Por @Ari2PMAM para Bomba Soju
Como todas sabéis, el acoso es escolar que sucede en todo el mundo y ante lo que no se puede cerrar los ojos y negarlo.
Algo falla en los hogares cuando los padres no educan a sus hijos en el respeto al prójimo y consienten que se conviertan en monstruos que destrozan las vidas de otras personas. Y cuando se enteran de las barbaridades que hacen sus hijos, muchos lo niegan y defienden a sus hijos en vez de tomar medidas para evitar que sigan destrozando más vidas.
Pero no sólo fallan los padres, sino también los educadores, que casi siempre miran para otro lado porque no quieren problemas, convirtiéndose así en cómplices de los agresores.
De esta manera, el agresor tiene carta blanca para seguir adelante con su reinado de terror, mientras la víctima ve cómo su vida escolar se convierte en un infierno.
Este acoso se agrava hoy día, con el uso de las redes sociales, aprovechadas por los acosadores para seguir destruyendo las vidas de sus víctimas, hasta que éstas al final no encuentran otra salida que suicidarse.
Y cuando esto sucede, vienen las lágrimas, las lamentaciones, los reproches y las disculpas llenas de mentiras. A lo que se suma que la justicia tampoco hace nada en contra de los agresores, por lo menos en España, donde las leyes para menores son una burla para las víctimas y sus familias.
En mi opinión, a los agresores se les tendría que mandar a prisión, nada de centro de internamientos. Ya que saben lo que hacen al agredir y destrozar la vidas de otras personas, que paguen como adultos. Además, se les tendría que someter a clases de reeducación. Aunque la verdad, para mí, ninguno de estos seres tiene salvación.
El caso, es que en Corea del Sur, la agencia de publicidad, Cheil Worldwide (fundada en 1973 por Lee Byung Chul y perteneciente al grupo Samsung) junto con el ayuntamiento de Seúl, han decidido llevar a cabo una nueva campaña para luchar contra el acoso escolar, llamada: «Friend Name Tag».
Con esta campaña se pretende que cada estudiante lleve una chapa no sólo con su nombre, sino también con el de uno de sus compañeros de clase. Estas chapas llevan en su interior un chip, que está conectado vía wifi, con un sistema de alarma que alerta a los profesores a través de los monitores de sus ordenadores, de pantallas en sus salas o de dispositivos móviles, de una situación de acoso escolar, en el momento en el que en un estudiante apriete un botón que lleva la chapa. De esta manera, se pretende cortar de inmediato estas situaciones.
En palabras de uno de los representantes de Cheil:
«La manera fundamental de prevenir la violencia escolar, es hacer que cada uno de ellos, piense en el otro como su amigo. Así que para lograr que todos tengan a alguien que se preocupe por ellos, como un amigo, hemos creado estas chapas, en las que están escritos sus propios nombres y el de un compañero de clase.»
Según un estudio llevado a cabo por una ONG que lucha contra la violencia en las escuelas, la mayoría de casos de acoso escolar tienen lugar entre los meses de marzo y abril, justo al comienzo del año académico. Asimismo, el 50 % de los estudiantes que son testigos de estas situaciones, fingen ignorancia y miran para otro lado.
El Cheil, ha informado, que gracias a esta campaña de las chapas con doble nombre, se han denunciado de momento, 106 casos de acoso escolar.
Todo esta campaña pinta muy bien, y que se hayan denunciado 106 casos me parece loable, más que nada porque intenta que todos se impliquen y no se conviertan en cómplices silenciosos del acoso.
El miedo es libre, y por tanto, muchas veces no se dice nada porque los estudiantes tienen miedo de convertirse también ellos en el objetivo de esa violencia. Sin embargo, me gustaría saber cuántas de esos 106 casos se resolvieron de manera favorable para las víctimas y qué medidas se tomaron contra los agresores. Vale, denunciar esta bien, pero hay que saber el final de la historia. No se pueden quedar a la mitad de la noticia para sacar pecho por el logro.
Y no sé si es mi visión pesimista sobre la humanidad, pero la verdad, no le veo yo una vida muy larga este sistema, porque si los agresores lo desean, seguirán destrozando las vidas de sus víctimas de una u otra manera.
Aquí tendrían que hacer que los padres se implicasen y se preocupasen por educar a sus hijos. Pero me temo que la inmensa mayoría de ellos pasarán del tema y lo considerarán una estupidez, porque como se suele decir: «Mientras a mí no me afecte…» O bien «Eso es asunto de otros, no mío.»
En fin, quizá vosotras sí encontréis algo de esperanza en todo esto.
Os dejo el vídeo sobre esta campaña de lucha contra el acoso escolar.
¡BOMBA SOJU! ...y el líder. 
En mi país hay un proceso a seguir: la primera vez si son peleas entre estudiantes los maestros intervienen y citan a los padres. La segunda vez son llevados a la trabajadora social de la escuela y esta cita a los padres. La tercera vez la directora cita al comité de disciplina formado por maestros, padres de diferentes estudiantes, un estudiante que representa a los estudiantes de toda la escuela y personas que viven cerca de la comunidad escolar. Entre todos toman la decisión de si lo supenden de la escuela por cierta cantidad de tiempo. Existe la ley treinta escolar donde si los padres que violan o faltan al respeto a cualquier persona laboral dentro de la escuela se le llama la policía se hace una querella y se va a corte frente a un juez a menos que no se llegue a un acuerdo antes; sino después el juez le prohíbe a esos padres entrar en la escuela. También ha habido muchos casos donde los acosadores si los padres no pueden con ellos se los remueven del hogar y los envían a hogares sustitutos. Se permite sacar videos de estudiantes acosando a otros y haciéndoles daño, lo pasan por los medios de comunicación y ahí hay evidencia del acosador. Esto no quiere decir que no sucede pero son menos los casos. Por último si hay daño físico ocasionado y severo al estudiante lo envían a una institución penal y en ocasiones son tratados como adultos y los envían a la carcel. Esto ha hecho que tanto el acosador como los padres tengan más cuidado. Hay sus exepciones como en todas partes.los niños le pertenecen a los padres siempre y cuando los padres cumplan con su deber de lo contrario le pertenecen al estado y se los remueven.
Muchísimas gracias por la explicación de cómo va este tema en tu país. La verdad es que es mucho mejor de lo que hay aquí.
En España estamos como siempre, que como son menores pueden hacer el burro y cualquier canallada, que no pasa nada, que no es tan grave… seguimos en una sociedad que no condena el acoso escolar y que le sigue echando la culpa a la víctima por no poder defenderse. Mentalmente puede condenarse, éticamente también, pero no hay castigo penal y, como mucho, expulsión del acosador y casi siempre, traslado de la víctima porque ese acoso va muchas veces más allá de la escuela. Si hubiera una condena social hacia el que abusa y maltrata, clara y directa, hacia sus padres, hacia el colegio que lo permite y hacia el niño/a que lo hace, quizá entonces realmente empezarían a remitir.
Y en Corea, encima, donde la presión de encajar socialmente es mayor y que el dinero da más poder -al más puro estilo medieval, cosa que aquí también estamos volviendo a ello, lamentablemente-… al menos está bien que haya un intento de concienciación, porque es la base de cualquier principio 🙂