus pies. Parecía distraído, sin embargo ella sabía que atendía a su historia atentamente.
-En fin, no teníamos ningún problema. En esa época, yo también tenía una mejor amiga. Ella era preciosa. Tenía un largo y liso cabello negro, la piel blanca como la leche y dos oscuros y enormes ojos. Parecía sacada de un cómic o un libro, con una bonita figura, una voz agradable y una risa hechizante. No parecía real, en serio, todo el mundo la quería mucho. Y yo la que más, claro, ¡éramos las mejores amigas! Siempre estábamos juntas, aunque estudiáramos cosas diferentes eso no nos impedía querernos muchísimo. El caso es que un día…todo eso pareció desaparecer. Recuerdo que cuando la llamé aquella noche llovía fuera con mucha fuerza. Llovía así desde hacía un par de días, en realidad. No me cogió el teléfono. Me extrañó, pero no le di más importancia. Al día siguiente habíamos quedado, sin embargo por más que esperé y la llamé ella no vino…y entonces empecé a preocuparme.
Sun Rae estaba inquieta. Quería levantarse, pero tampoco tenía a dónde ir. Quería volver a estirarse y acurrucarse en los brazos de Keun Suk, no obstante le pareció ridículo. Recordar todo aquello la ponía de los nervios, quería callarse y a la vez, se instaba a sí misma a seguir hablando.
Estaba hecha un lío. Quería llorar y gritar. Había creído que las emociones quedaban escondidas en un recodo en su interior, sin embargo el dolor estaba ahí latente, muy, muy doloroso.
-Fui a su casa, sin embargo su madre me dijo que no quería ver a nadie. Ni siquiera a mí, ¿sabes lo extraño que me resultó eso? Acudí varias veces a verla…mi novio me decía que la dejara en paz, que ya se le pasaría, que debía ser un simple catarro y que no querría pegármelo, pero entonces, ¿por qué evitar mis llamadas? Así fueron pasando los días, hasta que no pude resistirlo más y me colé en su casa. Su madre me gritó que me fuera, que no pasara. Algo extraño sucedía, ¿por qué estaba la mujer tan alterada? Al final me metí en la habitación de mi amiga. Estaba totalmente destrozada.
Lo recordaba. Los libros por el suelo, las hojas arrancadas. La comida pegada en la pared, y ella…su amiga estaba sobre la cama, acurrucada como ella en aquellos momentos. Tenía los ojos enrojecidos y al verla se cerró más sobre sí misma. Sun Rae vio marcas en su cara y brazos.
-Me miraba con miedo…yo alargué el brazo y…-hizo lo que explicaba, como si la imagen de su amiga estuviera delante, instándola- Y se encogió más, comenzando a gritar. Nunca un grito ha sido tan desesperanzador, no al menos los que yo he escuchado. Tuve que salir de allí, porque tuve miedo de que le diera un ataque si seguía acercándome a ella. Entonces, su madre me lo contó. Había aparecido una noche, con la ropa hecha jirones y llorando. Dijo que…dijo que…-se atragantó. Las lágrimas se atoraron en su garganta, impidiéndole continuar durante unos breves instantes- Que mi novio, ¡mi querido y perfecto novio! La había…forzado. Y, ¿sabes qué? ¡No la creí! ¿Cómo podía creer algo así? Tenía que haber sucedido algo para que ella estuviera así, obvio, ¿pero eso? Además, hablé con él y entonces me contó que… ella se le había declarado, y que al rechazarla le había pegado, gritándole que iba a hacerle sufrir por rechazarla. Era cierto que ella, a pesar de mostrarse perfecta ante los demás a veces tenía ciertos ataques de ira, por eso le creí pero…
Sun Rae regresó a la casa de su amiga, para ver si se encontraba mejor. La única diferencia con el día anterior que encontró fue la habitación todavía más desordenada. La otra chica comenzó a lanzarle cosas, y en un arranque de ira ella le había gritó que dejase de mentir, que él no había sido. Al escucharla, su amiga se detuvo, con el cojín en alto. La miró durante unos instantes, con los ojos totalmente abiertos, como preguntándose si lo que acababa de escuchar era cierto.
Entonces, cayó desmayada.
-Seguí visitándola, pero ella…no había manera de intercambiar ni una palabra. Hasta que un día, recibí un mensaje de texto…lo recuerdo perfectamente “Crees que me he vuelto loca de amor, ¿verdad? Pues te demostraré, a ti y a mi madre, que estáis muy equivocadas.” Estuve como diez minutos observando el mensaje preguntándome qué significaría, cuando de repente recibí una llamada entrante de ella. Cogí el teléfono, solo se escucharon ruidos unos instantes hasta que una voz habló.
–“Me alegra verte.”
Era él, era mi novio, pero… ¿qué hacía con ella?
–“ Así que le has dicho que…es todo cosa mía.”
– “Obviamente, guapa. Supongo que no esperarías que le contase la verdad…Sí, cariño, yo violé a tu mejor amiga, ¿me pasas la sal? Hubiera sido una comida de lo más interesante…”
-“¿Cómo puedes ser tan…?” Se escuchó un ruido y ella exclamando que la soltara. Me imaginé que acababa de cogerla por el brazo. Quise acudir con desesperación en su ayuda, sin embargo los pies no me respondieron.
-“¿Has venido a por más?” Grité entonces, aunque sabía que no me escucharían. Por suerte de fondo se escuchó gente, más ruido y cuando quise darme cuenta ella me hablaba por el teléfono, jadeando porque al parecer estaba corriendo.
-“¿Me crees ahora?” No pude responderle “Lo peor ha sido…que no pudieras confiar en mí.”
Me colgó el teléfono. Fui a buscarla…estuve toda la noche buscándola. Al día siguiente, me comunicaron que habían encontraron su cuerpo. No me dejaron verla, se había lanzado desde lo alto de un edificio y estaba totalmente destrozada. Ella…-se detuvo durante unos instantes. El pecho le ardía como si le hubieran encendido una hoguera dentro- Ella… yo…fui a verle. Le eché todo en cara, él obviamente lo negó y…bueno, en fin que…esa es mi historia…el por qué soy como soy. El por qué cuando fuimos a acostarnos no pude hacerlo…el por qué desconfío de la gente…yo…no tengo derecho, ¿sabes?-había resistido durante todo el relato, pero finalmente comenzó a llorar. Prácticamente no podía verle, aunque le tenía muy cerca- No tengo derecho a ser feliz, ¿cómo no pude confiar en ella? ¡Era mi mejor amiga, y yo…yo…!-se cubrió el rostro con las manos, compungida. Keun Suk se enderezó, atrapándola entre sus brazos y atrayéndola hacia sí. La dejó reposar sobre su pecho, rodeándola con las piernas.
Sun Rae sollozaba cosas sin sentido, otras más claras. Sobre lo horrible que eran las personas, llenas de mentiras. Siempre, siempre mintiendo y provocando dolor en los demás, haciendo todo lo posible por mantenerse ellos en pie. Su novio había violado a su mejor amiga y mentido hasta el final, y al saberlo ella se mintió a sí misma porque la historia que le ofrecía el chico era mucho más cómoda.
Perdida en sí misma y en sus preocupaciones, no se había fijado en la expresión que tenía él en el rostro mientras le relataba su historia, sin embargo entonces se percató de que estaba tenso. Tenía los músculos apretados, y cada vez el abrazo con el cual la envolvía iba haciéndose más fiero. De repente se olvidó de las preocupaciones que acababa de explicarle, tocando la realidad y dándose cuenta de que quizá había despertado con su relato una bestia que era mejor mantener dormida.
Quiso separarse de él, sin conseguirlo. Keun Suk la mantenía fuertemente apretada contra sí, totalmente atrapada en un abrazo de hierro.
Tenía miedo de su reacción. Podía ir incluso a buscar y matar a su ex novio…ella misma quiso destrozarlo, sin embargo no…no podía permitirle algo así.
Comenzó a llorar de nuevo, asustada, hasta que finalmente escuchó él habló, con voz profunda, ligeramente pastosa.
-Mentir está fatal, Sun Rae…pero no todo el mundo es así, pequeña-estaba sorprendida. Entendió que él, aunque tuviera deseos de ir en busca de ese bastardo y destrozarlo lenta y dolorosamente, no iba a hacerlo por respeto a ella, porque la conocía y sabía que no era lo que deseaba realmente-. Recuerda a tu amiga, nunca te mintió. Quiso abrirte los ojos… porque te quería. No quiso dejarte vivir en las mentiras. Podría haberse…ido sin hacer nada, simplemente por su dolor interior, dejándote vivir al lado de ese tipo…sin embargo, ella te quería demasiado, por eso se enfrentó a su gran miedo y le hizo cara. Todo por ti, Sun Rae.-se sentía incapaz de reaccionar, incapacitada y desarmada por sus dulces y sabias palabras. Ella llevaba sufriendo mucho, muchísimo por todo aquello, y ahora él intentaba plantearlo de manera tan suave, tan sencilla que…
-¡Pero por mi culpa, ella…!-intentó decir, sin embargo él no se lo permitió.
-¿No deberías estar feliz de que alguien te quisiera tanto? Eso demuestra, Sun Rae, que eres una persona maravillosa.
***
No le gustaba espiar a la gente, pero estaba en la tierra básicamente para eso. Sin embargo, algo tan íntimo preferiría justamente haberlo dejado para las personas involucradas, aunque lo que realmente deseaba era apartar a la humana del dios para que no saliera perjudicada. Pero ella sabía ante qué se encontraba y ya había tomado una decisión, ¿qué podía hacer él?
Por otro lado, también estaba allí vigilándolos porque otra figura prestaba especial interés a las relaciones sexuales del Dios Ares.
Éris estaba sentada en un balcón, observando fijamente cómo Sun Rae era tomada y aumentando su cabreo por momentos. Sin poder aguantarlo más, Ganímedes se puso a su lado, de pie.
-¿Estás disfrutando de las vistas?
-¿Por qué has tardado tanto en unirte a mí?-bromeó ella, sin apartar ni siquiera la vista del espectáculo.
-¿No te cansarás nunca de esto? Déjalos en paz de una vez…
-No sé si a Zeus le haría gracia escucharte decir algo así.-apuntó ella, sonriendo socarrona. Él suspiró.
-Los amores y desamores de los dioses a él poco le importan. Él es el que más líos de faldas y pantalones ha tenido nunca, ¿hace falta que te lo recuerde?
-Tú mismo fuiste engañado por él. Desde entonces te has vuelto mucho más precavido.
-No tengo ganas de hablar de mí. Diosa de la Discordia, no tienes nada más que malmeter aquí.-le susurró, desapareciendo y dejándola sola.
-Eso todavía está por verse.
GENIAL…. nenas lo que os diga se va a quedar corto!!! Perfecta la escena erótica, perfectamente resuelta la historia del pasado de Sun Rae… Perfecto ese Ares en todo su esplendor… Jujujujuju, supongo que ninguna hemos podido ni querido evitar imaginarnoslo XDDDD
De verdad, genial. Esta semana termino de leer algo más tranquila, sin embargo, habeis dejado ahí la puntilla de Eris y no sé por donde saldrá la tia… Ainssss, que presiento que se acerca el final y no quiero que acabeeee!!!!
Ahhhhhh! Le había pasado a la amiiiiga, ahora me cuadra que hubiera más culpabilidad en ella que reparos a la hora de montarse la fiesta con él, jaja, soys más maquiavélicas de lo que esperaba, y eso, me encanta. En serio, os ha quedado la historia redonda.
Y ahora me quedo con las malas intenciones de Eris, por Dioosss, que estará planeandooo! ¿Es que no tiene bastante con el fanservice, o directamente sesión porno que se ha llevado? Mala piiiiiiiii.
Chicas, sé que me repito, pero GENIAL.
Valio la pena la espera, aunque a mi parecer esa advertencia quedo corta. Les quedo genial y no puedo esperar a ver que sucederá y que líos armara Eris. Gracias chicas (como siempre) por un excelente trabajo!!
jajajajaja yo tengo justo 14 años ,es apto para mi
AUnque me falta poco para los 15
Impresionante!!!!^^
el mejor capitulo …. solo por eso vale la pena el sufrir de una semana jajaja felicidades hacen un exelente trabajo y todas lo esperamos con ansias perfecta la escena de cama … solo un detalle porque no soy yo la que esta ahi jajajajaja y donde consigo uno asi jajajaja ARES no podia ser mas perfecto como la cuida como la quire y la consiente jajaaja creo que muchas la odiamos … sigan asi encerio apreciamos mucho su esfuerzo …. mmmmmmm …. nimodo a esperar otra semana aver que va a hacer Eris jajajajajajaj 😦 otra semana EXELENTE SU TRABAJO Y MUCHAS GRACIAS 😀
P.S. soy de mexico y lo primero que ago los miercoles como a eso de las 6 de la mañana aca es prender la compu y ver si ya esta el capitulo jajajaja asi de emocionada me tienen FELIZ AÑO 🙂
no me lo puedo creerrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!! no aguantaré hasta el miercoles … que bueno que sun Rae ya pudo liberarse un poco mas, quedo genial este capítulo chicas!!!
DOBLE MATRÍCULA DE HONOR CUM LAUDE NENAS. LO HABÉIS BORDADO.
Me encantó la escena de sexo entre ambos, os quedó perfecta, porque viene a tenerlo todo y desde luego, siendo Ares, pues hala, que la imaginación se hace más viva todavía.
Me encantó cómo lo habéis descrito, un Ares muy diferente a ese dios inalcanzable que normalmente es. Capaz de empatizar, de ser delicado, tierno, cariñoso, amable, apasionado, divertido. Vamos, que lo quiero para mí.
Por fin el misterio de Sun Rae se resolvió y mira que tenía ganas de saber lo que era. La historia es muy cruel y no me extraña que se comporte así como lo hace pero ahora ya tiene a alguien en quién confiar, a quien amar y a quien abrirse. Sinceramente espero que ambos sean muy felices juntos.
¿Es cosa mía o Joon está empezando a sentir algo más que amistad por Sun Rae?
Por cierto, eso de que aparezca Eris al final no me gustó nada. Matadla y asunto solucionado caray y así todos felices y contentos.
Ahhhhhhhh, esto esta buenísimo, maldito ex novio, pero que lindismo Ares.
Ovación de pie para ustedes pie este fic.
Chicas … GRACIAS!!!…. Esta genial este capitulo …. Quede O_O ….. * llena de envidia, jajajaja*…. estare esperando el proximo capi….. GRACIAS IDOLAS!!!! * haciendo reverencia*
..O.O…Esta es la clase de capítulos que me gustan!!…^^
Que pasada de capi, me he deleitado como no tienes una idea….ha valido las pena TAAAAAANNNTA espera…XD…
Saludos, Alex!!
OMG ME SORPRENDIEROOOOOON no esperaba ese secreto de sun rae creia q era otra cosa demasiado buenoo la escenaaa es que m la imaginooo dioss soy sun rae en mis sueñoos demasiado salvaje como tenia q ser e dios de la guerra hahhaa y soy joven tengo 17 pero kieroooo un ares asiii hahahahahahahahhahah aress vent una noche a mi kama jajajjaajaja chikas son las mejores escribiendo fics
Qué cosa este cápitulo. Chicas son fantásticas. Me han dejado sin palabras.
Sin palabras XDD y con la la cabeza hechando humor x semejante eceinita mil gracias chicas sois geniales pedazon de regalo de reyer ya que hoy pude leerlo.
OMO! tremendo, es que hasta me lo he imaginado, jajajja (totalmente enferma)
A ver ahora la que lía Éris en todo el drama. Por cierto, terrible la historia de Sun Rae, me he quedado congelada.